El viudo dio detalles sobre la escena del crimen de la martillera e investigan un robo

Después de matar a golpes con una maza de construcción de dos kilogramos de peso a Sabrina Antonioli Ango, el femicida atacó por la espalda al viudo, Juan Ignacio Plotycia. Tras herirlo, huyó con el teléfono celular de la martillera y las llaves del Ford Fiesta de la pareja, que quedó estacionado frente a la vivienda de la tragedia, situada en 116 entre 32 y 33.

Así lo indica el primer relato del espeluznante crimen del jueves al mediodía. Lo brindó Plotycia al fiscal Marcelo Martini (UFI Nº 3) desde la cama del Hospital Español en la que se recupera de las heridas que sufrió en ese ataque artero. “Entró en la casa por la puerta principal y le llamó la atención un charco de agua que había en un pasillo, frente a él, que conecta esa zona, que tiene a ambos lados el baño y el dormitorio, con un living comedor”, reprodujo una fuente de la investigación. Ante el cuadro, “llamó a la esposa y ahí sintió que alguien lo atacaba por la espalda”, indicó. Era el femicida, presumiblemente con la misma maza, golpeándolo por la espalda y a la altura de la cabeza. El contador sufrió cortes y excoriaciones de las que se recupera y se estimaba ayer que en breve será dado de alta.

DEVOLVER LA ESCALERA

Entre los datos relevantes para la investigación, Plotycia aportó que el detenido Oscar Marcelo Dobal (24) se había comunicado con el matrimonio “para pasar a devolver una escalera”. Entre los peritajes que se realizaban ayer, estaba la identificación de ese elemento en la vivienda.

Plotycia contó que el detenido se había comunicado con ellos para devolverles una escalera

Al joven changarín se lo ubica en la escena y según la Policía fue tomado por una cámara de seguridad de una agencia de autos, cuando escapaba corriendo por la calle 32 en sentido ascendente. Iban con guantes de goma amarillos, que luego aparecieron tirados en la vereda. Finalmente fue detenido en 32 entre 7 y 8. En su ropa resaltaban manchas de sangre que llamaron la atención de policías en patrullaje. Cuando le ordenaron identificarse, les llegó el alerta con denuncias sobre lo que ocurría a diez cuadras y la declaración de un testigo, amigo, de la pareja, que lo vio huir de la vivienda mientras pasaba en bici por la calle.

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Tras el arresto, el fiscal Martini pidió al Juzgado de Garantías Nº 2 (Guillermo Atencio) la detención y llamó a indagatoria al acusado, quien se negó a hablar. El fiscal lo acusa de matar a la mujer para consumar un robo y a la vez de intentar asesinar al esposo con el mismo objetivo. Una fuente judicial confirmó que el detenido quedó procesado.

LA SECUENCIA

La investigación busca determinar la secuencia que derivó en el horroroso crimen de la mujer de 33 años, presumiblemente a manos del trabajador a quien conocía porque junto a su esposo le habían encargado tareas de acondicionamiento de la casa. Antonioli Ango se había mudado junto a Plotycia hace tres meses. Soñaban refaccionarla y tener hijos.

La mujer fue hallada en el baño, en medio de un charco de sangre. Los investigadores creen que Dobal la atacó con la maza en un pasillo que lleva del sanitario al comedor.

Y que el femicida quizás estuviera lavando la sangre que mancha las paredes cuando llegó a su casa Plotycia.