Un pedido de desafuero mete más tensión política en el Senado

En el Senado bonaerense no faltan las fricciones políticas. Abundan, intramuros, tanto en el oficialismo como en la oposición. Y aún más, entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio que se mueven en una inestable paridad de 23 bancas por lado.

Ese clima de tensión casi permanente anotó en las últimas horas un asunto urticante que podría amplificar ese escenario de convivencia difícil y forzada. Y el que lo aportó fue el juez federal de La Plata Ernesto Kreplak, quien acaba de pedir el desafuero del senador platense opositor Juan Pablo Allan para poder indagarlo en una causa en la que se investiga el funcionamiento de la denominada “mesa judicial” durante el gobierno de Mauricio Macri.

Allan estuvo en la comentada reunión en una sede del Banco Provincia de la que participaron entre otros el intendente Julio Garro, empresarios de la construcción y el entonces ministro de Trabajo de María Eugenia Vidal, Marcelo Villegas. De acuerdo a las acusaciones que viene lanzando el kirchnerismo, fue en ese ámbito donde se convino avanzar judicialmente contra el ex titular de la Uocra, Juan Pablo “Pata” Medina. Pero para el kirchnerismo, es mucho más que eso: supone la comprobación de la existencia de una “mesa judicial” supuestamente armada para perseguir a dirigentes de la oposición.

Dato al margen: Medina venía siendo denunciado desde hace largos años por empresarios de la construcción de La Plata y el miércoles arranca un juicio en su contra por presunto lavado de activos y enriquecimiento ilícito.

La cuestión es que ahora, el Senado tendrá que decidir si le da vía libre al desafuero de Allan pedido por el juez. En enero, votó una autorización para que le allanaran el despacho, pero quitarle los fueros para que declare, es otra cosa.

El kirchnerismo, principal interesado en que avance la causa que sustancia Kreplak, irá a la carga con el desafuero. Hay quienes dicen que es la propia Cristina Kirchner quien empuja para que el Senado bonaerense accione.

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Sin embargo, esos supuestos deseos chocan contra aquél mencionado escenario de paridad. Con 23 de los 46 senadores, Juntos por el Cambio está en condiciones de bloquear la intentona del Frente de Todos. Para aprobar el desafuero se requiere el voto de los dos tercios de los miembros de la cámara, 31 voluntades que ninguno de los bloques puede reunir por sí solo.

Si bien esa es la postura imperante, algunos senadores opositores mostraban cierta incomodidad con un antecedente fresco ocurrido en el Congreso, cuando Cambiemos apretó el acelerador para sacarle los fueros al entonces diputado nacional Julio De Vido, cuya declaración era requerida por la Justicia en la investigación de diversos casos de corrupción con la obra pública.

En oficialismo afronta sus propias cuitas. Por lo pronto, nadie está en condiciones de asegurar los 23 votos del Frente de Todos. Si bien existen algunos sondeos, sigue la tensión con la senadora Magdalena Goris de Gray, esposa del intendente de Esteban Echeverría y principal opositor al arribo de Máximo Kirchner a la jefatura del PJ bonaerense.

De hecho, Goris no fue a las últimas dos sesiones del año pasado.

El pedido de desafuero llega en momentos de otras definiciones en el Senado que generan cortocircuitos. Acaso la principal sea la que involucra al ex funcionario de Axel Kicillof, Federico Thea, cuyo pliego sigue trabado en la Cámara alta. El mandatario busca hacerlo desembarcar en el Tribunal de Cuentas. La oposición se negó en diciembre a darle el pase y algunos sectores del peronismo no ven con buenos ojos dejarle a Kicillof que coloque en ese lugar estratégico un hombre propio y, encima, a perpetuidad.

Ahora apareció el pedido de desafuero que la justicia federal presentó en las últimas horas del jueves en la Cámara alta provincial. El juez Kreplak tiene previsto indagar al senador platense Allan el día 21 de marzo. Todo, claro, si antes el Senado le saca los fueros.