Arboles caídos vuelven a nacer en la forma de pintorescas esculturas

Para que parte de la riqueza forestal no se pierda con el árbol caído, un grupo de escultores se dedica a transformarlos en obras de arte. A raíz de la tarea creativa, en los últimos años se recrearon con ejemplares que los años o la inundación de 2013 voltearon, espacios de juegos, un parque con animales de madera o una instalación como la que se inaugurará próximamente en la facultad de Ingeniería y que simbolizará al alumno de la carrera.

El grupo Misioneros del Arte, constituido por unos 20 artistas, es el responsable de la mayoría de las obras que se esculpieron en los últimos años con el objetivo de reutilizar los árboles muertos.

Una jornada típica de trabajo para el equipo insume alrededor de ocho horas. Las figuras más chicas se completan en tres días, mientras que las medianas, que promedian un metro, en cuatro.

Su labor es silenciosa pero su presencia y los frutos de su trabajo son cada vez más visibles. Por eso en distintos parques los visitantes se sorprenden con atractivas esculturas en madera. La mayoría son de los Misioneros del Arte, quienes reivindican el valor del arte y la importancia social que tiene para una comunidad.

el proceso creativo

Desde hace un mes, ese colectivo de arte trabaja en 1y 47, un espacio de la facultad de Ingeniería en el que se cayó un árbol centenario. Previamente, durante diez días, se tuvo que tratar el tronco con un producto especial que exterminara el hongo que lo secó.

La escultora Adriana Pantanali contó que el ejemplar que les sirve de base para la obra tiene unos 100 años. “Nos pidieron que talláramos un andrógino para que pueda simbolizar a un alumno de cualquier sexo y tres bancos”, contó la artista.

Los escultores trabajaron con varios bocetos hasta que se acordó que la escultura fuera de líneas puras y representara de frente a una mujer y, vista desde atrás, a un hombre. Por otra parte, hay seis artistas que se dedican a esculpir los bancos. Está previsto que la instalación con el andrógino en el medio y los bancos alrededor, se complete en unas tres semanas.

Para trabajar en las piezas usualmente se utilizan motosierras, hachas y gubias, elementos que permiten desnudar distintas formas figurativas.

Los escultores señalaron que también continúan sus trabajos en la República de los Niños y en Ringuelet donde ya se montó sobre la avenida 7 un inmenso puño y la escultura de un bomberos. Además se harán cuatro esculturas más.

“El Municipio nos da el permiso para usar los árboles y cubre el costo de materiales como la pintura que utilizamos para tratar la superficie”, apuntó Pantanali quien además señaló que quienes iniciaron esta modalidad de arte callejero fueron los integrantes del grupo Kuvo quienes. Eso fue hace unos 15 años cuando los escultores dedicaron un fin de semana a trabajar en la vía pública.

En el 2010 el profesor de literatura y autodidacta Fernando Rigone también plasmó en plantas que se secaron o cayeron, su impronta creativa en el sector cerrado del parque Saavedra. Su objetivo era dejar una obra en el mismo lugar dónde se hubiera secado un ejemplar.

Entre sus trabajos está “La niña 2010”, en 13 y 69, pero su primera gran obra fue la figura de una mujer de 1,90 metros que dejó en su oficina, luego le siguieron otros trabajos en los que representó manos, pies y cabezas.

Arte por todas partes

A través del tallado de troncos también se hicieron esculturas y juegos infantiles en el Zoológico local. Se trabajó con los ejemplares caídos en la inundación de 2013.

Siempre con la idea de resignificar en expresión plástica u otorgar una nueva función a aquellos materiales en desuso, la iniciativa de Misioneros del Arte, también dejó su sello en el barrio Meridiano V. Sobre la avenida 72 entre 17 y 18, se concretó un conjunto escultórico de cuatro animales y de un puño cerrado saliendo de la tierra que simboliza, según se señaló, “la fuerza artística”.

También pueden verse obras de madera de la misma factura en el Lago del Bosque (un trepadero para que jueguen los chicos), el Parque Ecológico Municipal (distintos animales), y el Observatorio (símbolos astronómicos que sirven para la divulgación científica).

Las instalaciones tienen relación con el contexto donde quedan exhibidas. Para eso, antes de largarse a tallar el grupo indaga en el ejemplar y en el lugar donde cayó. “Contamos su historia a través de la escultura”, indicó la artista Pantanali.