“Ningún cero a la izquierda”: el delito en La Plata se multiplica por mil

Si vinculamos al delito en La Plata con una cuestión numérica, podemos decir que no es “un cero a la izquierda”. Todo lo contrario. En cada barrio, en cada rincón de la Ciudad, la inseguridad está presente, se multiplica de manera descontrolada. Y así, paradójicamente, una contadora acaba de ser víctima de un terrible asalto.

El hecho tuvo lugar en una vivienda de la calle 147 entre 520 y 521, en el barrio La Granja, donde la profesional, de 39 años, se encontraba sola.

De acuerdo al relato que la mujer hizo antes las autoridades policiales, en ese momento no estaba afectada a sus tareas profesionales, sino a los quehaceres domésticos.

Fue el martes cerca de las 21.30 cuando escuchó una serie de ruidos. Al principio, no le dio importancia, porque su perro estaba en el patio.

Sin embargo, la mascota no evitó el ingreso de un delincuente a la propiedad, el cual violentó un portón y una puerta para quedar cara a cara con la víctima.

Si bien la mujer intentó correr hacia el pulsador de alarma, no hizo a tiempo, ya que rápidamente el intruso la amenazó para que desista de cualquier acción de resistencia.

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Enseguida, el ladrón le exigió la entrega del celular, como así también de todo el dinero que tuviese en el domicilio.

Después la llevó hasta el baño de manera prepotente, donde le pidió que se quedara encerrada. Y no solo eso. Le pegó un empujón para que apurara el paso, con tan poca fortuna, que trastabilló y se cayó adentro de la bañadera.

El golpe fue importante, según explicó la contadora a la Policía. “Quedó con un dolor muy fuerte en la parte de la cadera, del lado izquierdo”, expresó una fuente sobre los dichos de la víctima.

En medio de terror más absoluto, el delincuente en todo momento expresó estar apoyado por un cómplice, que la mujer no vio.

Además le hacía permanentes ademanes de tener algún elemento como un arma de fuego o un cuchillo entre sus ropas.

Así, al cabo de unos minutos, la contadora sintió la huida del asaltante, por lo que salió desesperada detrás de él. No para darle alcance, porque era riesgoso. Simplemente quería gritar para pedir ayuda.

Al rato, cuando recibió algo de contención, pudo volver a su vivienda, donde constató el faltante de un televisor de 43 pulgadas, 20 mil pesos, 200 dólares y el cargador de su aparato de telefonía móvil.

Con la aparición de la Policía, que se hizo eco de los llamados que varios frentistas realizaron a la central de emergencias 911, comenzó un intenso rastrillaje por la zona, aunque sin resultados positivos.

Por eso ahora todo queda en manos de los investigadores, que ya comenzaron a trabajar en procura de encontrar rastros del autor del robo.

Como es de rigor, por protocolo, se está realizando un relevamiento de cámaras de seguridad y de potenciales testigos.

El sector está completamente urbanizado, con un arteria muy importante como la 520 a pocos metros de la escena del ataque.

“Esperamos obtener alguna imagen de interés para el avance de las actuaciones”, expresó un allegado a la causa, en la que tomó conocimiento la UFI N° 9 de La Plata.

No se descarta que el delincuente haya utilizado un rodado para escapar con el botín.

“Irse con el televisor a cuestas sería demasiado evidente”, conjeturó un jefe policial.

La denuncia se radicó en la sede de la subcomisaría La Unión, aunque no se descarta que se sume a los rastrillajes algún equipo técnico de la DDI local.

En el barrio, demás está decirlo, quedó una sensación de mucho temor por lo sucedido, ya que se vino a sumar a otros episodios delictivos registrados en los últimos días.

Los vecinos, al igual que en varios sectores de la Ciudad, reclaman patrullajes y mayor presencia policial.

“Es la única forma de que esto se calme un poco”, expresó un habitante de la cuadra.

OTRO CASO EN VILLA ELVIRA

Por su parte, en una vivienda de 125 entre 603 y 604, en la localidad de Villa Elvira, también se registró un hecho de inseguridad.

Todo pasó en 125 entre 603 y 604. Allí el dueño, de 75 años, salió un par de horas por cuestiones laborales y, al regresar, se llevó una desagradable sorpresa: una reja del portón del domicilio lucía violentada.

Ante la sospecha de que se trataba de un robo, prefirió llamar a la Policía para entrar a la casa. La posibilidad de que los ladrones estuvieran aún dentro de la finca, lo atemorizó.

Sin embargo, ya no quedaban rastros de los delincuentes. Sí de su paso por el lugar.

De una recorrida por todas las dependencias del domicilio, se constató el faltante de cuatro máquinas de agujerear, una amoladora, un martillo rotopercutor eléctrico, cables de diferentes medidas, diez alargues, llaves térmicas y unos 100.000 pesos en efectivo.

Trascendió que, al término del operativo, pidieron la presencia de una comitiva de Policía Científica para que se encargue del levantamiento de rastros.

En ese sentido, se espera la obtención de alguna huella apta para cotejo identificatorio.

También quedó en marcha la búsqueda de cámaras de seguridad, entre otras diligencias investigativas.

El sumario, se informó, se instruye en la sede de la seccional decimosexta.