La Cámara ya analiza el caso del joven asesinado en Los Hornos

El caso del joven que se creía que había muerto por un ataque a golpes en Los Hornos y dio un giro inesperado por el hallazgo forense de un proyectil calibre 32 en su cabeza, planteó un nuevo escenario en la causa. Por eso ayer la Cámara de Apelaciones y Garantías pidió todas las actuaciones para resolver el hábeas corpus presentado por la defensa de uno de los dos detenidos por este crimen, en el que se solicitó su libertad “por haber cambiando el desarrollo de los hechos”.

Voceros judiciales explicaron que los Camaristas de la Sala IV, Carlos Argüero, Carlos Ocampo y María Riusech, se expedirían hoy sobre el planteo de Martina Raffetto para que se ordene la libertad de Carlos Alberto Albín (40), detenido por el homicidio de Cristian Ezequiel Abreu (27). En el hábeas corpus se explicó que Albin se encuentra “detenido sobre la base de un hecho que se asienta sobre una apariencia de responsabilidad que ha desaparecido”.

Es decir fue detenido acusado de participar en el linchamiento a golpes de Abreu, pero ocurre que ahora se determinó que el joven fue asesinado de un tiro en la cabeza y que no murió por los golpes que le aplicaron ese día los enfurecidos vecinos.

Raffetto destacó que para ordenarse una detención, el ordenamiento jurídico establece una serie de condiciones, entre ellas “la apariencia de responsabilidad del titular del derecho a afectar”.

“La norma procesal -agregó- estipula que si desaparece una de esas condiciones se podrá disponer el cese inmediato de la detención”.

El hallazgo del tiro en la cabeza abrió varios interrogantes sobre el hecho.

La novedad fue dada a conocer por los peritos que llevaron adelante la autopsia.

El examen arrojó que el hombre tenía un proyectil calibre 32 y el impacto en la cabeza había sido realizado a corta distancia, presuntamente en una situación en la que se encontraba acostado.

En estas circunstancias Abreu fue hallado muerto el sábado a la mañana, en la vivienda de un familiar en 142 entre 72 y 73. Hasta allí lo llevaron su madre y su hermano, que, junto con policías, fueron quienes lo rescataron de la golpiza que le estaban propinando al menos diez personas en la plaza de 155 y 75.

Al lugar llegó con fuertes dolores, por lo que la familia decidió tenderlo en la cama de forma que pudiera descansar y reponerse, pero al día siguiente el joven ya no despertó.

Al llegar al lugar personal policial constató que Abreu estaba muerto. Al principio se conjeturó que había sido producto del ataque a golpes que había sufrido horas antes por parte de las personas que lo acusaban de haberse “sobrepasado con una niña de diez años”.

Por el hecho se detuvo a Albin y al padre de la niña supuestamente agredida, acusados ambos del delito de “homicidio”.

El martes último, con los resultados del estudio forense, la abogada defensora Raffetto presentó un recurso de hábeas corpus para exigir la libertad de su asistido, por los argumentos legales que ya se expuso y el dato de que “él ni siquiera estaba en La Plata cuando ocurrieron los hechos”. La abogada anticipó que presentará los “tickets y filmaciones de peajes de la Autopista” que prueban esa coartada.

Lo que figura en la causa es que los incidentes que desencadenaron en el homicidio comenzaron en la tarde noche del viernes, cuando, por lo que cuentan testigos, Abreu “le dijo algo obsceno o toqueteó a una nena de 10 años”. Ella lo contó en su casa y su padre habría encarado al joven cuando bebía alcohol con varios sujetos más en 154 entre 74 y 75. Luego sobrevino la paliza y el traslado a la casa donde, se cree, recibió el disparo mortal durante la madrugada.

La madre y el hermano de Abreu declararon que mientras lo llevaban “los siguió un auto de color gris”, de las mismas características que uno que es propiedad del padre de la niña. Ese vehículo no fue hallado en los allanamientos que se hicieron esta semana.