Feroz entradera en Berisso: un jubilado herido y los nietos encañonados

Fueron 15 minutos a pura violencia, que incluyó una sesión de golpes, torturas psicológicas y mucho miedo para un jubilado de 79 años, la nuera de 40 y los dos hijos de la mujer, de 10 y 13 años. Todo para robar dólares, pesos, dos alianzas y un auto, tras lo cual la banda decidió emprender la fuga.

El terrible caso, que recién trascendió en las últimas horas, ocurrió en una vivienda de la calle 128 entre 1 y 2, en el barrio Universitario, sobre el ingreso al municipio de Berisso y a tres cuadras de la Universidad Tecnológica.

Bien temprano, como hace casi todos los días, Rubén Molinari (79) sacó a la vereda el Peugeot 208 rojo de su nuera, que estaba en el garaje en común que tiene la propiedad, donde está su casa y la que habitan su hijo, con su nuera y los nietos.

“Tenía que llevar a mis hijos a la escuela y por eso siempre me saca el coche”, contó ayer Soledad (40), una de las damnificadas.

Justo en ese momento se colaron cuatro delincuentes fuertemente armados y encapuchados, tras abordar y encañonar al jubilado, que aún estaba dentro del rodado.

Instantes después de la entradera, la banda condujo bajo amenazas de muerte a Molinari a la casa de Soledad, donde estaba a punto de salir con los chicos.

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“TE MATO A UN PIBE, ELEGÍ A Cuál”

La mujer reveló que apenas los asaltantes llegaron a su vivienda, apoyaron sus revólveres en la cabeza de sus dos hijos. Pero si esa dramática escena la estremeció, la frase de uno de los delincuentes le heló la sangre: “Me dijo `te mato a un pibe, elegí a cual querés más´. Entonces, traté de calmarlo y le dije que iba a entregarle todo el dinero que tenía”, recordó.

Lo mismo pasó con otra expresión proferida por uno de los ladrones, que incluso la desconcertó. La mujer contó al respecto que “le ofreció 5.000 pesos y me dijo que no le interesaban los pesos, que quería los verdes”.

Temiendo que pudieran materializar la cruel amenaza que había escuchado poco antes, decidió entregarles “mi alianza y los 800 dólares que teníamos con mi marido”, quien al momento del atraco no se encontraba en el lugar. La banda le robó también “la llave de mi coche” y le ordenó inicialmente a la mujer que encierre “a mis dos perritos en una habitación”.

“LE PEGARON MUCHÍSIMO”

Soledad después relató que “luego nos obligaron a ir a la casa de mi suegro, donde me hicieron meter en el baño con mis dos chicos. Y a él le pegaron muchísimo”.

En tal sentido, precisó que “le dieron culatazos, trompadas y cuando cayó al piso, le pegaron patadas también”.

Acotó que “terminó ensangrentado y luego que se fueron los delincuentes, en el hospital de Berisso le tuvieron que dar dos puntos de sutura en la cabeza”.

La brutal paliza que sufrió por la ferocidad de estos delincuentes, motivó que además quedaran como secuelas adicionales “moretones en varias partes del cuerpo, especialmente en la espalda y en los brazos” de Molinari.

Los asaltantes recién decidieron apurar la fuga “después que le sacaron a mi suegro la jubilación entera que tiene en pesos y una cantidad de dólares, que todavía no conozco”.

Pero como el Peugeot 208 de Soledad había quedado sobre la vereda, “uno de estos pibes, que deben tener entre 20 y 25 años y estaban encapuchados y con barbijos, corrió el auto de lugar y luego escaparon con el Peugeot 308 blanco de mi suegro”, que hasta ahora no apareció .

En ese barrio, hubo quienes aseguraron haber visto a “una camioneta negra” dando vueltas por allí “minutos después de las 6 de la mañana”.

Soledad no tiene claro “si se trató de un robo al voleo o si vinieron principalmente a asaltar a mi suegro”, a quien durante el martirio al que la banda lo sometió durante un cuarto de hora “pese a los fuertes golpes que le dieron, le pedían que no gritara”.

CÁMARAS Y ALARMA VECINAL

Durante la extensa charla con este diario, Soledad reveló a su vez que “ya veníamos conversando en el barrio de hacer instalar un sistema de alarma vecinal, porque en al menos otras dos viviendas también robaron hace poco”.

“Pero en casa además pensamos en colocar cámaras de seguridad”, agregó.

El barrio Universitario, ahora en la mira delictiva, abarca desde calle 56 hasta 60 desde 125 a 129.