Trump reconoce la soberanía israelí sobre los Altos del Golán

WASHINGTON

Con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu a su lado, el presidente de EE UU, Donald Trump, declaró ayer que los Altos del Golán pertenecen a Israel, otorgándole otra importante victoria diplomática a su “amigo”, que busca la reelección en comicios inciertos.

Netanyahu no escatimó elogios para Trump al verlo firmar la proclamación en el Salón Oval, comparándolo con el presidente Harry Truman, quien reconoció a Israel, e incluso con Ciro el Grande, el rey persa que liberó a los judíos de Babilonia.

Pero el jefe del gobierno israelí se vio obligado a acortar su visita a Washington, inicialmente de dos días, luego de que más temprano un cohete disparado desde la Franja de Gaza dejara siete heridos cerca de Tel Aviv. “Israel no tolerará esto, no lo toleraré”, dijo Netanyahu en la Casa Blanca. “Mientras hablamos, Israel está respondiendo enérgicamente a esta agresión sin sentido”, agregó, prometiendo hacer todo “para defender” a su “pueblo”.

Trump denunció el ataque proveniente del enclave palestino como algo “despreciable” y “horrible”, y destacó “el derecho absoluto de Israel a defenderse”. Y, como prometió la semana pasada, firmó luego el decreto que reconoce la soberanía israelí sobre los disputados Altos del Golán, zona fronteriza que Israel conquistó de Siria en 1967.

“Debería haber sido hace décadas”, señaló Trump, al igual que hizo a fines de 2017 al reconocer a Jerusalén como la capital del Estado judío, rompiendo con la tradición diplomática estadounidense y el consenso internacional.

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Israel conquistó una gran parte del Golán sirio (1.200 km2 ricos en recursos hídricos) durante la Guerra de los Seis Días en 1967, antes de anexarla en 1981. Pero esto nunca fue reconocido internacionalmente, y la decisión de Trump recibió fuertes críticas por muchos países además de Siria, que nuevamente denunció ayer un “ataque flagrante” a su soberanía. Visiblemente satisfecho, Netanyahu dijo que era un “día histórico” y que su país no renunciaría “nunca” al Golán, agradeciendo varias veces al inquilino de la Casa Blanca con un fuerte apretón de manos.

El gesto de Trump es visto como un gran regalo para “Bibi”, como se apoda Netanyahu, un hombre “duro, inteligente y fuerte”, según sus propias palabras. La cercanía entre ambos, a menudo descripta como similar en su relación con el poder, los votantes y los medios de comunicación, fue simbólicamente visible ayer en su vestimenta idéntica: la corbata roja brillante sobre una camisa blanca y traje oscuro.

“Israel nunca tuvo un mejor amigo que usted”, le dijo a Trump Netanyahu, quien se presenta como el mejor posicionado para manejar las relaciones con EE UU y su impetuoso presidente.

Pero no hubo ni una palabra sobre el plan de paz israelí-palestino preparado durante dos años por la Casa Blanca, que debería ser presentado en las semanas posteriores a las elecciones del 9 de abril en las que “Bibi” buscará un nuevo mandato.

Solo el vicepresidente de EE UU, Mike Pence, se refirió vagamente al tema en la conferencia anual del Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos–Israel (AIPAC en inglés), un poderoso lobby pro-israelí, diciendo que las controversiales decisiones de Washington sobre Jerusalén y el Golán buscan la “paz”, la cual “solo puede construirse en base a la verdad”. Los líderes palestinos rechazan actualmente cualquier papel mediador de la administración Trump.

En el poder durante una década, Netanyahu está bajo amenaza de ser acusado de corrupción en tres casos. Y el candidato centrista Benny Gantz, un general retirado, se presenta como un serio adversario para las elecciones.

El gesto de Trump es un gran regalo para Netanyahu, que el 9 de abril buscará un nuevo mandato

El mano a mano de Trump y Netanyahu en el Salón Oval tuvo lugar tras un discurso de Gantz ante el AIPAC, donde insistió en la necesidad de “unidad” y lucha contra la “corrupción”. “La fuerza y el poder deben ir acompañados de una moralidad muy alta”, sostuvo.

También mostró su firmeza, asegurando que no dudaría en “usar la fuerza cuando sea necesario” contra Irán, y prometiendo que el ejército israelí controlará la seguridad de Cisjordania.

AFINIDAD SIN PRECEDENTES

Aunque otros presidentes de EE UU tuvieron relaciones cercanas con líderes israelíes, la afinidad entre Trump y Netanyahu no tiene precedentes. El mandatario norteamericano ya lleva semanas en el corazón de la campaña israelí: los partidarios de Netanyahu desplegaron en las entradas a Jerusalén y Tel Aviv carteles enormes de los dos mandatarios dándose la mano.

Netanyahu puede presumir de otros logros en su regreso a casa. El domingo, durante la cita del AIPAC, el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, anunció que abrirá una oficina comercial en Jerusalén, “la ciudad capital de Israel”, como extensión de su embajada en Tel Aviv. (AFP y AP)