Boca le ganó 1-0 a Colón y sigue prendido en un torneo en el que ahora irá por River

Boca extendió anoche el invicto en la era de Sebastián Battaglia con un triunfo ante Colón, en la Bombonera, que le permite sostener una posición expectante en la Liga Profesional, con 21 puntos, detrás de Talleres (29), River (27), Estudiantes (24), Lanús (23) e Independiente (22), justo una semana antes de ir al Monumental para jugar una nueva edición del Superclásico en el regreso del público a los estadios.

Nicolás Orsini, a los 20 minutos del segundo tiempo, fue el encargado de estampar el 1-0 en un partido, por momentos entretenido, que le dio contin uidad a la fecha 13 del certamen.

Para Boca, esta pulseada con el último campeón del fútbol argentino, significó una prueba de riesgo, porque se produjo en medio de una marcada recuperación experimentada a partir de la designación de Battaglia en lugar de Miguel Ángel Russo, en todo sentido, porque el equipo mejoró su rendimiento colectivo y como consecuencia de ello llegaron los resultados que se negaban en la etapa anterior.

En estos términos, la formación azul y oro inició una escalada que incluyó triunfos frente a Patronato de Paraná, Platense, Rosario Central y Atlético Tucumán, y empates sin anotaciones con Racing y Defensa y Justicia. En forma paralela, avanzó a las semifinales de la Copa Argentina, tras eliminar por penales a Patronato y mantiene la ilusión de coronar un torneo que le daría la clasificación directa a la Copa Libertadores 2022.

Con variantes respecto de la presentación anterior, frente a Patronato, en Santiago del Estero, hubo variantes particularmente en la línea de medios, siendo la ausencia más notable la de Juan Ramírez, el volante zurdo que llegó como refuerzo procedente de San Lorenzo y una lesión lo dejó sin posibilidades para el partido de anoche y, lo principal, también afuera del Superclásico del domingo en Nuñez.

Más allá del panorama, y la influencia a partir de esa característica que se le reconoce a Cardona para organizar el juego, de entrada, frente al Sabalero, quien marcó la diferencia fue Almendra, y el mejor ejemplo de eso fue la entrega que le hizo a Pavón, pasado el primer cuarto de hora, en jugada que se completó con un derechazo del cordobés que explotó en el travesaño.

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Pavón, quien se ha venido desempeñando por la izquierda, esta vez se recostó a la derecha para favorecer el adelantamiento de Fabra, quien jugó como un puntero izquierdo. Por el medio Orsini, nuevamente titular desplazando al juvenil Luis Vázquez en un dibujo 4-3-1-2, con Rolón parado como volante central, delante de los centrales.

Colón fue corrigiendo los problemas sobre la marcha, ajustando las marcas y aprovechando el espacio que Boca dejaba a espalda de Rolón, por donde aparecieron en diagonal Ferreira y Farías, amenazantes, en un esquema táctico 4-4-2 que emparejó el trámite ante un local que recién volvió a dar síntomas de vida con el final del primer tiempo a la vista, cuando Almendra asistió de nuevo a Pavón, en una jugada similar a la anterior, que esta vez tapó el arquero en el primer palo.

Se afirmó el conjunto santafesino en defensa, y tapó las variantes que Boca pudiera ensayar en los últimos metros de la cancha. Para romper la monotonía, Battaglia dispuso los ingresos de Briasco y Molinas para refrescar el juego asociándose con Almendra, recostado sobre la izquierda, e implementar un definitivo 4-3-3. Al mismo tiempo Eduardo Domínguez hizo entrar a Castro y Formica, en este caso con la idea de manejar la pelota en la franja central.

En este contexto, ganó Boca, porque a los 20 minutos, una jugada que nació en Rojo, continuó en Molinas y se extendió en Pavón, finalizó en la apertura de Orsini, quien llegando por la derecha clavó el 1-0 al segundo palo, el de la mano derecha de Burián. El 1-0 que necesitaba el conjunto Xeneize para seguir escalando en la tabla de posiciones de la Liga Profesional, el “plan b” para acceder a la próxima edición de la Copa Libertadores.

El gol le puso un punto final a los movimientos cuidados de Colón, que ahora, con la pelota en su poder, propuso un juego de un arco al otro, con matices y jugadas que pudieron establecer el empate, como una de farías que tapó Rossi, o una diferencia mayor a partir de salidas rápidas de un Boca que se mostró más calculador.