Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Séptimo Día |OPINIONES DE SASTURAIN Y OTROS CRÍTICOS

El más riesgoso creador de poesía moderna en español

La notable vigencia del poeta peruano César Vallejo. Recital y testimonio del actor platense Ricardo Ibarlín sobre un escritor que no se cansa de andar en la vanguardia. La opinión de Joaquín Sabina

El más riesgoso creador de poesía moderna en español

El poeta peruano César Vallejo en Niza, 1929

MARCELO ORTALE
Por MARCELO ORTALE

7 de Febrero de 2021 | 07:51
Edición impresa

Anoche, a pocos metros de la estación ferroviaria de City Bell, en el espacio de arte “De Pura Madre” el actor platense Ricardo Ibarlín habrá recitado poemas de César Vallejo (1892-1938), el poeta peruano que no termina de cansarse de andar en la vanguardia. El vigente Joaquín Sabina dice que prefiere la poesía de Vallejo a la de Pablo Neruda, si es que lo obligan a definirse sobre el poeta que más le gustó de todos.

Uno de los críticos más conocedores de su obra, Julio Ortega, alude a una suerte de paradoja milagrosa: cuánto más se lee a Vallejo, más se lo va desconociendo. Ello no le impide haber impulsado, afirma, el “proyecto más radical, riguroso y riesgoso de la poesía moderna en español”. Vallejo sigue disparando y sigue dando en el blanco.

Ibarlín, que ha pasado años en los escenarios, cuenta que tuvo un mal comienzo con Vallejo, que “no lo entendía ni me llegaba”. Hasta que allá lejos y hace tiempo tuvo que dar una audición en el Teatro San Martín de la calle Corrientes y le pidieron que interpretara un poema de Vallejo. “Ahí me agarró de los pelos”, asegura.

“Ahí fue cuando me di cuenta del valor de este hombre y de sus escritos”. Y allí comprendió lo que puede generar en el corazón humano “la palabra desde una poesía métrica, metafórica, revolucionaria, estéticamente moderna, vigente por su carácter experimental y fundamentalmente humana”, agregó el actor, que volverá a presentarse el 20 de este mes en “De Pura Madre” con ese mismo recital.

Los ojos de Ibarlín se humedecen cuando vuelve a recitar, con voz de gruta honda, el poema de Vallejo dedicado a su hermano Miguel, que el actor debió interpretar para entrar al elenco del San Martín y que lo volvió a recitar anoche:

“Hay soledad en el hogar sin bulla, sin noticias, sin verde, sin niñez”

 

“¡Hermano, hoy estoy en el poyo de la casa/ donde nos haces una falta sin fondo!/ Me acuerdo que jugábamos esta hora, y que mamá/ nos acariciaba : «Pero hijos...»/ Ahora yo me escondo,/ como antes, todas estas oraciones vespertinas,/ y espero que tú no des conmigo./ Por la sala, el zaguán, los corredores./ Después, te ocultas tú, y yo no doy contigo./Me acuerdo que nos hacíamos llorar,/hermano, en aquel juego./ Miguel, tú te escondiste/ una noche de Agosto, al alborear;/ pero, en vez de ocultarte riendo, estabas triste.../Y tu gemelo corazón de esas tardes/ extintas se ha aburrido de no encontrarte. Y ya/ cae sombra en el alma./ Oye, hermano, no tardes/ en salir, ¿Bueno? Puede inquietarse mamá”.

Estas noches en las que hay gente con tanto miedo en sus casas, con tanta angustia crecida y sin abrazo en los hospitales, un actor se planta delante de una minoría de espectadores y juntos hacen brillar la vida. En esa luz de esperanza de esos pocos, como ocurre en todos los pequeños templos del arte que se niegan a cerrar, en una estrellada noche de 2021 siguen vivos Vallejo y el mundo. ¿Qué más haría falta?

MAS VALLEJO

Vallejo, el más humano. El revolucionario en vida porque quiso remover todo, el más revolucionario después por el estilo literario que dejó para siempre, por su manera de escribir con palabras intemporales hechas de piedras negras y blancas.

El crítico Américo Ferrari dirá: “Es quizá Vallejo quien encarna de la manera más cabal la libertad del lenguaje poético: sin recetas, sin ideas preconcebidas sobre lo que debe ser la poesía, bucea entre la angustia y la esperanza (...), y el fruto de esa búsqueda es un lenguaje nuevo, un acento inaudito”.

El hoy director de la Biblioteca Nacional, Juan Sasturain, describió al poeta peruano: “A mí no me cabe ninguna duda de que César Vallejo fue el mejor poeta del siglo veinte en lengua castellana. Claro que es cuestión de gustos, siempre de gusto sustentable en buenos argumentos. Y hay quienes elegirán a Darío o a Lorca o a Machado o a Neruda o a Borges o a algún otro grande de los que vinieron después tras ellos y siguen hoy. Aunque Vallejo no hizo escuela, dejó marca, lo que es más fuerte. Y no le queda bien a cualquiera, no es para todos”.

A mí no me cabe ninguna duda de que César Vallejo fue el mejor poeta del siglo veinte en lengua castellana. Claro que es cuestión de gustos, siempre de gusto sustentable en buenos argumentos”

Juan Sasturain
Escritor

 

“Pero en lo último que hizo –añade Sasturain-, el tramo final de su poesía escrita en París a mediados de los años treinta –los después reunidos Poemas en prosa, es donde está el insuperable Voy a hablar de la esperanza; el agónico España aparta de mí este cáliz (”Niños del mundo: si España cae, digo, es un decir...”) y los poemas sueltos que quedaron como si los hubiera ido goteando entre sudor y sangre–, todo ese conjunto de versos de belleza imposible es uno de los documentos líricos y existenciales más poderosos que nos ha dado la literatura de nuestro tiempo. Vallejo tocó fondo, fue hasta el hueso y no volvió para contarlo, lo pudo decir desde ahí”.

Ricardo Ibarlin

 

Acá va el inicio de otro poema capital de Vallejo: “Considerando en frío, imparcialmente,/ que el hombre es triste, tose y, sin embargo,/ se complace en su pecho colorado;/ que lo único que hace es componerse/ de días;/que es lóbrego mamífero y se peina.../ Considerando/ que el hombre procede suavemente del trabajo/ y repercute jefe, suena subordinado;/ que el diagrama del tiempo/ es constante diorama en sus medallas/ y, a medio abrir, sus ojos estudiaron,/ desde lejanos tiempos,/su fórmula famélica de masa...”.

En estudios como el de Bernard Padró Nieto (”César Vallejo en la periferia invisible”) se deja entrever el anhelo del poeta peruano por no quedar encasillado en una minoría vanguardista y elitista, tal como cuestionaba desde Madrid a los jóvenes poetas José Ortega y Gasset. Así Vallejo se acercó a esa teoría en varios de sus artículos periodísticos, en los que se esmeró en señalar que el acercamiento al realismo de la condición humana no tenía por qué concretarse minimizando los elementos estéticos.

La crítica Claudia Gómez Molina considera que Vallejo homenajea siempre al ser humano, que “celebra su capacidad de resiliencia y sugiere la reconciliación y aceptación con sus carencias y faltas”. Añade que “los sentimientos de hermandad y compasión” en Vallejo, “tienen la última palabra y finalmente prevalecen por sobre todo lo demás”.

“Somos el territorio de la infancia”, dijo Rilke. Y eso parece haber sido el destino de Vallejo, nacido en Santiago de Chuco, Perú y muerto en Parìs, de paludismo. Fue el menor de los once hijos que tuvieron Francisco de Paula Vallejo Benítez y María de los Santos Mendoza Gurrionero. Hizo el primario en su pueblo y terminó el secundario en el Colegio San Nicolás de Huamachuco en 1909. Una sola frase del poeta demarca a la perfección el territorio que le tocó vivir: “Hay soledad en el hogar sin bulla, sin noticias, sin verde, sin niñez”.

LA ENSEÑANZA

El recital en City Bell incluye una cita de Dylan Thomas: “Cuando el tiempo te alcance como una tumba veloz”, reseña Ibarlín. “Uno ya está grande y comprende lo que es son el tiempo y la vida. Pero en buena medida esas enseñanzas se las debo a Vallejo”, agrega.

Anoche habrá recitado “Piedra negra sobre piedra blanca”, que dice así: “Me moriré en París con aguacero,/ un día del cual tengo ya el recuerdo./ Me moriré en París -y no me corro/ tal vez un jueves, como es hoy, de otoño./ Jueves será, porque hoy, jueves, que proso/ estos versos, los húmeros me he puesto/ a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,/ con todo mi camino, a verme solo./ César Vallejo ha muerto, le pegaban/ todos sin que él les haga nada;/ le daban duro con un palo y duro/ también con una soga; son testigos/ los días jueves y los huesos húmeros,/la soledad, la lluvia, los caminos...”.

El vigente Joaquín Sabina dice que prefiere la poesía de Vallejo a la de Pablo Neruda

 

Después dirá el poema que empieza con enteros sustantivos: “La paz, la avispa, el taco, las vertientes,/ el muerto, los decilitros, el búho,/ los lugares, la tiña, los sarcófagos, el vaso, las morenas,/ el desconocimiento, la olla, el monaguillo,/ las gotas, el olvido,/ la potestad, los primos, los arcángeles, la aguja,/ los párrocos, el ébano, el desaire,/ la parte, el tipo, el estupor, el alma.../ Dúctil, azafranado, eterno, nítido,/ portátil, viejo, trece, ensangrentado,/ fotografiadas, listas, tumefactas,/ conexas, largas, encintadas, pérfidas.../Ardiendo, comparando,/ viviendo, enfureciéndose,/golpeando, analizando, oyendo, estremeciéndose,/muriéndose, sosteniéndose, situándose, llorando.../Después, éstos, aquí,/ después, encima,/ quizá, mientras, detrás, tanto, tan nunca,/ debajo, acaso, lejos,/ siempre, aquello, mañana, cuánto,/ cuánto!.../ Lo horrible, lo suntuario, lo lentísimo,/ lo augusto, lo infructuoso,/ lo aciago, lo crispante, lo mojado, lo fatal,/ lo todo, lo purísimo, lo lóbrego,/lo acerbo, lo satánico, lo táctil, lo profundo...”.

Perú tiene una literatura ilimitada, grandiosa y andina, con figuras cumbres reconocidas en el mundo: el Inca Garcilaso de la Vega, Ricardo Palma, Manuel Scorza, Mario Vargas Llosa, Ciro Alegría y, claro, entre otros, el admirable Vallejo, descubridor de los heraldos negros y los poemas humanos.

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla