Empieza el distanciamiento en la Región, la fase más flexible desde el inicio de la pandemia

Tuvieron que pasar casi nueve meses para que la Región empiece, a partir de mañana, a sepultar oficialmente los días del aislamiento obligatorio para transitar una más amable etapa de distanciamiento. Comenzará así la fase de mayor flexibilidad desde el inicio de la pandemia, una instancia hecha de responsibilidades individuales y en la que, por caso, ya no se requerirá permiso para circular.

En forma oficial, se pretende habilitar lo que -de hecho- ya ocurre. Por ejemplo, los encuentros sociales de hasta diez personas en espacios cerrados.

También, a los bares y restaurantes de la Ciudad se los autorizaría a recibir comensales en el interior (hasta ahora podían hacerlo a cielo abierto), aunque respetando un aforo reducido de personas.

Entre las nuevas autorizaciones se incluiría a los gimnasios, que podrán funcionar con límite de personas.

Volverían además las actividades deportivas colectivas, permitiendo hasta diez personas en interiores.

Otro de los rubros en recibir luz verde sería el personal auxiliar de casas particulares.

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Mientras que se ampliarían los permisos a la construcción privada, posibilitando retomar obras de gran envergadura.

Las medidas fueron anticipadas el viernes en conferencia de prensa por el gobernador, Axel Kicillof. Pero todavía deben quedar refrendadas por el decreto reglamentario que, se espera, se publicará mañana.

“A partir del próximo martes se terminará la fase del aislamiento y empezará la etapa del Distanciamiento social, preventivo y obligatorio (Dispo)”, dijo el Gobernador en el último día de la semana pasada, cuando también valoró que la nueva fase es el resultado del “esfuerzo de los y las bonaerenses, y de un Estado que llegó a todos”.

Pues, el Conurbano y La Plata llegan al distanciamiento tras diez semanas de disminución de los casos positivos y de la utilización de camas de terapia intensiva. Del pico de 5.300 contagios diarios que sumaban en conjunto a fines de agosto, en la última semana se pasó a 1.900.

El desafío, dijo Kicillof durante su comparecencia del viernes, será “pasar de una política para aplanar la curva de crecimiento de casos a otra destinada a aplastarla”.

De la merma sostenida de los contagios dependerá la habilitación de nuevas actividades.

Entre las incógnitas, todavía queda despejar qué ocurrirá con el dictado de clases presenciales en la Ciudad, incluida -como adelantó EL DIA- entre los 82 distritos con riesgo epidemiológico medio que podrán desarrollar “actividades de revinculación en espacios abiertos”.

Como publicó este diario, los alumnos del último año de jardín de infantes, primaria y secundaria podrán realizar actividades presenciales “no escolares” (artísticas y deportivas), como parte de un plan que -explicaron en la Dirección General de Cultura y Educación- será “optativo” y sin requerir la asistencia obligatoria de los estudiantes. Aunque hasta ayer no había fecha de inicio.

“La Provincia no ha dado mayores precisiones al respecto”, admitían voceros municipales y que, de momento, lo que se sabe es que se priorizará a los menores que hayan perdido continuidad pedagógica durante el aislamiento, que serán encuentros con grupos de hasta 10 alumnos, una vez por semana y durante no más de 90 minutos.

Por eso, en la Comuna estaban expectantes a los anuncios de mañana, a la espera de que, junto con los alcances del flamante distanciamiento, quizá se allane en forma definitiva el reencuentro de los alumnos con sus docentes.

Según se anunció, la etapa que empieza a regir mañana se extenderá hasta el 29 de noviembre

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