
Detuvieron a una funcionaria del Ministerio de la Mujer bonaerense por el ataque a la casa de Espert
Detuvieron a una funcionaria del Ministerio de la Mujer bonaerense por el ataque a la casa de Espert
Primera prueba positiva: Gimnasia venció a Defensa y Justicia en un amistoso
VIDEO.- Así una mujer caminaba por una vereda de La Plata y de repente se la "tragó" un pozo
River, ante Inter de Milan, busca clasificar en su partido más difícil: formaciones, hora y TV
Una "patota" golpeó a una legisladora de la UCR de Formosa a días de las elecciones
Oportunidad para vender su auto usado publicando GRATIS sábado y domingo
Otra baja en Estudiantes: se lesionó Tobio Burgos y estará varias semanas afuera
El eclipse del siglo: un experto explicó cómo será el fenómeno y aclaró si se podrá ver en Argentina
¿Cuándo se celebra el Día del Niño en 2025? Confirman la fecha en medio de rumores de cambios
Escándalo: un jubilado le ofreció a sus inquilinas que le paguen el alquiler con sexo
El Tribunal que condenó a Cristina recibió más de 700 mails con pedidos para visitarla
Habían detenido a su pareja, fue a buscarlo con una moto robada y también quedó presa en Berisso
¡Atención! Un simulacro en La Plata complicará el tránsito: cuándo, dónde y a qué hora será
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Soplar las velitas no es algo trivial: el rito viene de la Grecia antigua. Honores a los faraones egipcios y emperadores de Roma. La novela de Aira y la interpretación de Macedonio Fernández sobre su fecha de nacimiento
Según los textos más remotos, los primeros cumpleaños que se celebraron fueron los de los faraones, en Egipto, hace unos cinco mil años. En realidad, se relegaba la fecha de nacimiento, considerada secundaria, hacia el día en que un faraón era coronado/ Web
MARCELO ORTALE
Por MARCELO ORTALE
Cumplir años no es nada banal. Acaso puedan serlo algunas fiestas de cumpleaños. Pero la acumulación de experiencia que marcan las fechas de los aniversarios deja la inevitable sensación de que cada una de ellas es un compromiso renovado con los misterios de la vida y el universo. En español, en ingles, francés, portugués, turco o árabe, la canción del “feliz cumpleaños”, es la más popular y divulgada en el mundo. Más que la Noche de Paz.
“Con alegrías y risas, deja que las viejas arrugas lleguen” pidió el maestro inglés William Shakespeare. Buen aforismo para absorber un cumpleaños. Y su colega en alturas, el español Miguel de Cervantes, dijo acerca de esta mareante colecta de vivencias de toda persona: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. Los dos murieron, sin conocerse entre ellos, el 22 de abril de 1616. Nacieron juntos para la posteridad.
Los primeros cumpleaños que se celebraron fueron los de los faraones, en Egipto
No es necesario ser o haber sido un gran escritor, un intelectual de fuste. En cada persona existe un sistema de conocimiento y de juicio, que suele activarse el día del cumpleaños. Y son comunes las pequeñas sentencias filosóficas que dicen los homenajeados, cuando llega la hora de explicar lo que sienten. Pero la gran literatura tampoco estuvo ajena a la interpretación de estos festejos.
Según los textos más remotos, los primeros cumpleaños que se celebraron fueron los de los faraones, en Egipto, hace unos cinco mil años. En realidad, se relegaba la fecha de nacimiento, considerada secundaria, hacia el día en que un faraón era coronado. En esa jornada se le concedía fiesta a los trabajadores –dejarían de arrastrar por las arenas esas enormes piedras- y todos le deseaban al gobernante una larga vida.
LE PUEDE INTERESAR
Una singular visión de Japón, de la mano de Joan Miró
Ahora se sabe que ni siquiera es trivial soplar las velitas, que todo deriva de ritos milenarios. La costumbre egipcia también latió en la Grecia antigua. Los griegos crearon un protocolo para las celebraciones de cumpleaños, que se iniciaba con la preparación de una torta –hecha con harina, cereales y miel- que necesariamente debía ser redonda, para representar a la luna sobre el altar del templo de Artemisa. Hija de Zeus y Latona, hermana gemela de Apolo, Artemisa fue justamente diosa de la luna, pero también de la naturaleza y la caza.
A esa torta la rodeaban con grandes velas que no debían ser sopladas, sino que tenían que consumirse por si solas y algunos sostienen que eso marcaba la duración de la fiesta. Cuanto más ardieran las pequeñas llamas, más larga sería la vida y más grande la prosperidad del festejado. Las mediciones de entonces eran indefinidas, casi eternas. No efímeras como ahora.
“El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”
Miguel de Cervantes,
Novelista, poeta y dramaturgo español
Los romanos siguieron a los griegos en el molde de esta ceremonia, pero le dieron un brillo especial a la celebración de la fecha de nacimiento de sus emperadores, cónsules y senadores. Los cumpleaños se convirtieron en fiestas públicas y en halagos al jefe. Las puñaladas traperas vendrían después.
“Con alegrías y risas, deja que las viejas arrugas lleguen”
William Shakespeare,
Dramaturgo, poeta y actor inglés
En cuanto a la tercera ola civilizadora, la del cristianismo, se dice que la Biblia es poco expresiva cuando le toca hablar de las fechas de nacimiento. De allí que durante siglos muchos fieles creyeron que no era apropiado celebrar los cumpleaños. Partían de la base de que los cumpleaños no le agradan al Señor, ya que cada vez que la Biblia habla de ellos el asunto termina en alguna tragedia.
“Uno empieza a ser joven a la edad de sesenta y entonces ya es demasiado tarde”
Pablo Picasso,
Pintor y escultor español
Job, sobre quien diluviaron las adversidades, maldice el día de su nacimiento según nos cuenta el Antiguo Testamento. De todos modos, la Biblia no dice nada acerca de si a Dios le gustan o no estas celebraciones, aunque tampoco menciona las fechas de nacimiento de ningún protagonista de la historia sagrada.
Sin embargo, a medida que el cristianismo se expandió y quedó convertido por el emperador Costantino en religión oficial del imperio romano, en el siglo IV, el paganismo dejó de eclipsarlo y comenzaron a tallar las celebraciones cristianas, admitiéndose cada vez más la celebración de las fechas de nacimiento. Junto a ellas se instituyeron los festejos de la Navidad y del día de Reyes.
César Aira / Web
Hay dos bandos establecidos entre los escritores. Por un lado están los que disfrutan con las fiestas de cumpleaños y, por otro, los que se apartan un poco atemorizados por el protagonismo. Entre los primeros puede hablarse, en general, de juerguistas que, después de meses de transida soledad, de escribir horas y horas, se arrojan en el ruido de las celebraciones.
Uno de los precursores modernos de esta lista es Marcel Proust que, pese a las alergias y otros males que lo obligaron a una vida retirada, organizaba en el jardín de su casa fiestas celebratorias cargadas de placeres y de anécdotas. Más aquí puede hablarse de Arthur Miller (esposo de Marilyn Monroe, Allen Guinsberg, Truman Capote, José Lezama Lima o la escritora danesa Isak Dinesen que se encargaba de avisarle a todo el mundo que ella tenía una sola comida: ostras con champagne.
El hedonismo gastronómico y también el ético fueron buenos compañeros de muchos escritores. Sin embargo, pareciera otros tantos autores de novelas, ensayos y poemas, fueron y son personas replegadas, no interesados en exponer su identidad. Muchas de ellas enormemente tímidas, como Borges, que recién en su vejez sostuvo que su timidez, a la que le había logrado quitar dramatismo, había sido en realidad un acto de soberbia.
Los romanos celebraban la fecha de nacimiento de sus emperadores, cónsules y senadores
“Uno empieza a ser joven a la edad de sesenta y entonces ya es demasiado tarde”, sostuvo alguna vez Pablo Picasso. Hace poco el novelista argentino César Aira escribió su novela “Cumpleaños” (Editorial Literatura Random House, 2017), en la que se repasa el ir y venir de las olas de la vida: “Uno se da cuenta que no tiene veinte años, de pronto advierte que ya no es joven... y mientras tanto el mundo cambió; mientras uno estaba pensando en otra cosa”.
El que encontró una justificación completa a la fecha de su nacimiento y la fecundó con una significación filosófica casi adánica fue el siempre original Macedonio Fernández. En “Papeles de Recienvenido” escribió esta joya autobiográfica: “El Universo o Realidad y yo nacimos el 1 de junio de 1874 y es sencillo añadir que ambos nacimientos ocurrieron cerca de aquí y en una ciudad de Buenos Aires. Hay un mundo para todo nacer, y el no nacer no tiene nada de personal, es meramente no haber mundo”.
En cuanto al no haber mundo, sostiene más adelante que en vano los historiadores se empeñan por hacerle creer que, antes de que él naciera, algo existía. Lo que no está en cada uno de nosotros, no está en ninguna parte. Esa fue la filosofía poética y metafísica de uno de los máximos intelectuales de la Argentina.
En esa autobiografía Macedonio asegura también: “Nacer y no hallarlo es imposible; no se ha visto a ningún yo que naciendo se encontrara sin mundo, por lo que creo que la Realidad que hay la traemos nosotros y no quedaría nada de ella si efectivamente muriéramos, como temen algunos”.
Macedonio Fernández / Web
En España y también mucho en la Argentina está consolidada la costumbre de tirar las orejas del cumpleañero. Un tirón por cada año. Eso se relaciona con el “saber mucho” de Cervantes, del que se habló al principio. El motivo de esa tradición se funda en la creencia de que estirando los lóbulos las orejas se harán más largas y, por consiguiente, esa persona será más sabia. El que oye mucho, sabe mucho.
Se dice que una de las personas más sabias de la cultura china, Lao- Tsé, tenía orejas que medían 17 centímetros de largo.
Y en todas partes del mundo se canta el “happy birthday to you”, el “feliz cumpleaños” español, el “tanti auguri a te” italiano, el “joyeux anniversaire” francés, el “parabens pra vocé” portugués, etc. La canción tan universal es relativamente nueva: fue creada por las hermanas estadounidenses Mildred y Patty Hill en 1912.
Eran profesoras de inglés y, con la misma música, le hacían decir a sus alumnos “Good morning to all” (buenos días para todos) como forma de saludo. Las hermanas fueron una vez a un cumpleaños y allí se les ocurrió modificar ese verso por “happy birthday to you”. Y con esa sola frase lograron cruzar todas las fronteras hasta hoy. Invadieron en paz todo el planeta, sin necesidad de matar a nadie.
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Full Promocional mensual
$650/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6100
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Básico Promocional mensual
$500/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3950
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2025 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro DNDA Nº RL-2024-69526764-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí