
Abatido: murió el delincuente del asalto armado a la farmacia en La Plata
Abatido: murió el delincuente del asalto armado a la farmacia en La Plata
Fotos y video.- Miles de estudiantes se movilizaron en La Plata por la Noche de los Lápices
Ganancia en bonos, acciones y cómo cerró el dólar tras los anuncios de Milei
VIDEO. Murió Robert Redford: una por una, las mujeres que lo acompañaron a lo largo de su vida
El Senado debatirá el jueves el veto de Javier Milei al reparto automático de los ATN
Celular 5G, TV Led y un metegol: EL DIA premia a sus suscriptores con sorteos imperdibles
Rugbier argentino cayó desplomado y murió en pleno partido en Paraguay
Asesinato de Charlie Kirk: hallaron ADN del tirador en el arma y podría ser condenado a muerte
"Pelotuda" y "golpista": Mariana Brey y Nancy Pazos explotaron al aire y se dijeron de todo
“La atajaron los estudiantes”: se cayó una ventana en un colegio de La Plata
Vacunan gratis contra el dengue en La Plata: paso a paso cómo inscribirse y a quiénes la aplican
La ANMAT prohibió el uso y comercialización de filtros de agua de conocidas marcas: los motivos
VIDEO.- Pelea de trapitos en 1 y 60: golpearon a efectivos policiales y hay un detenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
R. Claudio Gómez
R. Claudio Gómez
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tiene por costumbre comunicar su política a través de Twiter. No le importa que solo un quince por ciento de sus seguidores en esa red social sean potenciales votantes en su país. Su mensaje de poder incluye otras urgencias y otras latitudes, a las que llega con un click. Así, una palmada en el hombro o una amenaza alcanzan la misma fuerza de temperamento que en el cara a cara. Acaso esa sea la verdadera misión de la era digital: condicionar al usuario al instante cuando es debidamente necesario.
Los periodistas conocen la estrategia, entonces asumen a las redes sociales como una fuente informativa. Solo basta confirmar que el Twiter es de quien dice ser para amplificar su resonancia.
Por esta vía es fácil amplificar diferencias. Un seudónimo creativo puede causar la misma catástrofe sensorial que una amenaza de bomba. Y si la amenaza es falsa, mayor el grado de indignación del usuario. Es que no hay bomba ni hay escándalo.
A días de que asuma el nuevo gobierno argentino, poco y nada conoce la sociedad de lo que el viento se llevó y de lo que traerá. El presidente actual, con las valijas hechas, dio un mensaje de conclusión, cuya parcialidad, como en una serie, se empezó a conocer por, claro, Twiter. El presidente que llega parece ofuscado con el periodismo y otras cuestiones y, también, hace conocer su ánimo y humor con el mismo artificio.
Esa, sin embargo, parece más una manera de ocultarse que de dar la cara. Los medios, dicen, tienen la culpa de que sus voces se escuchen mal. Tienen la manía de descontextualizar aun lo que las audiencias atestiguan haber visto en vivo y en directo. Es la magia de la televisión.
Y allí se produce un embrollo de dimensiones exasperantes, producto de la proliferación de aliados y adversarios que disputan lo fáctico y lo contra fáctico sin ningún respeto ortográfico. Es que cuando uno está ofendido poco importa que alguien valla o vaya. Al final, todos se van. Es que a los políticos, en general, no los une el amor, sino el espanto.
LE PUEDE INTERESAR
Opinan los lectores
LE PUEDE INTERESAR
Un “aplazado” en la libreta de la economía de Mauricio Macri
La intersección de la nueva cultura digital y valores anacrónicos parió este engendro comunicacional en el que poco importa qué es lo que alguien dice. Más relevante es lo que los demás dicen de lo que se dijo. De esta forma, nadie sabe bien qué es lo que se dijo.
Dado que las promesas se hacen con palabras y en vistas de que no existe mayor probidad en los compromisos que los que se hacen a los ojos, frente a frente, el vehículo Twiter funciona fenomenal para prometer cualquier cosa.
La vida de un país, depende de la claridad de sus objetivos institucionales. Quienes encarnan la responsabilidad de llevar adelante esos propósitos deben sentirse cumplidos si lo logran y, de lo contrario, fracasados. Es que ese fue el compromiso para el que se propusieron y, luego, asumieron. La sociedad debe acostumbrarse a prescindir del aplauso digital o de la denostación instantánea. Debe pensar.
Y es cierto que para pensar se requieren más de cuatro letras.
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Full Promocional mensual
$690/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6470
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Básico Promocional mensual
$530/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4190
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2025 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro DNDA Nº RL-2024-69526764-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí