Tiros, piedrazos y heridos, el saldo de otra disputa gremial que involucra a la Uocra

La Central Térmica Ensenada de Barragán y sus inmediaciones amanecieron ayer en medio de un escenario dantesco que incluyó tiros, pedradas, corridas, gritos y heridos. De nuevo, una interna gremial enfrentó a afiliados de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) que, según se denunció, responderían al extitular de la seccional La Plata, Juan Pablo “Pata” Medina, con trabajadores de Techint enrolados en el embrionario Sindicato de trabajadores de la Industria de la Construcción (Sitraic), dejando como saldo lesionados por bala y arma blanca.

Las versiones sobre los incidentes son múltiples y contradictorias, pero arrojan pistas sobre el encarnizado enfrentamiento: el control por la bolsa de trabajo que en la construcción detenta la Uocra y que ahora pretende disputarle el Sitraic, que este mes hizo pie en la Región al mando de Iván Gastón Tobar, conocido por integrar la barra de Estudiantes, enfrentado a Medina y que respondería a Carlos Vergara, el interventor designado en la Uocra tras la detención del “Pata” por presunta asociación ilícita, extorsión reiterada y coacción agravada, en la primavera de 2017.

Con ese telón de fondo, la rivalidad quedó expuesta ayer a plena luz del día cuando, según pudo reconstruir EL DIA, un grupo de afiliados a la Uocra se trasladó desde el camping que los Medina tienen en Punta Lara hasta el acceso a la planta de diagonal 74, apenas los empleados de Techint iniciaban la jornada laboral. La intención, explicaron desde este sector, era reclamar por fuentes de trabajo en la usina ensenadense.

Versiones contrapuestas

¿Cómo lo que debió ser una manifestación pacífica terminó en una pendencia temeraria? “Quieren recuperar las obras de la Región, y Sitraic, que es el nuevo gremio, tiene la obra de Techint, que es una de las más grandes. Por eso nos atacaron”, contaron quienes se desempeñan en la Central Térmica, y que lo que empezó como amenazas e insultos verbales escaló hasta terminar con al menos dos heridos: uno, de 65 años, cercano a Medina, por un corte con arma blanca a la altura del abdomen y otro, de 33, que revista en la empresa, por un disparo en el pie, sin que hasta ayer se pudieran establecer los autores de las agresiones. Ambos -al cierre de esta edición fuera de peligro-, debieron ser trasladados a Hospital Cestino, tal como detalló un parte policial de Ensenada sobre los hechos en los que interviene la DDI de La Plata.

Pero quienes apuntaron a la Uocra hablaron de unos 20 heridos, uno con “severo traumatismo de cráneo” y autos rotos, mientras criticaron la demora de la Policía que, dijeron, “tardó dos horas en llegar”.

Bien distinto fue el relato de los seguidores de Medina, quienes describieron una manifestación “autoconvocada” de afiliados a la Uocra que se habría frustrado “cuando trabajadores vinculados al Sitraic, que son los mismos que respondían al interventor Vergara, empezaron a tirar desde adentro de la obra disparos y puñaladas a nuestros compañeros”.

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Llevaban además una carta que, aunque sin la firma del “Pata”, fue atribuida al ex mandamás de la seccional platense del sindicato. Bajo el lema “Las banderas de la Uocra no se negocian” y “sentado en la silla” de su casa en Villa del Plata -donde cumple prisión domiciliaria-, Medina pide “a Dios pronto estar en un escenario donde los vea a todos ustedes a los ojos para devolverles la alegría que siempre tuvieron en nuestra bendita casa de la Uocra La Plata” y dice estar “seguro de que muy pronto ese día será una realidad, esa que tanto anhela mi alma y corazón”.

La misiva habla además de los “traidores al movimiento obrero” y “tiranos de Sitraic”, a los que exhorta “a rendir un examen sindical y popular de cómo defender a los más humildes con la verdad y no con sus mentiras traicioneras”, para cerrar con una sentencia: “A esto los condeno para siempre, como ya los condenaron los miles de trabajadores de la Región”.

La violencia, una constante

Con la detención de Medina, tres años atrás, recrudecieron los episodios de violencia y la interna por el control de la Uocra se volvió una constante.

Por caso, días atrás una multitud se congregó en la zona de 44 entre 4 y 5, que -como en un viaje en el tiempo- pasó del silencio al escándalo en cuestión de minutos. Allí, frente al edificio que durante años y hasta su caída en 2017 fue el centro de operaciones del “Pata”, una facción de la Uocra cortó calles y veredas, entre el tronar de caños de escape de motos, ruido de tambores, detonaciones de bombas de estruendo y hasta el forcejeo de las puertas para ingresar al inmueble. A su manera, pidieron por “la llave de la vuelta a nuestra casa” y el cese de la intervención del gremio en la Región, hoy en manos de César Trujillo.

Trujillo es quien a fines de octubre reemplazó a Vergara, un enroque que ya derivó en medidas de fuerza impulsadas por quienes son cercanos a Vergara, para los que el desembarco de Trujillo podría allanar el camino de regreso a los Medina. De hecho, el desembarco del flamante Sitraic en La Plata -con Tobar al mando- sería una respuesta a esa puja.

Como se dijo, la pelea entre facciones de la Uocra se ha ido saldando en forma violenta, pasando de las simples amenazas a los enfrentamientos con víctimas fatales como César “Titi” Navarro, un trabajador vinculado a Medina que en agosto pasado fue asesinado a balazos en el barrio Villa Roca, de Berisso.

Ayer, luego del enfrentamiento ocurrido en Ensenada, un comunicado de la Uocra La Plata, y con la firma de Trujillo, salió a aclarar que “los lamentables incidentes” fueron “provocados por sectores ajenos a la Uocra y sin ningún tipo de representatividad gremial legítima”, los que “merecen nuestro repudio y condena”.

En el mismo texto, sostuvieron que la Uocra “no practica, promueve ni avala actos de violencia de ninguna naturaleza, provengan de donde provengan”, a la vez que instaron a las autoridades a investigar “hasta las últimas consecuencias para esclarecer los hechos” y no descartaron “eventuales acciones legales producto del indebido uso del nombre de nuestra entidad por quienes se arrogan una institucionalidad que no poseen”.

En tanto que en otro comunicado, el Sitraic repudió los hechos “ocasionados por grupos marginales de la Uocra, que atados a un sistema de procedimientos parapoliciales y actuando en patota, atacaron impunemente a trabajadoras y trabajadores afiliados” al nuevo gremio. También, remarcaron que el Sitraic “nació en La Plata para quedarse” y que esa “es la decisión de un número importante de trabajadores que, hartos de todo esto quisieron tomar un rumbo sindical y organizativo, y no ser lacayos de nadie”. Desde el mismo texto se convocó a su vez a una conferencia de prensa para mañana, a las 11, en la sede de la CTA bonaerense (6 entre 57 y 58), donde el secretario general del sindicato, Víctor Grosi, “dará a conocer los detalles de los hechos” que en la mañana de ayer pusieron en vilo a una zona de Ensenada.

En una carta, y desde su prisión domiciliaria, Medina auguró su regreso al mando de la Uocra