El Monumental se vistió de gala para una noche especial

Como era de esperar, la final de anoche entre River y Atlético Nacional de Medellín tuvo un marco imponente y un clima que será recordado por muchos años. Es que en el Monumental se vivió una fiesta, de esas que sólo se pueden conseguir en este rincón del mundo.

Uno de los puntos más altos de la noche fue la salida de los equipos. A esa hora (21:05 horas) el estadio de River estalló de furia y alegría. Fueron diez minutos de luces de bengalas y estrellitas, de banderas rojas y blancas desplegadas desde lo más alto a lo más bajo. Fueron diez minutos en donde la pasión del fútbol argentino quedó en lo más alto del ranking.

A continuación la efervescencia fue disminuyendo en la medida que River no pasó por encima a su rival, tal como estaba previsto por las encuestas de la calle y por el fanatismo de algunos periodistas de Buenos Aires.

Aun así el termómetro nunca bajó los valores permitidos y por eso hasta en el peor momento del partido el público local hizo que no se escuchara por la TV el grito de los colombianos.

Pero todo cambió a partir de los 8 minutos del segundo tiempo, cuando Gabriel Mercado logró, de cabeza, el primer gol de la noche. Y terminó de llegar a la temperatura máxima a los 15, cuando Germán Pezzella cerró el partido con otro cabezazo.

La pelota parada fue la mejor amiga de este River, que en el arranque del semestre deslumbró por su fútbol pero en las últimas semanas tuvo que hacerse fuerte con la pegada de Pisculichi y el cabezazo de sus defensores.

Luego de los dos goles las tribunas fueron una pista de baile en la cual 60 mil hinchas deliraron y empezaron a celebrar una nueva copa internacional después de 17 largos años.

MUY CUSTODIADOS

El operativo final se inició al mediodía. A las 15:30 horas se abrieron las puertas y después de las 18 ingresó el grueso de los hinchas, luego de pasar varios cacheos de seguridad en las avenidas de ingreso.

Además del 1.500 policías y 300 agentes de seguridad privada, hubo un doble vallado sobre la pista de atletismo del estadio, con efectivos de esa custodia, en tanto que los efectivos de la Federal se ubicaron frente a la tribuna Sívori, donde suele establecerse la barra brava de River.

Por suerte no hubo hechos para lamentar y ni siquiera la presencia de revendedores alteró la tranquilidad.

COLOMBIANOS EN MICROS ESCOLARES

Más de un millar de hinchas colombianos llegaron al Monumental cruzando insultos con hinchas de River, aunque no hubo agresión física. Lo hicieron en una veintena de colectivos escolares como los que trasladaban a las barras locales cuando existía público visitante en nuestro fútbol.

Los hinchas del visitante fueron ubicados en un rincón de la Centenario Alta, entre la platea Belgrano y del otro lado un pulmón que los separó de los simpatizantes locales.

PLAQUETA A ANGEL

River le entregó una plaqueta y una camiseta del club al colombiano Juan Pablo Angel, “hincha y ex jugador” millonario y que está jugando los últimos partidos de su extensa carrera.

Angel jugó 132 partidos, marcó 62 goles en River y ganó el Apertura 99 y el Clausura 2000. El homenaje estuvo a cargo del presidente Rodolfo D’Onofrio y los vices Jorge Brito y Matías Patanián.

Además, la dirigencia de River le ofreció una cena de camaradería a la de Nacional. Estuvieron los dos presidentes, Rodolfo D’Onofrio y Juan Carlos Cuesta.