Copan una comisaría por el asesinato de un piquetero
Fue el sector que responde al oficialista D' Elía. Tensión y serios destrozos
27 de Junio de 2004 | 00:00
Piqueteros de la Federación de Tierra y Vivienda,
alineada con el Gobierno nacional, mantuvieron tomada durante varias
horas la comisaría 24 de la Policía Federal, en el barrio porteño
de La Boca, para denunciar y reclamar el esclarecimiento del asesinato
"a quemarropa" de un dirigente de esa agrupación en su domicilio.
La muerte de Martín Cisneros, un dirigente que trabajaba en el comedor
"Los Pibes" de La Boca, provocó la furia de sus familiares y amigos,
que tomaron la comisaría de la zona -que ya fue intervenida por
el gobierno nacional- pasada la medianoche del viernes hasta las
10 de ayer.
El dirigente asesinado militaba en la Federación de Tierra y Vivienda
(FTV), que lidera Luis D'Elía, organización que mantiene un claro
alineamiento con la administración de Néstor Kirchner.
La fecha de la muerte de Cisneros coincidió con el segundo aniversario
de los asesinatos de los piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío
Santillán, en Avellaneda, hecho por el que ayer se movilizaron varios
miles de personas por la capital federal.
La FTV denunció que el asesinato "a quemarropa" de Cisneros se produjo
a causa de "siete tiros" disparados desde "la ventana" de su domicilio,
de Necochea 284, en la Boca y señaló a dos personas como autores
materiales del hecho.
Tras una intensa búsqueda, un hombre señalado como el "autor material"
del asesinato de Cisneros fue detenido en una vivienda del Bajo
Flores, según confirmaron voceros policiales. También un posible
cómplice.
La toma de la comisaría, liderada por D'Elía, se mantuvo hasta las
10, cuando los manifestantes dejaron el lugar, luego de negociaciones
con funcionarios del Gobierno nacional y de que se confirmara la
realización de allanamientos para intentar esclarecer el crimen.
D'Elía sostuvo además que el hecho significaría "una provocación"
para generar "un quiebre de la relación" que el sector piquetero
que lidera mantiene con el presidente Kirchner.
En la ocupación de la comisaría participaron varias docenas de personas
compañeras de Cisneros, quienes se trasladaron luego marchando por
Almirante Brown hasta Suárez 421, donde al cierre de esta edición
eran velados los restos del dirigente, con una masiva concurrencia.
Mientras duró la toma, la comisaría fue rodeada por una gran cantidad
de efectivos de la Guardia de Infantería de la Policía Federal,
en tanto que tomó intervención en el hecho el juez federal Norberto
Oyarbide.
TENSION Y DAÑOS
En el lugar se vivieron momentos de tensión ya que la comisaría
permanecía tomada y a la vez había personas que cortaban las calles
aledañas de la dependencia, denunciando a la Policía Federal por
el crimen.
En tanto, vidrios rotos, un desorden generalizado, pintadas en las
paredes y distintos elementos destrozados podían observarse en la
comisaría 24 luego que los manifestantes dejaran el lugar. Además,
un patrullero evidenciaba un golpe con un objeto contundente en
su parabrisas.
Las ventanas de la sede policial tenían sus vidrios rotos, en tanto
que se veían biblioratos, papeles y otros objetos en el piso.
Los efectivos policiales que se encontraban en el lugar retiraron
todos los elementos rotos y los depositaron en un contenedor ubicado
en la puerta de la comisaría. Al irse de la comisaría, el dirigente
Luis D'Elía confirmó que se labró "un acta" con las autoridades
policiales, para señalar que "no faltaba nada" en el lugar.
En la sede policial se pudieron observar también pintadas en las
paredes con la inscripción "asesinos".
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