El mundo de los insectos, bajo la lupa de los chicos

¿Qué diferencias hay entre una mariposa y una polilla? ¿Por qué son tan coloridos algunos insectos? ¿Para qué les sirve mimetizarse con el entorno?. No por disfrutar del descanso escolar, los chicos pierden su natural curiosidad científica, y en estas vacaciones de invierno el Museo del paseo del Bosque los recibe con talleres especiales en los que encuentran, a través de propuestas interactivas, las respuestas a todas esas inquietudes.

“Bichos en colores” ocupa el aula interactiva del Museo los lunes, miércoles y viernes, de 14 a 16. La propuesta invita a los nenes de todas las edades a explorar insectos llamativos y descubrir cómo sus colores contribuyen al camuflaje, al cortejo y a la comunicación con el mundo que los rodea.

La propuesta invita a explorar insectos llamativos y descubrir cómo sus diferentes colores contribuyen al camuflaje

Con un singular entusiasmo, los chicos siguen el recorrido didáctico trazado por los biólogos que encaran el taller: a partir de unas tarjetas con imágenes señalan los colores de diferentes insectos en una escala cromática; investigan en las cajas entomológicas, con lupas que les permiten un mayor acercamiento a los detalles del insecto, especies que les son cotidianas como cascarudos, polillas y grillos; a través de un video observan cómo se camuflan los “bichos” para la supervivencia; y colorean dibujos de mariposas.

“Los chicos muestran mucho interés, y los grandes que los acompañan también”, contó Nancy López, una de las biólogas a cargo de la propuesta, quien resaltó, asimismo, que el contenido que más llama la atención de los pequeños es el de los insectos de brillantes colores metalizados.

PINCELADAS AMERICANAS

Los colores son un eje central de estas vacaciones en el Museo, pues el otro taller que se ofrece, en ese caso los martes y jueves, de 14 a 16, en el mismo espacio, es el llamado “Pinceladas: diseños y pinturas americanas”, en el que los pequeños visitantes indagan sobre los pigmentos que utilizaban las culturas originarias en América, conocen las plantas y los minerales de donde aquellos pueblos conseguían los colores, y pintan sus manos con los materiales y los diseños que predominaban antiguamente: lagartijas, anfisbenas, suris y batracios.