Se multiplican las quejas de vecinos por fiestas y juntadas en espacios públicos

El "boliche a cielo abierto" en el que se convirtió Plaza Malvinas el último fin de semana que terminó con un amplio operativo que se extendió hasta la madrugada del lunes, motivó a que decenas de vecinos de otros sectores de la Ciudad denuncien más fiestas al aire libre.

Por ejemplo, en Los Hornos, manifestaron que están "hartos" de lo que sucede cada fin de semana en la Plaza Madre (137 entre 59 y 60). "Soy vecina de ahí. Vivo en 59 y 137. La zona es un boliche a cielo abierto. Eso (en referencia al video) pasó el sábado pasado y cuando vino la policía a las 5 de la mañana, se fueron y estas personas volvieron. Las contraexplosiones -de las motos- son terribles. Personas que se pelean, se tiran con piedras, orinan en las puertas de las casas. Acompañado de música a todo lo que da y al otro día la plaza es un chiquero", contó una de las damnificadas.

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De la zona de Plaza Malvinas también se sumaron más quejas. "En una cervecería de 19  y 55 reiteradamente se incumple el distanciamiento. Más de 100 personas diariamente todas ubicadas en las veredas, en la rambla y los vecinos de calle 55 y alrededores, debemos tolerar el bullicio hasta altas horas de la madrugada. Es habitual entre las 19 y las 2 de martes a domingos". 

Ese frentista agregó que "estacionan las motos sobre nuestras veredas (una denuncia se realizó a Control de tránsito, donde nos confirmaron que no está permitido). Orinan, vomitan y demás en los árboles de alrededor. La basura la dejan en la vereda que pertenece a nuestro edificio. Nosotros pagamos una persona que limpia, lo cual no es justo".

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Una mujer que trabaja como personal de la salud pública y vive en esa misma zona relató lo que padece jornada tras jornada: "No solamente los vecinos de plaza Malvinas estamos desconformes con los ruidos y música, todos los que vivimos cerca de una cervecería es una vergüenza que permitan parlantes afuera no solo de los boliches sino también de los autos que circulan por la calle. Esta es una ciudad en donde viven familias que tienen hijos que estudian, profesionales y empleados que trabajan y tienen derecho al descanso".

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Y agregó que "es una lastima que no protejan el derecho de los vecinos de vivir de una manera confortable. Nos hemos cansado de ir al diario llamar a Control Urbano que no es solución.  Además orinan en la puerta de los edificios de enfrente o al lado de las cervecerías y escriben paredes y vidrios".