Gabriel Rolón: “El amor sano se vive de pie, no vale humillarse ni suplicar”

Multifacético, entre el psicoanálisis, las conferencias y el teatro, formato en el que adapta sus obras literarias y las convierte en taquilleros espectáculos escénicos, Gabriel Rolón regresa esta noche a la ciudad con “El lado B del amor”, en la que desarrolla su teoría “anti comercial” del sentimiento motor de la mayoría de las vidas, y sobre el que asegura que sólo no basta para ser feliz.

En escena, una tímida periodista llega al consultorio de un psicólogo para hacerle una nota acerca de su último libro y, casi como al pasar, le propone un juego inocente. Sin embargo, a medida que avanzan, comienza a desplegarse una trama inesperada. El tema es el amor: esa experiencia que, en algunas ocasiones, puede dar sentido a la vida y, en otras, ponerla en riesgo.

Por estos caminos anda “El lado B del amor”, una comedia dramática que aborda las aristas más complejas de ese sentimiento tan idealizado, a partir de una premisa: no todos los amores merecen ser vividos.

Para el licenciado en psicología, “el amor sano se vive de pie”, por eso, dice en diálogo con EL DIA, “jamás perdería mi dignidad por amor”. No vale “humillarse ni suplicar”: cuando las cosas andan con fórceps es porque no van.

Acompañado en escena por Cynthia Wila, Malena Rolón y Carlos Nieto, la obra -que se ofrecerá esta noche, desde las 20.30, en Teatro Metro- está basada en su libro “Encuentros: El lado B del amor” (Planeta, 2012), que fue escrito en un contexto donde la violencia de género no estaba tan visibilizada como ahora. Por eso, dice, le pareció oportuno “subir al escenario el caso real de una mujer que atravesó ese infierno y la manera en que como analista luché a su lado podía sumar un poco más a la toma de consciencia que todos debemos tener ante una cuestión tan importante”.

La pieza, que permaneció durante dos temporadas en la cartelera porteña, acaba de cerrar una importante gira nacional y tendrá, en diciembre, una despedida a lo grande en el Teatro Nacional. Se trata de uno de los últimos fenómenos de taquilla, aún a pesar de los recortes al ocio que ha manifestado el público en el último tiempo, y el psicólogo analiza el suceso, aunque cree -o, mejor, le gustaría creer- “que la honestidad del producto es la causa de este éxito”.

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-¿Por qué sigue convocando espectadores?

-Pienso que todo artista tiene un público que espera algo de él. En mi caso, quienes leen mis libros o ven mi obras esperan irse con un pensamiento o una emoción que no tenían al entrar. Ese es mi responsabilidad con ellos y “El lado B…” ha cumplido con el acuerdo tácito que tenemos la gente y yo. Es una obra auténtica, veraz, que mezcla el humor y el drama sin perder de vista el compromiso de tomar partido y jugársela en temas tan arduos como el desencuentro amoroso y la tragedia de la violencia de género.

Hacer la versión escénica, que dirige Carlos Nieto, fue un desafío para Rolón. “Es la primera vez que propongo un producto que tiene algo de comedia. Pienso que esa mezcla de humor y drama con un fuerte contenido psicológico le da un atractivo especial a la obra”, detalla y reconoce que, “quizás por eso”, si fuera espectador y no autor ni protagonista, “iría a verla”.

Este condimento, el hecho de poder sentir un dulce cacheteo de sentimientos, lo que le provocan las películas de Woody Allen, es lo que rescata Rolón de la obra. “Esa posibilidad de reírme y pensar, de emocionarme y sorprenderme al mismo tiempo”, agrega el psicólogo.

En este sentido, admite que cuando en diciembre deje descansar por un rato a esta pieza se sentirá enriquecido. “Me quedo con esta rara sensación de disfrutar de que la gente se ría conmigo y de mí. Era algo que nunca había experimentado. Como psicólogo me sentía inclinado a promover siempre el pensamiento y la emoción desde la seriedad. Esta obra me enseñó que, también desde el humor, se puede caminar por el borde del abismo”, reflexiona.

-Ha recorrido todo el país con “El lado B del amor”, ¿qué viene después?

-Creo que es momento de volver al pensamiento duro. Al menos por un tiempo, tengo ganas de pensar junto a la gente sobre los temas arduos que me llevaron a escribir “El precio de la pasión” (Planeta, 2019).

-“El precio de la pasión” sigue liderando la lista de los libros más vendidos, algo que ya le ha pasado. ¿Es una vara a la hora de sentarse a escribir el siguiente?

-Intento olvidarme de esa presión cuando me siento a escribir. No hay nada peor que un autor al que se le nota el esfuerzo por escribir un best seller. Sé que la editorial y yo mismo esperamos un éxito. Pero no podría escribir si no me olvidara de eso mientras realizo la obra. Planeta es un lugar de amigos que me entienden y me tienen paciencia. Escribo cuando siento el deseo de hacerlo y abordo los temas y los géneros que quiero. Eso me brinda una libertad maravillosa. Obvio que me enorgullece ser uno de los autores más elegidos por lectores tan calificados como los argentinos. Sería un hipócrita si no lo reconociera. Pero el día que sienta que escribo para vender será el día que abandone la literatura.

Para Rolón, nada es gratuito. Según él, “todo, incluso el amor y la pasión, tienen un precio”.

“Esta obra me enseñó que, también desde el humor, se puede caminar por el borde del abismo”