Laurita Fernández: “Sé lo que quiero y lo que no, y eso me permite disfrutar más”

Apenas pasa los treinta pero Laurita Fernández ya hizo de todo. Teatro, cine, radio, televisión. También rompió la pista de baile de Tinelli (en varias oportunidades) y hasta condujo el “Cantando por un sueño” (2020) en el prime time de El Trece, señal en la que desde hace más de un año y medio anima “Bienvenidos a bordo”, que no sólo la consolidó en la conducción sino que también le regaló un gran amor: el productor Claudio “Peluca” Brusca. Disfrutando de uno de los mejores momentos de su vida, la bailarina está lista para volver al escenario de la mano de “Matilda, el musical”, una de las producciones más esperadas del año.

“Sé lo que quiero y lo que no, y eso me permite disfrutar más”, asegura en diálogo con EL DIA, en el marco de un evento de prensa realizado en el Ateneo Grand Splendid de la avenida Santa Fe; un lugar especial y que tiene mucho sentido porque a Matilda Wormwood, la protagonista de la historia que escribió Roald Dahl´s y que inspiró la icónica película de los 90, le encanta leer y escabullirse por los pasillos de una biblioteca gigante.

En este musical, que desde el 1 de junio se podrá ver por sólo ocho semanas en el Gran Rex, Laurita le pondrá el cuerpo a la Señorita Miel, la dulce maestra que rápidamente se da cuenta de las aptitudes de Matilda y con la que genera un vínculo entrañable. Un personaje que, al igual que todos los de la inolvidable película protagonizada por Mara Wilson y dirigida por Danny DeVito (que también interpreta a su malvado padre), ha quedado marcado a fuego en varias generaciones. Marcas que, dirá después, se convirtieron en uno de los grandes desafíos a la hora de componer con impronta propia a una criatura popularmente conocida.

“Matilda, el musical” cuenta la historia de una niña inteligente y especial enamorada de la lectura a la que le encanta inventar historias para escapar de la realidad, una forma de huir de unos padres que la tratan con indiferencia. Un buen día sus padres toman la decisión de enviarla a una escuela dirigida por una despiadada directora, la aterradora Tronchatoro. Con la ayuda de la Señorita Miel, Matilda iniciará un nuevo camino en el que vivirá divertidas experiencias y asombrosos descubrimientos. Una historia de todo lo que se puede conseguir con imaginación, conocimientos y perseverancia.

Laurita estará acompañada en escena por Agustín Soy Rada Aristarán (Tronchatoro), José María Listorti y Fer Metilli (el señor y la señora Wormwood) y tres elencos infantiles rotativos de (9 a 12 años) en esta producción que llegará por primera vez al país luego de años de éxitos de taquilla en el mundo, desde Broadway hasta el West End. Producida por Carlos y Tomás Rottemberg, Valentina Berger, Mariano Pagani, Pablo Kohlhuber y Fernando Moya, cuenta con la dirección de Ariel del Mastro, responsable de exitosos musicales como “Cabaret”, “Aladdin será genial” y “Peter Pan”, entre más. Las entradas ya están a la venta a través de Ticketek.

-¿Cómo encaraste este proyecto? ¿Fue un sí inmediato?

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-Sí, inmediatamente. No podía no ser parte de semejante producción porque se hace tal cual se hizo en Broadway, tal cual se está haciendo en Londres y en Madrid. Es bajo los estándares de los creadores del musical, obviamente, con la exigencia que eso conlleva. Entonces, es traer una obra de un nivel muy elevado. Me honra ser parte. Tener la chance de ver algo así, y encima estar en el elenco, me hizo no dudarlo ni medio segundo.

-¿Qué tiene la historia de “Matilda” que más allá del formato en el que se haga atrapa tanto aún a pesar de los años?

-Yo creo que la misma esencia de la peli de los noventa que nosotras vimos, y que al día de hoy recordamos, es que es una historia que atrapa a grandes y chicos. Es verdad que si yo hoy engancho la peli, me la quedo viendo. Pero también pasa algo más allá de todo lo que tiene que ver con el nivel de producción que hay en la puesta, y que son los nenes. Son tres elencos de niños que hacen todo: cantan, bailan, actúan. Son un imán, no podés creer lo que hacen. Te generan ternura, ganas de abrazarlos, de aplaudirlos, de gritarles. Creo que de verdad los chicos son el gran atractivo que tiene este musical.

-¿Ya habías trabajado con niños?

-Sí, pero no con tantos. Había trabajado con un par pero no así. Es la primera vez. El día de las fotos, llegamos y estaban pasando las escenas, cantando las canciones, ya se sabían todo desde antes de empezar a ensayar. Digo, ‘ay, dios, vamos a quedar como unos burros al lado de ellos que ya tienen todo clarísimo’. Tienen unas energías, unas ganas y una alegría que contagia y te hace revalorizar lo que estamos haciendo, de mirar y entender dónde estoy.

-Contame un poco de tu Señorita miel.

-Es esa esencia, esa mujer que ve las injusticias de esta Tronchatoro en esta escuela pero que no hace nada, se queda parada, no se anima a poner un stop, a intentar revertir la situación, a proteger a los chicos. Desde su lugar lo hace pero no se anima a más, siempre está muy sometida hasta que aparece Matilda en su vida. Ahí algo pasa, hay un quiebre que hace que ella se empiece a animar y tome las riendas de su vida, de lo que realmente quiere hacer, y va por eso, va a querer protegerla, querer cuidarla, querer sacar a esta Tronchatoro de la escuela y que los niños sean felices.

-¿Es un desafío para vos interpretar a un personaje que está tan metido en la cultura popular?

-Sí, ni hablar. Al haberse interpretado en tantas partes del mundo, tuve la posibilidad de ver muchas interpretaciones distintas, más allá de que es la misma esencia, y eso me sacó de la clásica Señorita Miel de la película. Por más que uno sabe qué es lo que le pasa, después cada uno la pasa por el cuerpo y obviamente sale siempre una manera diferente.

-Además, esta versión va a tener sello argentino.

-Totalmente. Y me pasó ya en las fotos de interactuar con las tres Matildas, y que, aún sin estar en personaje, ya te pasa algo que es muy parecido a lo que le pasa a Señorita Miel. A ella le pasa lo que le pasaría a cualquier persona viendo a estos chicos en escena. Entonces, ese lugar es muy cercano. Tronchatoro es todo lo contrario, es la maldad hecha persona. Miel, no. Por más que no tengo el carácter de Miel, sí es algo que me es cercano a la hora de interactuar con los chicos.

-¿Cómo te encuentra este presente para volver al musical después de tu elogiado “Sugar”?

-Me encuentra feliz, no pudiendo creer que se está concretando este proyecto del que sé desde hace más de un año pero no podía decir nada. Entonces, que esté sucediendo me llena de ansiedad, nervios, todo junto. Me encuentra, de verdad, recontra feliz porque quizás años atrás estaba llena de incertidumbres y muchísimas inseguridades y me sentía aún en una búsqueda de entender qué era lo que quería hacer. Y hoy me encuentro mucho más segura de muchas cosas, y con la cabeza mucho más clara en muchas situaciones, tanto a nivel laboral como personal. Eso me permite disfrutar más. Pero la verdad es que estoy siempre rodeada de mis maestros de toda la vida, que me están acompañando y ayudando acá, y de mi círculo íntimo que por ahí es el mismo, obviamente con una nueva relación amorosa que me hace muy bien, pero la familia, los amigos, y la gente cercana es la misma. Me encuentro no sé si la palabra es ‘plantada’ pero sí sé lo que quiero y lo que no y eso me permite disfrutar más de las cosas buenas como esta. Tal vez en otro momento de mi vida estaba más como volando, viendo o no entendiendo lo que pasaba, o estaba en lugares que no me hacían sentir tan bien pero de los que no me animaba a irme. ¡La vida! Las cosas que uno tiene que ir atravesando y pasando...

-¿Cómo vas a ensamblar este proyecto, que te va a demandar mucho tiempo, con tus otros proyectos laborales?

-“Matilda” es mi prioridad, sin dudas. Y se acomodarán los demás. No teníamos planeado que “Bienvenidos a bordo” siga, pensé que terminaba el año pasado y no, lo cual está buenísimo. Así que vamos a ir adaptando los ensayos y las funciones como venimos haciéndolo siempre. Siempre le encontramos la manera para que todo pueda salir de la mejor manera posible.

-¿Estás contenta con el elenco que te tocó?

-Estoy feliz de trabajar con Rada. A Listorti lo conozco desde siempre, y con Fer hacen una dupla tan graciosa. Son increíbles.

-¿Qué esperás que la gente se lleve de este musical?

-Espero que se queden tan fascinados como estamos nosotros haciéndolo. Sé que es una inversión ir al teatro, es toda una planificación, y sobre todo para una familia, entonces de verdad espero que se sientan chochos, satisfechos, felices de haberla vivido. Lo que les queremos regalar con “Matilda” es esa experiencia, que la recuerden si van con sus hijos, con sus nietos, que la disfruten mucho. Que se sienten, se relajen, que se olviden por un rato de todo lo que pasa alrededor y se dediquen a disfrutar.

“Los chicos tienen unas energías, unas ganas y una alegría que contagia y te hace revalorizar lo que estamos haciendo”

“Hace años estaba llena de incertidumbres y tenía muchísimas inseguridades. Hoy me encuentro mucho más segura y con la cabeza mucho más clara”

“Miel siempre está muy sometida hasta que aparece Matilda en su vida. Hay un quiebre que hace que ella se empiece a animar y tome las riendas de su vida”

“Creo que los chicos son el gran atractivo de este musical. No podés creer todo lo que hacen”