Derroche de miles de litros y penurias en los hogares

Se estima que 4 de cada diez litros del agua que se potabiliza nunca llega a los hogares de la Región. La cifra, inquietante, no debe sorprender a nadie, a juzgar por las incontables pérdidas de agua que se denuncian a diario. “La Plata es la capital nacional de las filtraciones”, coinciden en describir los vecinos. “No damos más, nadie se hace cargo y en este contexto de pandemia el tema es más preocupante”. Con esta frase una mujer de un sector de Los Hornos resumió, por caso, el drama que están viviendo desde hace varios meses por una pérdida de agua ubicada en 131, entre 50 y 52 que causa dolores de cabeza a quienes viven en la zona ya que además de dejarlos sin agua en las casas los expone a todo tipo de enfermedades. Malena, una de las frentistas que se comunicó con este diario señaló que la gran mayoría de los vecinos ha realizado gestiones para que la empresa ABSA haga los arreglos pertinentes pero la situación continúa igual. Detalló al mismo tiempo que ante la carencia del vital elemento cada gota de agua se cuida con mucho celo por lo que se torna muy difícil mantener la limpieza en los hogares. “En este contexto de pandemia la situación es más preocupante” destacó. En la misma línea indicó que a este drama de la falta de agua se ha sumado un desborde cloacal que está causando estragos en su vivienda. “Tengo las rejillas tapadas, la cocina llena de agua, en fin, miles de inconvenientes”. No fue la única en poner el grito en el cielo. Un vecino de 72, entre 7 y 8 se quejó por una pérdida de agua que además de generar problemas de presión le da lugar a un gran barrial en el que proliferan todo tipo de insectos. “Si bien el mosquito del dengue en este momento no está presente tememos que esto llegue al verano sin solución y tengamos que exponernos a un riesgo innecesario” indicó el vecino. Dijo que a pesar de los reclamos que realizó junto a otros vecinos el problema aún no fue solucionado. Por si fuera poco, vecinos de un sector de Berisso expusieron las problemáticas a las que se vienen enfrentando desde hace varios meses por un continuo flujo de líquidos sobre calle 122 y 80, donde emana tanto agua potable como desechos cloacales.