El ladrón que violó a la jubilada de 85 años “tiene tonada” y no habría actuado solo

Luego del ataque sexual que sufrió la mujer de 85 años en su casa del barrio Las Quintas, sus familiares tienen dos objetivos concretos: que se identifique y detenga al o los responsables del hecho ocurrido en la zona de 138 y 531 y que la víctima pueda, paulatinamente, dejar atrás esa noche en que el descanso se le volvió pesadilla.

Así lo dejó en claro ayer Norberto (61), hijo de la jubilada, en una larga charla que mantuvo con este diario en el garaje de su casa, cercana a la de su madre. Habló del episodio, de sus sospechas y ofreció algunos datos que podrían ser reveladores.

“FUERON DOS”

La información oficial que circuló hasta las últimas horas indica que en el hecho había actuado un solo hombre, pero la propia víctima está convencida de fueron dos.

“Mamá vio el video (que registró la cámara de seguridad de la casa de un vecino que vive a la vuelta) y dice que el que se ve escapando en bicicleta con un televisor, no es el mismo que le robó y la violó”, aseguró Norberto, porque “el que quedó filmado es de estatura más baja”.

La familia supone que “estos tipos conocían los movimientos de la casa” de la jubilada, tanto, que supieron cómo desconectar el sistema de alarmas antes de ingresar. Es por eso los investigadores ya bucean entre todos aquellos que tuvieron acceso reciente a la misma.

Norberto sumó un dato más: “Mamá nos dijo que (el atacante) tenía un acento como si fuera litoraleño, o caribeño. Una tonada diferente a la nuestra”, apuntó el hombre, acompañado por su mujer.

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Refirió, además, que algunos testigos del barrio recordaron haber visto el viernes pasado “a un joven que hablaba por celular con otro y le daba algunas precisiones sobre una vivienda”, por lo que ahora suponen que podría tratarse de la de la víctima.

“Llevó UN PROFILÁCTICO”

Otra de las revelaciones que dio a conocer el hijo de la jubilada fue que el agresor “llevó un profiláctico” a la escena lo que permite sospechar que tenía planeado el ataque y no estaba dispuesto a dejar una evidencia clave como el semen.

La víctima, mientras tanto, “está dando muestras de entereza”, aseguró Norberto, quien describió a su madre -jubilada de Minoridad- como una mujer “con mucha paz y positiva”.

Tanto, que “un allegado a la familia fue a visitarla y ella terminó consolándolo a él. Le dijo que iba a hacer de cuenta que había sido una pesadilla”, reflejó su hijo.

El hijo de la jubilada dijo que el agresor “llevó un profiláctico” y que sospechan que planeó el ataque

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Candela Nieta de la víctima

Hace pocos meses la mujer sufrió un asalto en esa misma casa, donde la redujeron tres delincuentes - dos hombres y una mujer, todos con acento extranjero-, que la amenazaron y desvalijaron, pero sin llegar al extremo violento del pasado fin de semana. Norberto trajo al relato este episodio para recordar que entonces “también se la veía fuerte de ánimo al principio, pero a los dos meses tuvo que recibir contención profesional porque le había agarrado un bajón del que por suerte luego se recuperó”.

“Espero que no le vuelva a suceder, aunque quiero destacar que ya fue asistida por un abogado, una psicóloga y una asistente social del Centro de Protección de los Derechos de las Víctimas, del ministerio de Justicia”, refirió.

Lo que más irrita a su madre por estas horas es, dijo el hombre, “cumplir con las diligencias judiciales; por eso no quería ni radicar la denuncia y la tuvimos que convencer. Mamá ahora quiere enfocarse cuanto antes en recuperar sus cosas, estar acompañada y mejorar su estándar de vida”.

Los familiares explicaron que la jubilada tiene amigas y hasta integra un grupo de tejo, “especialidad de la que llegó a ser campeona en los Torneos Bonaerenses para la Tercera Edad”, contó su hijo, sin pasar por alto que la mujer celebra sus cumpleaños, cada 23 de noviembre, como si fuera una fiesta de 15.

“En el último nos sorprendió porque había contratado a un grupo de mariachis”, señaló.

Mientras tanto, ella continúa en la misma casa, acompañada de cerca por los suyos y juntando fuerzas para seguir, pero con las medidas de seguridad reforzadas.

“La idea es que esté con alguien las 24 horas”, dijo Norberto, además de instalar un sistema de cámaras de seguridad, subir las rejas del frente y hasta ponerles pinches.

“Queremos que viva tranquila”, cerró, lo que incluye la captura del o los responsables, claro.