Científica del CONICET ganó un concurso en la TV y usará la plata para poder investigar

Las dificultades presupuestarias que enfrentan por estos días cientos de investigadores del CONICET alcanzaron estado público de la forma más insospechada el martes pasado cuando en el programa “Quién quiere ser millonario”, una científica que trabaja en nuevas terapias contra el cáncer admitió haberse anotado en el concurso para sostener el funcionamiento de su equipo de investigación

“Soy científica. Dirijo un grupo de investigación del Conicet en la Universidad de San Martín donde en este momento estamos trabajando en nuevas terapias para el cáncer. Y en realidad, bueno, vinimos acá porque si recaudamos algo va a ser para el grupo de investigación”, dijo la doctora en Ciencias Biológicas Marina Simian.

“Los que hacemos ciencia y tecnología estamos muy complicados con el presupuesto”

Acaso su situación como investigadora hubiera pasado inadvertida de no ser porque Simian -que tienen cinco becarios a cargo e investiga el uso combinado de drogas tradicionales con nanotecnología-, ganó medio millón de pesos en el programa conducido por Santiago Del Moro en Telefé.

Con ese dinero espera “salvar el año” de trabajo, reconoció la investigadora, que obtuvo su doctorado en la Universidad de Buenos Aires y la de Berkeley, y se desempeña en el Instituto de Nanosistemas de la Universidad de San Martín.

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Si bien en 2016 Simian ganó un concurso del CONICET que le permitió obtener fondos para llevar adelante la investigación, el funcionamiento de su laboratorio cuesta unos 15 mil dólares al año, más del doble de lo que recibe en la actualidad

“Nuestro trabajo requiere de medios de cultivos anticuerpos y un montón de reactivos para cocinar en el laboratorio. Todos estos reactivos son importados y están en dólares”, detalló la científica al explica el fuerte impacto que representó para su presupuesto la devaluación.

“Tuvimos una gran devaluación y para nosotros eso es terrible porque todo está en dólares, además, tenemos el inconveniente de que comprar los reactivos en Argentina sale tres o cuatro veces más de lo que sale el mismo producto en el exterior”, comentó.

“Además -sostuvo Simian- hay mucha demora en el pago” del presupuesto que asigna el Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCYT).

“Estamos complicados con el tema presupuestario en ciencia y tecnología y tengo compromisos con mis becarios y les tengo que proveer lo que ellos necesitan para trabajar”, contó la investigadora, quien reconoció que si bien el premio obtenido en televisión no alcanza para cubrir todos los gastos les va a permitir sostener los objetivos de la investigación.

“Voy a salvar el año, no sé cuánto sacan de impuestos pero hace un diferencia”, admitió.