El Pampa Sosa, tras un año dirigiendo al Lobo, fue el primer juvenil que Timo hizo debutar en Primera

En nuestro fútbol de hoy, parece que hacer debutar jóvenes valores es una “medalla” que muchos entrenadores se cuelgan con el paso del tiempo. Y si bien Carlos Griguol le daba mucha importancia a las divisiones inferiores, no era de esos técnicos que subían juveniles al primer equipo. Más bien, todo lo contrario.

Los preparaba tanto, y por otro lado un mismo equipo prácticamente se repetía de memoria, que para que juegue un juvenil, debía ser por algo.

Griguol dirigió su primer partido en el Lobo el 29 de octubre de 1994 y recién el 26 de noviembre de 1995 hizo debutar un pibe. Era Roberto Sosa, a quien Mario Griguol (ayudante y primo de Carlos) había traído para la Cuarta junto a Aurellio. Mario confió en que esa “torre” que era el Pampa, podía andar bien y hacer el trabajo que ellos querían. Y lo trabajaron un año hasta que ante Central en Rosario por la 16º fecha del Apertura `95, el Pampa tuvo su debut entrando en el segundo tiempo por Yllana. Y así fue sumando minutos.

Sí, poco después de un año al frente del plantel, Timoteo decidió darle la chance a alguien desconocido. Por ese entonces había un grupo de futbolistas grandes (la base que ganó la Copa Centenario en el `94 y fue subcampeón en el `95) y venían asomando algunos pibes que Griguol llevaba a “fuego lento” porque en el `96 y `97 llegaría un recambio importante.