El peor verano de Gasalla: problemas de salud y de taquilla, escándalos y ¿cancelación?

“El señor Antonio Gasalla se vio obligado a suspender las funciones de su espectáculo en el Teatro Radio City debido a que no se encuentra en condiciones físicas de cumplir con su labor”: el anuncio llegó ayer por la tarde, luego de días de rumores sobre un posible levantamiento de su obra en Mar del Plata por baja venta de entradas y versiones de una salud en franco deterioro por parte del capocómico. Es el punto más bajo de la historia de Gasalla en Mar del Plata, una tierra que siempre lo vio exitoso y que hace apenas cuatro años lo tenía encaramado al tope de la taquilla de la temporada estival.

¿Qué le pasa a Gasalla? Poco se sabe: en el texto, solo se lee que ”el capocómico se tomará unos días para recomponerse ya que se encuentra con mucho cansancio físico y una patología preexistente que le impide continuar, al menos, por el momento, con su espectáculo”; Gasalla esperará 72 horas para ser atendido por sus médicos, y luego se anunciará si el artista sigue con la temporada hasta marzo, como había sido anunciado, o si abandona. El espectáculo que completa su elenco con Maxi de la Cruz, Lula Rosenthal, Pepe Ochoa y Marcelo Polino, ofrece a quienes hayan adquirido entradas que, una vez devueltas en las boleterías del Radio City, obtengan tickets al 50% de su precio para el espectáculo “20 millones”, también producido por Guillermo Marín.

Gasalla retornará así a Buenos Aires al menos hasta el fin de semana, aunque en La Feliz sostienen que la obra ya está levantada definitivamente. Es que a los problemas de salud del artista se suman los problemas de salud de su obra: según AADET, Gasalla no se encuentra dentro de los cinco espectáculos más visitados en Mardel, vendiendo apenas 200 entradas por día, lejos de las figuras de Fátima y Moldavsky, debajo incluso de una pieza menos popular como “El equilibrista” y, por lo tanto, comprometiendo la inversión que cuesta el capocómico y su puesta.

“Gasalla se vio obligado a suspender las funciones de su espectáculo porque no se encuentra en condiciones físicas”

Gasalla había tomado algunas medidas para revertir el presente, ofreciendo entradas con descuentos y precios más accesibles, pero la “mala fama” perseguía al show: a pocos días del estreno trascendieron frases de su monólogo agraviantes para ciertas figuras (incluida ¡Mirtha Legrand!) que no cayeron bien ni en el mundillo ni entre el público.

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MIL Y UN ESCÁNDALOS

Así, la encrucijada: ¿seguir o parar? Una dicotomía que es el punto álgido de un verano que ya había arrancado mal para Gasalla. Antes incluso del inicio de la temporada se había peleado con Fátima Florez, porque ella se anticipó a estrenar la marquesina del Radio City, ocupando un lugar de privilegio y con el apoyo de uno de los responsables de la sala, Lino Patalano. Gasalla ardía.

Para colmo, en diciembre el capocómico decidió no morderse la lengua, como es habitual en él, y lanzó que Flavio Mendoza “compró un nene”, en referencia al método que eligió para ser padre: segunda polémica del verano y todavía ni había arrancado la temporada. Flavio le respondió con aún más furia: “Te sigo hasta la tumba, y falta poco”, disparó.

Y el capocómico responsable del mítico personaje de La Abuela no se detuvo allí: semanas más tarde, ya en Mardel, mantuvo un fuerte cruce con dos periodistas: cuando le preguntaron por qué no había estado en la foto promocional que tuvo lugar en el espacio de un conocido diario nacional, Gasalla respondió “por qué no te vas a la mierda” y le dijo a las cronistas que “yo vengo a hacer teatro, no trabajo para que me saquen fotos los diarios. Esa fiesta era de inicio de temporada, no es publicidad de un canal. Lavate el culo con el canal”.

De todos modos, Gasalla es un hombre acostumbrado a las polémicas. Todos recuerdan cuando se bajó de una obra con Peter Alfonso, o cuando renunció a El Trece antes de estrenar. Y los escándalos, incluso, hasta podrían ayudar a vender entradas. Sin embargo, parecen haber provocado el efecto contrario: por primera vez, el público le da la espalda a Gasalla. Él, agotado, se tomará unos días para recuperar su salud y ver cómo sigue todo esto.