La batalla de un jubilado para estacionar en su casa

Un vecino que reside en el casco urbano platense hace tres años que tramita la autorización para la reserva de estacionamiento exclusivo para personas con discapacidad frente a su domicilio y ante la falta de soluciones en distintos organismos municipales, se acercó a este diario para hacerse escuchar.

“Harto de estar harto. Ya me cansé”, afirmó Omar Fernández, parafraseando a Antonio Machado. Es jubilado, tiene 90 años y reside en la zona de 16 entre 34 y 35. Desde 2022 le solicita a la comuna -tal como indica la normativa vigente- que se le permita contar frente a su edificio con un lugar exclusivo para estacionar, porque su esposa tiene 85 años y es discapacitada.

El problema es que en su domicilio no hay salida para vehículos y conseguir un espacio para dejar el auto o tomar un taxi es toda una odisea. La situación se agrava con el movimiento vehicular que provoca en la cuadra un taller mecánico, que también es motivo de conflicto vecinal, porque en muchos casos ni siquiera los peatones pueden circular por la vereda.

“Ya dije en el Municipio que pongo todos los materiales necesarios, pintura y cartelería, pero quiero la resolución que me habilita a estacionar frente a mi casa, para que se realice de forma legal”

Omar Fernández
Vecino

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“Los medios de locomoción que no pueden aproximarse al cordón de la vereda de mi domicilio son nuestro vehículo particular, ambulancias, taxis, hasta la moto que usa el profesional que le aplica las inyecciones que integran su tratamiento permanente”, contó Fernández al describir la situación.

En este contexto y después de varios reclamos “sin éxito” en el municipio -explicó- que la presentación realizada ante la Comisión de Tránsito del Concejo Deliberante para solicitar la reserva de estacionamiento exclusivo, después de un año, le indicaron que el expediente no se había tratado.

“Me dieron a entender que no tenían recursos para pintar de amarillo el cordón, poner dos columnas con el cartel de prohibido estacionar y una silla de ruedas, para inhabilitar a los automovilistas a permenecer en el lugar”, explicó.

En diciembre pasado presentó una nota dirigida a las autoridades del cuerpo deliberativo a través de la cual se quejó por la falta de soluciones a la urgencia solicitada.

“Durante mi vida pagué todos los impuestos, innumerablemente abusivos, para pagar sus importantes sueldos, a gente que desconoce lo que es trabajar en beneficio de la sociedad y sobre todo de quienes más los necesitan. Ni una mísera respuesta he recibido”, puntualizó.

Ayer, Fernández reactivó el reclamo ante las autoridades municipales, a la espera de una solución.

“Mi esposa me dice que compre una lata de pintura, demarque la calzada y ponga un cartel de prohibido estacionar, porque tenemos conocimiento que otros vecinos con el mismo problema lo resolvieron de esa forma. Pero esa actitud no lo coloca dentro de la ley, porque en algún momento les van a pedir la resolución. Mi mujer dice que no importa, que lo hagamos igual, pero yo quiero dormir tranquilo”, explicó el vecino que muestra apego por la ley: a los 79 años, se recibió de abogado.