Crece la alarma por el clima y se acortan los plazos de respuesta

Desde muy chica Magdalena de la Torre (20), estudiante platense de Medicina, incorporó hábitos orientados al cuidado del medio ambiente, tales como la elaboración de compost con la basura orgánica o el cuidado de una huerta familiar. Pero a partir de los 18 años, cuenta, asumió un mayor compromiso para la preservación del planeta: adoptó hábitos de consumo responsables evitando los plásticos, prefiriendo la ropa usada a la nueva, dejando de comer carne y hasta empleando una cocina a leña para preparar sus comidas. Al mismo tiempo, decidió sumarse al movimiento Viernes por el Futuro (Fridays for Future), cuya mayor referente internacional es la adolescente sueca Greta Thunberg. Como a muchos activistas ambientales, a Magdalena no la sorprendieron las conclusiones del informe difundido la última semana por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) vinculado a la Organización de las Naciones Unidas que advirtió que las consecuencias del calentamiento global serán peores que lo planteado en estudios anteriores y llegarán antes que lo previsto. Para Magdalena, la advertencia representa también un llamado a la conciencia ambiental de la población: “Este informe hará que mucha más gente tome conciencia de que hay que involucrarse y hay que actuar ahora mismo”.

Romina Meringer, ingeniera química y especialista en medio ambiente de la Universidad de Córdoba sostiene, en tanto, en diálogo con este diario, que el informe del IPCC “viene a mostrarnos la realidad del cambio climático tal cual es y acelera los tiempos de respuesta: ya no hablamos de algo que afectará a las próximas generaciones, sino que nos afecta aquí y ahora y se potenciará en las próximas décadas. Es una alerta roja. La buena noticia es que ya sabemos cómo podemos trabajar para reducir el impacto. A nivel de los gobiernos y las organizaciones es necesario ir ya hacia una descarbonización de la economías. Ningún país se va a salvar sólo. Pero también se puede aportar desde la acción individual. Revisando la cultura de todos”, sostiene.

El informe

Lo cierto es que el último informe del IPCC sobre el futuro del clima dado a conocer esta semana vino a sacudir al mundo con dos conclusiones, ambas preocupantes: el cambio climático llegará antes y será peor de lo que se esperaba.

Según el informe, el calentamiento global podría aumentar 1,5ºC en torno a 2030, diez años antes de lo estimado, lo que amenazaría al mundo con nuevas catástrofes “sin precedentes”.

El informe destacó que los seres humanos son “incuestionablemente” responsables del cambio climático y deben reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero si quieren limitar los daños.

Además, el nuevo informe se dio a conocer en momentos en que una serie de eventos climáticos extremos conmueve al mundo: incendios en Grecia y Turquía (donde el número de muertos a causa de los siniestros rondaba ayer los 40), incendios forestales en Siberia y California, hambruna en Madagascar, inundaciones excepcionales en China y Alemania, una ola de calor récord en Canadá y temperaturas extremas en países europeos como España e Italia y otros del norte de África, volvieron a poner al clima por estos días en el centro de la atención mundial.

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Paralelamente, otro informe, esta vez de una agencia estadounidense, indicó el último viernes que el mes de Julio de este año fue el más caluroso de la historia para el mundo (ver aparte).

Frente a este panorama, los llamamientos a la acción por parte de los ambientalistas crecen. Y todas las miradas se dirigen ahora a Glasgow, donde los líderes mundiales se reunirán en noviembre para la conferencia sobre el clima COP 26.

Mientras para muchos se trata de una oportunidad para acelerar las soluciones que requiere el planeta frente a la crisis climática, otros temen que suceda lo que en otras cumbres, en las que al cabo de las conversaciones hubo pocos avances concretos para paliar la crisis climática global. Y sostienen que se necesita acelerar el tiempo de las respuestas.

en nuestro país

Carolina Vera, una de las científicas argentinas que trabajó en el último informe de expertos vinculados a las Naciones Unidas, cuyas conclusiones impactaron al mundo, indicó ayer que en nuestro país se incrementaron las precipitaciones extremas en el este y sur, mientras en la cordillera de los Andes hay un retroceso de los glaciares a causa del cambio climático, que provocará además un aumento “de la temperatura media a una tasa más alta” en la región.

La difusión del informe se produjo en momentos en que el Río Paraná registra una bajante histórica y cuando una sequía de proporciones provocada por la escasez de nevadas golpea a varias provincias argentinas (ver aparte).

Vera, que es especialista en Ciencias de la Atmósfera de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigadora principal del Conicet, dijo que la señal más clara del calentamiento global en la Región es que si la temperatura global continúa avanzando, la temperatura media en esta región también va a aumentar pero a una tasa más alta. Además, en todo nuestro país se observa el aumento de los eventos extremos de lluvia tanto en frecuencia como en intensidad “y esto se hace más severo con los niveles de calentamiento”.

“Por otro lado, en la zona de la cordillera de los Andes se confirmaron dos cosas. Una es el retroceso de los glaciares, lo cual se va a acelerar con los niveles de calentamiento y también está asociado con la disminución de la nieve y de la lluvia. Entonces hay una mayor tendencia a la aridez y las sequías en las zonas de Cuyo y norte de la Patagonia. Pero en la punta sur, en cambio, (sur de Chile y Tierra del Fuego), la tendencia es de aumento de las lluvias”.

La esperanza detrás de la alarma

Frente a este panorama, el fuerte impacto que causaron las conclusiones del informe del IPCC, además de encender alarmas en todo el mundo, también alienta esperanzas entre los más comprometidos con la cuestión ambiental.

Como la platense Magdalena de la Torre que cree que la crudeza del informe va a alentar a más personas a comprometerse con el cuidado del planeta, cambiando hábitos y formas de consumo.

“Se necesita un cambio colectivo y para esto se requiere primero un cambio individual. Y el momento de actuar es ahora mismo”, dice la integrante platense de Fridays for Future, quien agrega que “también se requiere que las empresas y los gobernantes actúen de forma inmediata porque se necesita urgentemente que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero”.