El ultraderechista Bolsonaro se impuso en Brasil, pero deberá ir al ballotage

Jair Bolsonaro, un político ultraderechista y ex capitán del ejército que ha elogiado a la dictadura militar de Brasil, fue el candidato presidencial más votado en Brasil, con 46,12% de los sufragios, en elecciones en las que logró gran apoyo con sus promesas de enfrentar los altos niveles de violencia y corrupción.

En tanto, Fernando Hadad, del Partido de los Trabajadores (PT), quedó segundo con 29,15% de los votos. Ciro Gomes (del Partido Democrático Laborista - PDT) quedó 3º con 12,48%, y Geraldo Alckmin (del Partido Social Democrático - PSDB) 4º, con 4,77%. Como ningún candidato alcanzó el 50% más un voto, habrá segunda vuelta el 28 de octubre.

Estos resultados muestran que Bolsonaro -quien además es legislador con 27 años en el Congreso- obtuvo más votos de los que mostraban las últimas encuestas.

Tras conocerse los resultados, Bolsonaro pidió a sus seguidores que “continúen movilizados” porque la “victoria final” será el próximo 28 de octubre. “No deja de ser una gran victoria”, dijo en alusión a los casi 50 millones de votos que cosechó contra los casi 30 millones de Haddad. “No teníamos una gran estructura, somos un partido muy pequeño y estuve hospitalizado unos 30 días”, por lo que “es un gran triunfo”, remarcó. El ex militar habló en una transmisión en directo desde su domicilio en Barra de Tijuca, donde se recupera de las heridas que sufrió el 6 de septiembre, cuando fue acuchillado durante un acto de campaña.

“Ganamos en casi todas las regiones del país y perdimos sólo en el nordeste”, declaró Bolsonaro, quien reconoció que esa zona del país es un fortín del PT. Ahora la “misión” es que “ese pueblo trabajador del nordeste se libere de las mentiras del PT, que hace un verdadero terrorismo contra la gente más humilde de nuestro Brasil”, aseguró.

“No queremos de vuelta a ese tipo de gente (en referencia al PT), que es lo peor que hay en la política. Hundieron al país en la más profunda crisis económica, moral y política y no podemos dar otra vez un paso a la izquierda”, manifestó, para agregar que Brasil “no puede seguir flirteando con el comunismo”.

LE PUEDE INTERESAR

Lula, 6 meses preso

LE PUEDE INTERESAR

La caída del PT en los Estados; ¿los militares al poder?

Por su parte, Haddad alertó sobre los “riesgos que corre la democracia” en Brasil, y subrayó que su única “arma” en la segunda vuelta serán sus “argumentos”.

Aunque la jornada se llevó a cabo con tranquilidad, el proceso electoral estuvo marcado por un intenso descontento hacia la clase gobernante tras años de turbulencia política y económica.

Dos grandes hechos marcaron el camino: Lula, el político más popular del país, vio rechazada su candidatura, mientras que Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), sufrió un ataque a cuchilladas a un mes de los comicios.

El candidato más beneficiado del descontento social fue Bolsonaro, conocido por su nostalgia por la última dictadura, sus insultos a las mujeres y a los gays y sus llamados a reprimir la delincuencia, dándole más garantías a las fuerzas de seguridad.

Al final de la campaña, el PT subió el tono contra Bolsonaro al advertir que, con su elección, la democracia estaría en peligro. Incluso, en un video, el partido de Haddad lo comparó con Adolf Hitler.

Quien resulte electo en el ballotage dirigirá un país sumido en una crisis económica y política, aún conmovido por el caso Lava Jato, el mayor esquema de corrupción en la historia de país develado a partir de 2014.

Bolsonaro habla de un Brasil al borde del colapso donde narcotraficantes y políticos roban impunemente y reina la amoralidad. Quiere flexibilizar las leyes de tenencia de armas para que la gente pueda protegerse, darle rienda suelta a la policía y restablecer “valores tradicionales”, frase que incomoda debido a sus halagos hacia la época de la dictadura y sus insultos contra las mujeres, los negros y los gays.

En tanto, Haddad prometió dar marcha atrás con las reformas económicas del presidente Michel Temer que, dice, deterioraron los derechos de los trabajadores, para aumentar la inversión en programas sociales y recobrar los años de auge que Brasil tuvo bajo su mentor, Lula.

HITO DE UN HIJO DE BOLSONARO

En este marco, Eduardo Bolsonaro -hijo del candidato presidencial y policía federal de profesión- se convirtió en el diputado federal más votado de la historia de Brasil al obtener 1.814.443 votos en San Pablo por el Partido Social Liberal (PSL), que lidera su padre. Eduardo buscaba la reelección tras ser elegido en los comicios de 2014, y supera así al diputado Enéas Carneio, quien tuvo 1.573.642 sufragios en 2002, y a Celso Russomanno, que consiguió 1.524.361 en 2014.

En una reciente marcha en San Pablo, Eduardo dijo abiertamente que “las mujeres de derecha son mucho más bonitas que las de la izquierda y no enseñan los pechos por ahí ni defecan en la calle para protestar”. “Las mujeres de derecha son higiénicas y las de izquierda no”, insistió. Por otro lado, Flavio Bolsonaro, hermano de Eduardo, consiguió ayer una banca para el Senado por el estado de Río de Janeiro.