Peter Lanzani: “Hoy lo que más me interesa es seguir formándome tanto como persona como profesional”

“La Dueña”, “Camila, el musical”, “El clan”, “Equus”, “Un gallo para Esculapio” y “El Ángel” han sido algunos de los proyectos más importantes en los que Peter Lanzani se ha destacado en los últimos años, muchos de ellos en paralelo. A los 28 años, el actor que comenzó en los medios como modelo publicitario de indumentaria infantil y que enloqueció a las teens de la mano de exitosos proyectos de Cris Morena, hace rato que dejó la etiqueta de galán y se mueve libre, bien considerado, sin ataduras de género ni formato, por donde los senderos de la actuación lo vayan llevando.

“Siento que estoy en un gran momento en donde puedo y tengo la posibilidad de tener proyectos sumamente interesantes, y como la energía por el momento me da trato de darle para adelante y de ir absorbiendo todas experiencias que pueda, ya sea de un director, de actores, de guionistas, del equipo técnico, de todos”, dice Peter, en diálogo con EL DIA, consciente de este presente de aprendizaje en el que está zambullido y en el que avanza a paso firme y con objetivos claros. “Hoy por hoy lo que más me interesa es seguir formándome, tanto como persona como profesional”, destaca.

En esta etapa de crecimiento, que lo tiene “un poco cansado” pero entusiasmado por tantas buenas oportunidades, Peter encara una vertiginosa aventura teatral como protagonista de “El emperador Gynt”, la obra basada en el “Peer Gynt” de Henrik Ibsen adaptado a 15 personajes a los que él le pone la piel.

“Para mí es uno de los desafíos más grandes que tuve en teatro, sin duda, y también en lo personal porque requiere de mucha concentración. Es un montón de letra, es estar ahí, un poco solo en cuerpo y alma en el escenario, sin tener algún compañero que te pueda tirar un centro si te llegás a quedar. Es una obra sumamente emocionante, que a mí me enseñó muchísimo”, argumenta sobre la pieza que estrenó el año pasado en el Centro Cultural San Martín y con la que el próximo sábado, desde las 21, se presentará en el Teatro Metro, 4 entre 51 y 53, una función que marcará su debut en lo que a teatro de texto se refiere en nuestra ciudad, algo que lo tiene particularmente entusiasmado.

En relación al desfile de criaturas que pasan por su cuerpo durante la hora cuarenta que dura la función, asegura entre risas que se trata de “lo más cercano a la esquizofrenia que tuve en mi vida” aunque destaca lo interesante de la propuesta, a la que define como “una historia, que por momentos es sumamente idílica, con un idioma grandilocuente, en la personajes extravagantes empiezan a aparecer con mucha simpleza, en forma de fábula”.

La historia de esta tragicomedia se centra en Pedro Gynt, quien viaja a través de sus fantasías para concluir sus días tratando de convencer al Fundidor de Almas que “ha sido él mismo” toda su vida y no un desecho de la existencia humana que merece ser fundido. Un relato seductor, donde emerge el imperio de “el yo”, del bastarse a sí mismo y así desperdiciar toda una vida sin encontrar el sentido de la existencia para el cual fuimos creados.

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TEATRO, CINE Y TEVÉ

En el teatro, Peter se siente muy cómodo, consciente de que es, para el actor, “el lugar donde uno más se puede desplazar, el lugar donde más tiene que practicar y el que, por eso mismo, más te forma porque si salís a escena y acarreás un error tenés que tratar de sacarlo adelante y tratar de llegar a las emociones como sea”. De todos modos, más allá del género y el formato, entiende que “el actor tiene que estar siempre con la predisposición para seguir formándose y para seguir encontrando cosas nuevas, y hurgando en uno para seguir mejorando actoralmente”.

Mientras hace teatro, espera, en televisión, el estreno el mes próximo de la segunda temporada de “Un gallo para Esculapio”, en la que le vuelve a dar vida a Nelson.

“Durísimo”, califica, entre risas que manifiestan desgaste, el rodaje de la nueva entrega de la miniserie dirigida por Bruno Stagnaro con producción de Underground y Boga Bogagna. Extensas jornadas de rodaje de más de quince horas, generalmente a la noche, entre los márgenes de la ciudad le ofrecen a Peter por un lado “experiencias renovadoras” que, por el otro, “te van consumiendo” por la exigencia que demandan, pero que al final del día hacen inclinar la balanza siempre para el más.

Dice que Stagnaro es “una maravilla por lo que sabe de cine y lo culto que es” y que haber tenido la posibilidad de volver a ser parte de ese equipo ha sido todo un lujo. “Hay mucho talento en nuestro país en lo que hacemos. Tenemos que seguir construyendo una industria que ha dado mucho y que tiene mucho más para dar”, manifiesta, y se muestra orgulloso de últimos grandes proyectos de ficción nacional, como su propio “gallo” o “El Marginal”, por ejemplo, que semanas atrás alcanzó cifras históricas por la pantalla de la señal estatal.

En cine, Peter es parte de “El Ángel”, de Luis Ortega. Asegura que atravesar todo el proceso de esta película, que se ha convertido en una de las más taquilleras de la temporada, lo hace sentir “feliz” por el hecho de haberse sentido jugando en primera. Sin dudar, sostiene que se trata de un film que es “el fiel reflejo de que no hay una sola cosa que está bien en el proyecto: Los actores están bien, porque hay un director que tiene su propio vuelo y sabe bien qué quiere, tenés un director de fotografía que es genial, el arte está impresionante, la cámara tiene unos planos maravillosos... y la verdad es que eso se disfruta, por lo menos yo lo disfruto. Cada vez que la veo me gusta más y eso es un mimo, siempre”.

Este año, que ha sido uno de los más intensos y fructíferos, Peter filmó además “4X4”, la nueva película de Mariano Cohn, con producción de su socio artístico Gastón Duprat, en la que comparte elenco con Luis Brandoni y Dady Brieva, y que tiene una particularidad: transcurre de principio a final en una camioneta: un ladrón abre el vehículo para robar y queda encerrado, en una especie de búnker blindado, a merced del dueño. Según cuenta “fue un laburo muy potente e interesante, al que dedicamos todo y con el que quedamos sumamente contentos” y destaca la dirección de fotografía, del español Kiko de la Rica, que a pesar de rodar en un espacio diminuto “no repitió ni un solo plano”. El thriller, que invitará a debatir sobre la inseguridad, la justicia por mano propia y la delgada línea entre víctimas y victimarios, se estrenará el año que viene, y promete llevar el debate al cine.

Con tanto proyecto potente, destaca Peter que es difícil elegir uno como rompedor. “Cuando creo que lo tengo, aparece uno superador”, indica el actor y cuenta cómo vive este presente de esponja con el que moldea un perfil a largo plazo que cada día gana nuevos elogios. “Decidí enfocarme y perder un poco la cabeza entrenando actoralmente, buscando el actor en el que me quiero convertir. Creo que las oportunidades están, sólo hay que saber aprovecharlas. Acá últimamente nadie te regala nada. Así que cuando te toca, tenés que sacar todo el jugo que puedas”, cierra.