Del falso Titanic a los falsos amantes

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Está casi listo el nuevo Titanic. Es una réplica exacta del famoso barco que naufragó en abril de 1912. Lo construye el multimillonario Clive Palmer, propietario de Blue Star Line. Y tendrá todas las medidas de seguridad, contó el director de marketing de la compañía, James McDonald, a New York Post, un tipo que no es supersticioso pero tampoco quiere tentar al destino. Ofrece desandar caminos angustiosos para revivir, bien a salvo, los terribles sufrimientos de aquellos viajeros. La apuesta máxima será dar con algún amable iceberg, cosa de permitir el ingreso de una sirena que trasmitirá un falso pavor, pero que sin duda sonará como un recuerdo familiar para el auténtico Titanic que, bien abajo, imaginará que vienen por fin a rescatarlo. La idea, como se ve, es repetir casi todo, hasta el susto.

Susana Giménez, como el intendente cercano, quiere más contratados y menos planta permanente

Un nuevo Titanic saldrá al mar a revivir la tragedia. Argentina también es experta en repeticiones fatales

También el país choca seguido con hielos demoledores. Y sustos. Desde Lilita y su falsa broma a Garavano, lo real y lo simulado adquirieron vida propia por estos lados. Y hora fue la iglesia la que salió a desmentir lo obvio. No dice que lo de Luján fue una broma ni que fue organizado desde el Vaticano, pero invoca excusas celestiales para darle formato catequista a una peregrinación sobrada de angelitos.

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Argentina también es experta en repeticiones fatales. No hay Titanic a la vista, esperemos, pero tiene una vecindad acobardada y muy fogueada en naufragios. Parece que hace poco estuvimos navegando cerca de un iceberg. Dicen que fue un guión armado por Economía a manera de simulacro para probar las reservas aguantadoras de un pueblo que fue creciendo entre agonías. Sin duda hay algo del maleficio Titánico en la repetida historia de esta comarca, que tiene más intrépidos que habitantes y que regala miedo mientras los timoneles ensobran ideología y remanentes.

¿Por qué pagar para navegar hacia una masacre? Al truco lo lanzó Walt Disney en sus parques temáticos: los terremotos, la guerra, las inundaciones, todo tiene allí el aspecto de una falsa tragedia, vistosa y tranquilizadora. Los pasajeros del Titanic fantasma querrán encontrar lo que los chicos van a buscar a esos parques: que por una vez el peligro no sea cierto y que la realidad haga una pausa en su desfile de calamidades verdaderas para divertirnos con un pánico de mentira.

DEBUT Y CANSANCIO

“Me cansé de los hombres”, dijo Susana Giménez. Los hombres cansan, no vaya a creer. Hay que escucharlos con fingida atención, darles la razón casi siempre y compartir aflicciones prosaicas y sabidas. Las declaraciones de Susana sonaron a confesiones: “La primera vez nunca es tan buena. Mi debut fue con Mario Sarrabayrouse. Él fue mi primer novio y mi marido. En esa época éramos todas más calienta braguetas que otra cosa. La virginidad era una cosa bárbara para guardar”. La diva contó que, aunque siempre tuvo una vida sexual muy activa, ya está cansada de los hombres. “La pasión y el sexo siempre fueron importantes en mi vida. Pero hoy estoy en otra etapa. Me cansé de los hombres, de la convivencia. Sólo quiero paz”, reflexionó Susana. En fin, sus pasiones, tan volcánicas y subsidiadas, han terminado agotando sexo y chequeras. Ahora prefiere novios furtivos en lugar de esos pensionistas interesados que jugaban con la entrepierna mientras relojeaban cajones y carteras. La convivencia tiene eso, que inspira confianza. Los huéspedes empezaban a pedir cambio chico para ir a traer pizza, pero de a poco aumentaban menú, necesidades y frecuencia para poder pagar el taxi y la añoranza.

Susana prometió acabar con los novios pedigüeños cuando rompió con Jorge Rama, que vivía de préstamos, como el que te dije. Ni los buenos se podrán quedar a dormir. Solo los esporádicos serán consoladores de una soledad más aceptada que elegida. Susana, como el intendente cercano, quiere más contratados y menos planta permanente. Ansía un amante grandioso que no pida adelantos, un hombre rendidor, fugaz y predispuesto que traiga algo y asegure revolcones menos duraderos y más baratos. Su estándar es concluyente: “No soporto borrachos ni drogones ni mentirosos”. Lo que achica mucho la lista de candidatos.

(*) Periodista y crítico de cine