La historia que une a Bielsa con Guardiola

Todo arrancó por un tercero. «Si cuando te retires vas a ser entrenador, entonces tenés que ir a charlar con Bielsa», le aconsejó Gabriel Batistuta a Pep Guardiola en esas concentraciones que compartían en la Roma, allá por el 2002. El catalán anotó la sugerencia de Batigol y después fue sólo cuestión de tiempo para cumplirla. 

Cuatro años después, finalmente, se dio el impensado encuentro en el campo de Máximo Paz, refugio del Loco, y hubo admiración a primera vista. Con David Trueba, escritor y guionista español, como privilegiado único testigo, ambos debatieron sobre fútbol durante 11 largas horas. Un Pep que recién había colgado los botines y pensaba en dirigir completó su anotador de conceptos y tuvo que pedirle al rosarino si tenía más hojas para prestarle.

El resto también es historia conocida. Guardiola puso en marcha en el Barcelona la última revolución en el mundo del fútbol y en su última temporada al frente de aquel equipo se topó por primera vez en un campo de juego con aquel Bielsa que le abrió las puertas de su campo y le mostró toda su generosidad. En aquellos vibrantes tres duelos entre el Barcelona y el Athletic de Bilbao, con un triunfo y dos empates para Pep, hubo abrazos en el campo e intercambio de elogios ante los micrófonos. Nunca dejaron de tirarse flores y en algunas ocasiones hasta llegaron a comunicarse telefónicamente.