Lo mejor de la cultura japonesa salió a escena con el Bon Odori y otra vez convocó a una multitud

Música, tradición y gastronomía japonesa se amalgamaron ayer en el tradicional Bon Odori que, como cada año, convocó a miles de personas en el predio de Colonia Urquiza.

El festival de danza tradicional japonés se desarrolló con una multitudinaria concurrencia y no sólo de personas de la Región, sino también de centenares de visitantes que llegaron en micros desde el interior de la provincia.

Aunque la tradición marca que el festejo se realice el segundo sábado de enero, la semana pasada se suspendió por la lluvia.

La escuela Japonesa de La Plata en Colonia Urquiza es la encargada de llevar adelante el festejo en el campo de deportes de dos hectáreas en el cual se hace todos los años.

La festividad en honor a los ancestros es considerada la mas importante de América latina, se realiza desde el año 1999 y es organizado por los padres de los alumnos de la escuela con la ayuda de varias colonias japonesas de la zona.

Si bien las puertas del predio se abrieron a las 17 y la gente pudo desde ese momento recorrer los diferentes stands, recién a las 20, cuando comenzó a anochecer, inició formalmente el festival con el tradicional ritmo que le imprimieron los tambores taikos.

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Tal como indica la tradición, el Bon Odori debe ser celebrado durante la noche debido a que se cree que las almas de los ancestros regresan cuando cae el día.

Como se sabe, la festividad se celebra en Japón cada verano, entre julio y agosto, y es organizada localmente por cada ciudad.

Bon es una tradición budista, originaria de China, una temporada festiva durante la cual se da la bienvenida a las almas de los ancestros.

Durante el Bon Odori la gente se reúne en lugares abiertos alrededor de una torre con tambores taiko y baila al compás de la música tradicional.

La música debe ser alegre para dar la bienvenida a las almas de los antepasados y la gente debe mantener buen humor, algo que ayer se replicó en el predio de Colonia Urquiza.

En ese marco, centenares de personas se sumaron a la danza alrededor de esa especie de mangrullo coronado por los tradicionales faroles, desde allí se escuchó la música de los tambores de distintos grupos que ejecutaron en vivo.

Si bien Colonia Urquiza cuenta con una de las comunidades japonesas mas importantes de la provincia, también llegaron hasta el predio de 186 y 482 japoneses y descendientes de otros lugares como capital federal, Longchamp y Florencio Varela.

Un importante número de visitantes vistió las prendas típicas de ese país lo que le sumó un interesante atractivo al evento.

La ferias, los juegos y los espectáculos también le permitieron a las familias sin ascendente oriental conocer distintos aspectos de la cultura nipona.

También estuvieron a la venta productos de origen japonés como vestimenta, juegos, comidas o bebidas.

Después de casi dos horas de danzas típicas y música ininterrumpidas, a eso de las 22 se hizo un intervalo que dio lugar a un colorido espectáculo de fuegos artificiales.

Luego continuó la música y se realizó el tradicional sorteo de premios entre los asistentes.