Sólo el 50% de los comerciantes pudo pagar el alquiler: el resto abonó una parte o rescindió

El pago de alquileres de locales comerciales se pone cada vez más complicado, coinciden distintas fuentes: comerciantes, inmobiliarias y propietarios, los tres sectores incluidos en este tema. El 50 por ciento de los locatarios logró mantener el pago en término. Y el otro 50 por ciento se reparte entre los que pagan la mitad del compromiso, los que cancelaron un tercio del precio, aquellos que no pagaron nada y los que decidieron rescindir el vínculo.

En La Plata hay más de 6.000 locales comerciales. Según los últimos datos disponibles del Laboratorio de Desarrollo Sectorial y Territorial local, cuyo coordinador es Agustín Lodola, el 24 por ciento de 6.159 locales registrados en octubre de 2019 estaban desocupados. En nuestra ciudad, en los últimos años, se acentuó el alquiler de locales y aquellos que sostienen su propuesta comercial en un espacio propio son una clara minoría. Algunos dicen que el 80 por ciento de los emprendimientos comerciales funcionan en locales arrendados y otros estiran ese porcentaje a un 90 por ciento.

En ese contexto complejo que se agudizó tras la llegada de la pandemia, cobrar el alquiler de los comercios se hace una tarea cada vez más “difícil y preocupante”, dijo Estela Valverde, martillera, propietaria de la inmobiliaria que lleva su nombre. La profesional detalló que “entre el 50 por ciento de los comerciantes que no pueden afrontar el pago total del alquiler, una buena proporción aporta el 50 por ciento del precio, al menos es lo que ocurrió en abril y mayo. Este mes, ese segmento, de voluntad y posibilidades de pago, no llega a cubrir el 30 por ciento del costo del alquiler”.

Marcelo Babenco, vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria de la provincia de Buenos Aires marcó que “el 50 por ciento de los comerciantes pagó el alquiler del local en el que tiene su proyecto en marcha. El otro 50 por ciento se reparte entre pagos parciales y pagos postergados (o diferidos) para cuando pueda haber cierta reactivación en este marco inusitado que plantea la pandemia y una economía compleja como la que tiene nuestro país. También hubo casos en los que el dueño condonó parte de los meses de alquiler: perdonó un mes y aceptó el 50 por ciento del pago de los otros dos meses. Es muy variado el abanico de negociaciones y conversaciones que se lleva a cabo entre las partes”.

CUESTA ARRIBA

Alberto Catullo, titular de la comisión de centros comerciales de la Federación Empresaria de La Plata (Felp), dijo que “se hace cada vez más cuesta arriba el pago de alquileres. Hubo gente que hizo enormes esfuerzos para pagar todo el alquiler en estos meses para no acumular deuda, otros pagaron un porcentaje para exponer la voluntad de pago y esperar a que haya reapertura de locales y cierta reactivación, y otros directamente entregaron la llave porque bajaron los brazos y tras sacar cuentas no vieron chances de cumplir en el futuro inmediato y a mediano plazo con el compromiso del alquiler y los costos”. También, agregó el comerciante, “hay algunos colegas que negocian el pago de alquiler, difieren compromiso, esperan que en el primer mes puedan liquidar la mercadería que tienen y ahí, tras superar esa etapa, cerrarían el comercio”.

A la hora de los números está el aporte de la Federación Inmobiliaria de la República Argentina que hizo un relevamiento en gran parte del país, en el que se menciona que el 47 por ciento de los comerciantes pagó el total del alquiler; el 22 por ciento hizo el pago parcial; el 26 por ciento no cumplió con el pago, y el 5 por ciento rescindió el contrato.

LE PUEDE INTERESAR

Mientras el comercio agoniza y pide reabrir, la venta callejera no cede y hay tensión en la calle

LE PUEDE INTERESAR

La UNLP no para de caer en un ranking internacional de universidades

¿Cuál es el motivo de ese comportamiento? Hay varios, pero pica en punta la drástica reducción de ingresos sufrida por la cuarentena. Otro motivo, que le disputa el liderazgo de las causas de falta de pago de alquileres es el cierre obligatorio del local. En el sector inmobiliario también perciben que la respuesta financiera de los comerciantes se agota, porque, entre otros motivos, disminuyen los cobros que tienen por ventas realizadas mediante tarjetas (fundamentalmente de crédito) que hicieron en meses anteriores, previos a la pandemia.

Y apuntan: “hubo varios comerciantes que entregaron la llave del comercio y esos locales cerrados se están ofreciendo a un costo menor del que se pactó el año pasado, por el aumento en la oferta de locales, entre otras razones”. En ese contexto, la preocupación es cada vez más intensa.

Como ocurre en la mayoría de las ciudades del país, hay dos negocios: el inmobiliario y el local. El primero es la compra de locales para luego alquilarlos a proyectos comerciales de venta de productos y servicios en sí. Los propietarios de los locales, en buena parte, entienden el mensaje que reciben de los martilleros que están al frente o son responsables de las inmobiliarias. ”La intransigencia por los valores y cobros puede llevar al cierre del comercio, a una persiana baja durante largos meses y eso tampoco es conveniente”, apuntaron fuentes consultadas por este diario.

PROTOCOLO PARA VISITAR PROPIEDADES

Desde el 26 de mayo, las inmobiliarias reabrieron, pero sólo para cobros, pagos y tareas administrativas. Días atrás, la Cámara Inmobiliaria de la provincia de Buenos Aires presentó a la Municipalidad de La Plata un protocolo para visitar propiedades en alquiler o venta. Desde hoy, con restricciones, esa posibilidad se abre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

También citan desde CIBA que hay provincias, como el caso de Corrientes, que están “trabajando de manera casi normal, como si fuera febrero. Sin exagerar, como si no hubiera pasado el COVID-19, a pesar de tener a Chaco –una de las provincias más afectadas por el coronavirus- muy cerca. Lo hacen con protocolo sanitario, con responsabilidad social y tratan de reactivar el sector del mejor modo posible”.

Hoy en nuestra ciudad, las visitas son virtuales, y “la gente que busca invertir para comprar, o aquellos que necesitan alquilar, quieren presencia en los inmuebles”, indicaron distintos martilleros locales. La situación planteada en la Ciudad provoca “retroceso, con propiedades sin ocuparse ni alquilarse”.

El protocolo que presentó CIBA comprende que se realice manteniendo la distancia social recomendada, con no más de dos personas juntas; los profesionales y personal inmobiliario deberán llevar entre sus pertenencias el barbijo, guantes y alcohol; durante el desplazamiento por la vía pública mantener la distancia social obligatoria de 2 metros. También recomienda el ofrecimiento y evaluación de las condiciones de los inmuebles con el uso de barbijos y guantes y desecharlos al final de la recorrida y lavarse las manos; si el traslado se realiza en vehículo propio con el cliente, al final del viaje se deberá desinfectar el automóvil usado con alcohol o gel antiséptico, entre otros puntos.

Los dueños de inmobiliarias aguardan que el municipio eleve el protocolo a las autoridades bonaerenses, quienes tendrán la última palabra para habilitar las visitas a los inmuebles para venta o alquiler.

Desde el 26 de mayo, las inmobiliarias reabrieron, pero sólo para cobros, pagos y tareas administrativas