El Chipi metió el dedo en la llaga

Antonio Barijho jugó su partido aparte con Eduardo Tuzzio y Horacio Ameli. El delantero salió con la clara intención de recordarles viejas internas para lograr sacar ventaja. El Chipi se peleó, insultó, manoseó y terminó discutiendo con todo el mundo y casi se va a las manos. Eso sí, de jugar ni hablar.

Ni bien comenzó el encuentro el Chipi comenzó con su actuación. El delantero se instaló cerca de la dupla de centrales de River e hizo blanco en Eduardo Tuzzio. El objetivo no fue otro que sacarlo de concentración y provocarlo haciendo referencia a la interna que habían vivido los defensores millonarios semanas atrás. Tuzzio no tardó en reaccionar, por lo que fueron demasiado evidentes los idas y vueltas de insultos e ironías entre ellos. Tan evidente que Horacio Elizondo debió detener las acciones y advertirles que la terminaran. No conforme con lograr la enemistad de Tuzzio, Barijho se desplazó hacia la posición del otro protagonista, Horacio Ameli, y realizó la misma maniobra de inteligencia. Las tomas de la televisión, reflejando hasta el cansancio estos pequeños rounds, se llevaron gran parte del primer tiempo.

SE PRESTO AL MANOSEO

Apenas quince minutos pasaron cuando el partido se prestó al manoseo literalmente. Ameli trató de cubrir un balón a la altura de la mitad del terreno cuando Barijho le cometió una falta y encima lo pisó. Con el defensor en el piso el Chipi se acercó y lo que en un principio pareció una actitud caballeresca terminó siendo una grosería. Porque el delantero le palmeó la colita y luego, cual proctólogo morboso, le hizo sentir el rigor de sus dedos. El Coco se levantó de manera eléctrica con ganas de hacer justicia por mano propia pero la intervención de sus compañeros lo evitó.

El hecho hizo recordar al similar episodio que años atrás sostuvieron Hernán Santa Cruz y Juan Román Riquelme cuando el hombre del Taladro lo hurgó de manera indecente y el ex Boca le aplicó un golpe en el rostro por lo que se fue expulsado. Esta vez nadie vio la roja aunque todo sucedió con Elizondo a escasos metros sin que se percatara de lo evidente. Eso sí, sin temblarle el pulso, amonestó a ambos protagonistas cuando el hombre de River no había hecho nada.

En el complemento, cerca de los diecinueve minutos, recién llegó desde el banco el pedido de Julio César Falcioni a fin de que Barijho la cortara. Pero por más que el delantero estuvo tranquilo unos minutos terminó por pelearse con Gerlo y hasta con Domínguez. Se fue sustituido en el final, estuvo en cancha muchos minutos en vano. Con el partido terminado Barijho intentó ir a buscar a sus rivales pero la cosa no pasó a mayores.