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La experiencia de enseñar de una forma distinta

Una proferosa platense cuenta sus vivencias enseñando en pandemia: nuevas tecnologías y conectividad desigual

La experiencia de enseñar de una forma distinta

Virginia Polenta y la experiencia de enseñar en pandemia

27 de Diciembre de 2020 | 04:44
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“Este año fue particularmente complejo desde el inicio: la manera de trabajar cambió bruscamente, y las formas de comunicación fueron modificándose durante todo el período”, dice Virginia Polenta, una docente platense de Ciencias Naturales y Biología que trabaja en colegios secundarios públicos de Gonnet, City Bell y Villa Elisa y que afirma que la crisis sanitaria la llevó a aprender a utilizar herramientas tecnológicas nuevas y que el aspecto más preocupante que observó fue la fuerte desigualdad entre los alumnos en materia de conectividad.

Al mismo tiempo destacó que la nueva modalidad extendió los horarios de trabajo y afectó el movimiento cotidiano en su hogar.

“ Tengo siete cursos que van entre primero y cuarto año. La manera de trabajar cambió bruscamente, y las formas de comunicación fueron modificándose durante todo el año. Inicialmente con un plan de continuidad dentro de la contingencia que atravesábamos, el cual se fue prolongando y obligó a adoptar formas más diversas y creativas para continuar”, indicó.

Según destacó la docente, “las prioridades fueron mantener el vínculo de la escuela a través de sus profesores con los alumnos y alumnas y brindar los contenidos fundamentales de las asignaturas”.

Al mismo tiempo se refirió a su experiencia con las nuevas tecnologías durante el período.

“Con la mayoría de los cursos no tuve contacto previo al aislamiento, esto hizo que desde el comienzo se entablara una relación virtual con cada estudiante, lo que representó todo un desafío. Aprender a utilizar herramientas con las cuales no había tenido contacto antes, como Google Classroom, Google meet o Zoom, y también buscar nuevos recursos y capacitarme en el uso de Moodle para una pedagogía de la virtualidad. Y sucedió que lo que servía para una escuela no era tan útil en otras. En mi experiencia lo que más sirvió para conectar con la mayoría de los estudiantes fue el uso del WhatsApp y el correo electrónico. No tuve posibilidad de implementar con demasiado éxito clases sincrónicas por Zoom o meet para reforzar explicaciones sobre el material enviado, ya que eran pocos los conectados, aunque fueron siempre buenas oportunidades para conversar, compartir un mate a través de la computadora y darles un espacio para hablar de aquello que quisieran o necesitaran”.

Para Polenta, “este cambio de trabajar frente a los alumnos/as con un ida y vuelta constante y en el cual los estudiantes se apropian de los conocimientos de una manera paulatina, en base a sus propias apreciaciones y experiencias, hacia una forma virtual también implicó que cambiaran todos los horarios y la organización en mi casa, debiendo encontrar cada integrante de la familia su propio lugar para sus actividades”.

La docente también se refirió al impacto de la nueva modalidad en el hogar: “fue necesario dedicar mucho más tiempo al trabajo, sin un orden en el recibimiento de las tareas, y entregas de parte de alumnos/as, y las devoluciones comentarios, explicaciones y correcciones de las tareas enviadas de manera individual. Todo esto implicaba el uso del teléfono celular en cualquier momento, en cualquier horario. Por ejemplo, en varias oportunidades me han escrito o enviado tareas en los horarios de cena, entrada la noche o durante fines de semana, algunos estudiantes pidiendo disculpas y hasta con vergüenza porque recién tenían acceso al celular de la mamá o del papá en ese momento, cuando volvían de sus trabajos. Tener que hacer todo utilizando casi exclusivamente el teléfono celular fue realmente muy difícil. Creo que si hay una continuidad de trabajo de manera remota para este próximo 2021, habría que buscar la forma de que tanto docentes como alumnos tengan su netbook y acceso a Internet. Lo que pude percibir fue mucha desigualdad en el acceso a la virtualidad entre las distintas escuelas en las que trabajo”

La docente concluyó dicienddo que “como reflexión final sobre este año tan duro, complejo, agotador, podría decir que me permitió aprender, replantearme la forma de trabajo para bien, tomando varias experiencias y uso de nuevas herramientas para implementar en el futuro”

 

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