Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
La Ciudad |Anécdotas, secretos y nostalgia en un encuentro especial

Un cuarto de siglo después, se juntan para evocar cómo era trabajar en el histórico Bazar X

El recuerdo de quienes atendieron en la última época del emblemático local de 50, 5 y 6 y cuyos orígenes se remontan a 1905

Un cuarto de siglo después, se juntan para evocar cómo era trabajar en el histórico Bazar X

en la histórica escalera, quienes trabajaron en el bazar rememoraron recuerdos / sebastián casali

MÓNICA PÉREZ mperez@eldia.com

22 de Julio de 2018 | 03:06
Edición impresa

Junto a una señorial escalera de madera que se conserva como cuando se inauguró el edificio, ex empleadas del histórico Bazar X refrescan la memoria y comparten un café en lo que fue el depósito. Poco reconocen del lugar al que iban en busca de juguetes, porcelanas y cristalería, tal vez las ventanas o algún rincón en el que, entre cliente y cliente, se escondían para contarse los sueños de juventud. “Tengo el bazar en mi cabeza, ni bien entrabas, a la izquierda, había una tapa en el suelo que se levantaba y permitía llegar al sótano. Todo esto era una hermosura”, cuenta Ethel Russo, quien comenzó a trabajar en esa tradicional firma a los 19 años.

Movidas por la nostalgia, las empleadas de la última etapa del bazar, junto a Carlos, quien trabajó como cadete, decidieron encontrarse en 50 entre 5 y 6, donde funcionaba aquel tradicional comercio que nació en 1905 y cerró definitivamente sus puertas en 1993. Durante 88 años ese edificio albergó un bazar, un taller de marcos y galería artística, y en su última etapa se convirtió en la mas grande juguetería de la Ciudad, con algunos artículos de bazar.

Por un rato, ese puñado de personas que rondan los 50 años desafía el paso del tiempo y parece tener nuevamente 20 años; entonces el compañerismo y la efervescencia propia de la juventud se revive en anécdotas que terminan en exclamaciones y risas.

Desde 1979 y por una década, Alejandra Ongaro trabajó en el bazar. Al igual que muchas compañeras se inició con un contrato para cubrir “la temporada de juguetes”, o sea el período de fiestas de Navidad y Reyes o para el Día del Niño.

“Nos quedábamos trabajando hasta la 1 de la madrugada, las cosas se vendían solas porque esta era la mejor juguetería y bazar de la Ciudad; también pasábamos momentos difíciles, pero entre nosotros éramos muy buenos compañeros”, señala la ex vendedora.

Para Carlos Alberto Scorti, ex cadete del bazar, cada día de trabajo era la oportunidad de hacerle alguna broma a las chicas, picardías de adolescente que terminaban con compañeras al borde del desmayo cuando él movía cajas en el depósito para simular corridas de ratas o con Betty, otra de sus compañeras, tratando de desanudar la cadena en la que él ató un día la bicicleta para que ella no pudiera irse raudamente a su casa.

La mayoría de los ex empleados vive en La Plata, pero Isabel Aponte que reside en Saladillo no dudó en hacer 230 km en una combi para pasar un rato con amigos que no ve desde hace 30 años.

“Lo mejor de esos años fue el compañerismo, éramos muy compinches”

 

“Lo mejor de esos años fue el compañerismo, éramos muy compinches, salíamos después del trabajo, nos escuchábamos y conteníamos porque el señor Félix, como se hacía llamar el dueño del bazar, era muy riguroso, hasta nos hacía formar en fila para estar atentas al ingreso de los clientes”, señala.

Entre los recuerdos también aparece “Huguito”, el compañero que murió hace unos años, las historias de clientes cargosos a los que nadie quería atender y los desplantes de Adriana Fernando, la eterna enamorada de Víctor Morosi - con el que se casó -, a los clientes que intentaban seducirla con algún ramo de flores.

“Yo era la encargada de los juguetes importados, la psicóloga del grupo, la consejera, la que nunca salía después del trabajo porque ya estaba de novia”, asegura con una innata e inalterable simpatía.

En cambio Estela Scorti trae a la charla la pelea con su novio y como encontró consuelo en salidas con sus compañeras; entre tanto baile y juegos de pool conoció a su actual esposo.

Como una escuela sin libros, a fuerza de aplazos y aprobados, ese trabajo les fue dando experiencia. “Entré al bazar a los 17 y trabajé 12 años, hasta el cierre, cobrábamos muy bien; eran otras épocas, nos quejábamos de cómo Don Félix nos daba las órdenes, pero el compañerismo entre nosotros fue algo único, irrepetible”, confirma Miriam Nadal, otra de las vendedoras.

También se recuerda como en salones y depósitos abarrotados de muñecas, adornos navideños, platos y cristalería, Don Félix se encargaba de restaurar aquellas estatuillas que entre tantos adornos terminaba con algún magullón y, si pese a sus meticulosos intentos de disimular lo roto, la pieza no se vendía, se la regalaba a alguno de sus aplicados empleados.

Las chicas coinciden en que muchas veces llegaron a “odiar” el lugar en el que creían que se les iba la vida, en esa fotografía de la memoria se ven paradas como soldados al lado del mostrador, con el uniforme anaranjado con amarillo o el de color azul que parecía copiado a los de algún internado.

“Llegamos a ser como 30 empleados, muchas arrancábamos por 3 meses y luego seguíamos, yo comencé en el 89 y me fui unos días antes de que cerrara porque me casé; pero me encantaron mis tiempos en el Bazar X, la gente que conocí es divina”, apunta Patricia García, mientras una de sus compañeras señala que en el lugar preciso donde comparten el café décadas atrás vivió Tita De Diego, una de las dueñas del comercio.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $1870

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2880

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $1870.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla