Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Opinión |Opinión

El segundo trimestre no va a ser fácil para nadie

El segundo trimestre no va a ser fácil para nadie

Héctor Rubini (*)

26 de Marzo de 2019 | 02:26
Edición impresa

eleconomista.com.ar

 

En abril comienza el trimestre decisivo para la formación de las expectativas electorales, con miras a las PASO de agosto.

Para la opinión pública general, la cosecha gruesa consolidaría una reactivación del resto de la economía hacia el segundo semestre. Sin embargo, no es tan claro el panorama. Los productores de bienes exportables sacan sus cuentas en función de la evolución errática del tipo de cambio real y del “costo argentino” (financiero, tributario, regulatorio, etcétera). A la suba de tasas de interés se ha sumado la mayor incidencia de impuestos y tasas provinciales y municipales en no pocas jurisdicciones. Además, junto a otros costos (laborales, fletes y peajes, entre ellos), continúa un visible enfriamiento de la demanda por el programa macroeconómico acordado con el FMI. Con suba de costos y caída de demanda efectiva sólo resulta una caída permanente en la actividad, la producción y el empleo.

No pocos colegas entienden que la inflación debió haber bajado entre octubre y marzo, y que ello no ha ocurrido a pesar de un gran ajuste fiscal y de una gran “contracción monetaria”. Un supuesto “fracaso” de los principios básicos de las teorías económicas generalmente aceptadas. Los datos de la realidad sugieren que la reducción del déficit primario no sería suficiente para confiar en una reducción sostenible del déficit total (fiscal más cuasifiscal) y la dinámica monetaria desde octubre a esta parte ha sido errática, con reducción de la base monetaria “en serio” recién en el corriente mes. Todo lo que viene ocurriendo está en línea, guste o no, con los conocimientos convencionales de teoría y política monetaria.

Entre el último trimestre del año la base monetaria no creció “cero”, sino que aumentó 12,7% ($ 159.320 millones), mientras inequívocamente la demanda transnacional de pesos se redujo. Algo más que inevitable cuando en dicho trimestre el PIB a precios constantes cayó 2,2%. Claramente un escenario de exceso de oferta de pesos (adicional al heredado) que presionó a la suba al tipo de cambio, lo cual se evitó manteniendo la tasa de las Leliq en leve baja, pero a niveles elevados: de 72% a principios de octubre a poco más de 59% a fines de diciembre. El impacto negativo sobre la liquidez de las empresas se percibió como permanente, no transitorio. A su vez, las subas observadas de tarifas públicas, precios regulados y tipo de cambio tuvieron impacto directo en este trimestre en costos y precios. Inevitablemente se aceleró la inflación observada y esperada. La demanda de dinero siguió hacia abajo, lo que se refleja en la incipiente dolarización de depósitos del sector privado en este mes.

“No pocos entienden que la inflación debió haber bajado entre octubre y marzo, y que no ha ocurrido a pesar del gran ajuste fiscal”

Los números del BCRA en este trimestre indican una baja de la base monetaria hasta el 20 de marzo, pero el comportamiento ha sido errático: se contrajo $56.172 millones en enero, se expandió por $ 50.276 millones en febrero y entre fin de febrero y el 20 de marzo se redujo en $ 133.435 millones. En lo que va de este trimestre, la contracción de base monetaria de $139.332 millones, fue inferior a la expansión del 4° trimestre de 2018, y a costa de un aumento de la emisión de Leliq: $294.216 millones, nade menos que un 40,7% en menos de 90 días a fin de año el saldo en circulación era de $722.449 millones, y al 20 de marzo ascendía a poco más de 1 billón de pesos. $294.216 millones, mientras la base monetaria se contrajo en sólo.

El costo ha sido el aumento de la tasa pagada por el BCRA para renovar sus vencimientos y colocar más Leliq: de poco más de 59% anual a 7 días a fin de diciembre a prácticamente 65% el pasado 20 de marzo (y más de 66% al cierre de la semana pasada). La suba del stock de pasivos fiscales y cuasifiscales del BCRA difícilmente sea coherente con un exceso de demanda de dinero presente y futuro, sino todo lo contrario. Algo reflejado en expectativas de inflación y de suba del tipo de cambio que conducen a mayores tasas de interés (el llamado “efecto Fisher”, nada nuevo para quien haya completado cualquier curso básico de teoría monetaria).

(*) Instituto de Investigación en Ciencias Económicas de la USAL.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla