Cierra la votación de los estudiantes y podría haber más de una sorpresa

Después de una pausa de más de dos años a la que obligó la pandemia, los alumnos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) volverán a sentir hoy el nerviosismo típico de un escrutinio, cuando a partir de las 18 se conozcan los primeros resultados de las elecciones que arrancaron el miércoles y que recién hacia la medianoche podrían arrojar números finales. En juego están la conducción de los centros de estudiantes y 5 consejeros directivos por ese claustro en cada facultad.

También se esperan finales reñidos con el escrutinio de Medicina, Agrarias y el Observatorio

De movida, todos miran a Derecho, bastión que Franja Morada perdió en 2018 a manos de los peronistas de Estudiantes de Abogacía y que busca recuperar. Otra apuesta de los morados es Informática, gobernada por la Juventud Universitaria Peronista (JUP), que -como parte de un frente en el que ya no está La Cámpora- pretende sumar Humanidades. El reformismo estudiantil se ilusiona también con Psicología, donde se da una situación singular tras la salida de la JUP del frente de conducción que integraba con el Miles y La Cámpora, y cualquier cambio podría favorecer a la izquierda (que viene de perder el Centro), a Patria Grande o a Franja Morada, que corre de atrás como cuarta fuerza pero que ayer se ilusionaba con un batacazo que nadie descartaba.

Antes de continuar, vale recordar que las últimas elecciones mostraron un retroceso de la izquierda y un avance de Franja Morada, que ahora se presenta en 15 de 17 facultades y gobierna en 6: en 2019 retuvo Económicas, Veterinarias, Observatorio y Agrarias, a las que sumó Arquitectura e Ingeniería. Otra media docena de facultades se reparten las distintas vertientes del peronismo que, con distintos nombres, también postula candidatos estudiantiles en mayoría de unidades académicas: La Cámpora manda en Periodismo y -en alianza con el Miles- en Artes y Psicología; la JUP, que ya tenía Informática, se quedó con Medicina; y los peronistas de Estudiantes de Abogacía están, como se dijo, al frente de Derecho. Humanidades y Trabajo Social le pertenecen a La Mella (Patria Grande). Mientras que Exactas, Odontología y Naturales están en manos de independientes.

Como viene informando este diario, los alumnos fueron convocados a las urnas para elegir la conducción de los centros de estudiantes en las 17 facultades, pero también 5 representantes para los consejos directivos, el órgano de co-gobierno universitario en el que conviven con 7 profesores, 2 graduados, 1 jefe de trabajos prácticos y 1 no docente. La particularidad este año es que esos consejeros deberán votar el mes próximo a los decanos y después participarán de la Asamblea que designará al presidente de la UNLP, un cargo para el que la actual conducción postula a Martín López Armengol. En este último órgano los estudiantes aportan casi un tercio de los 272 asambleistas y son la segunda bancada en volumen detrás de los profesores, que representan cerca del 40%.

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Por eso cobran especial relevancia estos comicios marcados por la incertidumbre de dos años en los que la UNLP estuvo prácticamente cerrada, el contacto entre los estudiantes se redujo a la mínima expresión y dos camadas de ingresantes cursaron de manera virtual (y están habilitados a sufragar por primera vez).

La vuelta a las urnas, que recuperó el folclore y el color de cada elección estudiantil, trajo también acusaciones de todo tipo: en Psicología, por ejemplo, militantes de Franja Morada apuntaron a la alianza que integran el Miles y La Cámpora (que conduce el Centro) por supuestos mensajes discriminatorios; en Humanidades, desde la conducción de La Mella dispararon contra la JUP por robo de cartelería; y en Periodismo se repuso la rivalidad entre la Agrupación Rodolfo Walsh, brazo estudiantil de La Cámpora que conduce ese Centro, y su escisión, Nueva Generación (JUP) que denunció cambios en el padrón electoral.

Con todo, en la tensa víspera del escrutinio la sombra de la incógnita caía también sobre Medicina, donde la mayoría del alumnado no arrancó a cursar, el nivel de participación era lento, y se preparaban para un final reñido entre la conducción de la JUP y la minoría que integran Patria Grande y el PCR.