Festival de asaltos en la Ciudad y una de las víctimas fue una fiscal

La ola de asaltos golpea fuerte a la Región bajo distintas modalidades y en este fin de semana extra largo, los ladrones no descansaron.

Uno de los casos más graves sucedió ayer a la tarde, minutos después de las 18 en 493 y 31 bis, en Gonnet, donde la fiscal de Casación Claudia Pía del Gobbo sospechó de dos jóvenes que se acercaban en una moto negra y rápidamente se metió dentro su automóvil de la marca Peugeot.

Su intuición fue certera, ya que los sujetos se abalanzaron sobre el coche y la amenazaron de muerte para obligarla a entregar sus pertenencias. Sin resistirse, la funcionaria les dio su cartera y las llaves del auto, tras lo cual los motochorros escaparon sin lastimarla, informaron fuentes oficiales.

Otro hecho ocurrió a las 5.15 de la mañana, cuando dos delincuentes aprovecharon que una mujer ingresaba en su casa de 115 entre 33 y 34, para robarle una moto Zanella Styler 150cc. La víctima avisó al 911, y un móvil comenzó a buscar a los sospechosos, a quienes interceptaron en diagonal 74 y 37. Ellos abandonaron el rodado en la calle y fugaron a pie.

Por otra parte, en 46 entre 2 y 3, un grupo de individuos subieron a la fuerza a una mujer a bordo de un auto y la llevaron a recorrer cajeros automáticos.

Según contó la damnificada, que por suerte salió ilesa, le quitaron la suma de 1000 pesos y la dejaron en 27 y 71, donde la asistió la Policía.

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Los negocios, en tanto, siguen siendo blanco repetido de asaltos a mano armada. Escenario de esta modalidad fue una wafflería de 5 y diagonal 77, donde ayer a la tarde, poco antes de las 18, un motochorro armado se llevó la recaudación.

El episodio fue registrado por las cámaras del lugar, y en las imágenes se observa a un hombre vestido de negro que estaciona su moto en la vereda y entra en el comercio. Sin sacarse el casco, saca un revólver y exige la entrega de dinero, que la empleada le da sin oponer resistencia. Con el efectivo en la mano, el hombre se va caminando hacia el rodado y escapa “con total impunidad”.

“Abrimos hace un mes y medio y ya tuvimos dos robos en 15 días”, se quejó Diego, el dueño.