Se demoran las jubilaciones en el IPS y preocupa la acumulación de expedientes

Un año antes de llegar a la edad y años de aporte para jubilarse, Marcela López, docente, inspectora y directora de escuela, empezó a prepararse para el trámite previsional, haciendo cálculos de cuántos años se desempeñó en cada cargo.

El trámite, que arrancó a partir de la presentación de los expedientes en la plataforma digital, pasó por el Consejo Escolar y llegó a la Dirección General de Cultura y Educación, donde se hace el reconocimiento de servicio y el cálculo y se deriva al Instituto de Previsión Social, que se ocupa de establecer qué monto le corresponde.

Ya pasaron casi dos años desde entonces y el trámite todavía ni siquiera empezó a recorrer el camino lógico para los plazos. Desde el año pasado Marcela tiene el cese en el cargo y cobra un “anticipo jubilatorio” de apenas el 60 por ciento del sueldo.

Si le preguntan, dice que no sabe exactamente cuánto le falta para poder acceder plenamente a su jubilación, porque en Educación de la Provincia se están acumulando los expedientes.

Como el de Marcela hay miles y miles de casos en la Provincia de Buenos Aires. Por diferentes causas, entre las que sobresale el impacto de la pandemia en los mecanismos de circulación de expedientes y atención al público, en el sistema previsional bonaerense los tiempos para acceder a la jubilación demoran cada vez más.

Una jubilación que antes podía demorar dos años y medio o tres, hoy está demorando cuatro años o más, dicen referentes de la oposición que miran con preocupación el tema. Los cambios en el sistema de atención del IPS a partir de la pandemia es uno de los aspectos más mirados.

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En febrero pasado, cansados de que sus reclamos no encuentren respuesta, un grupo de jubilados se concentró en la puerta de la sede central del organismo, en 47 entre 5 y 6, y realizó una protesta singular: montaron escritorios en la vereda y simulaban atender al público y recibir expedientes.

“Resolvimos organizarnos, montar mesa y sillas, y escuchar a la gente que al igual que nosotros está soportando largas demoras en la resolución de los expedientes”, explicó una de las manifestantes. “Anotamos sus casos y los vamos a presentar ante las autoridades, que no nos reciben, después de años de trabajo nos dan la espalda”, lanzó.

El tema disparó un pedido de informes por parte de la Comisión de Asuntos Previsionales de la Cámara de Diputados de la Provincia, que venía recibiendo reclamos por parte de colegios de abogados bonaerenses por las largas demoras en las tramitaciones de las jubilaciones y pensiones.

Según estimaciones que hacen legisladores de la oposición, la baja es sensible y genera preocupación. “En el IPS se venía de 15 a 20 mil jubilaciones por año, y eso bajó en unos dos mil expedientes por año”.

“Para nosotros es un tema fundamental”, dice Emiliano Balbín, diputado radical, que preside la comisión de previsionales, que la semana pasada mantuvo un encuentro con el titular del IPS, Eduardo Santín, para abordar el tema. “Tiene que ver con un derecho alimentario que se ve afectado por estas demoras”.

“Lo que tardaba tres años, ahora tarda entre cuatro y cinco. Hay un cúmulo de expedientes que van haciendo un cuello de botella”, grafica Balbín. “Hay una situación histórica en la que siempre el IPS le sacó mucha ventaja a ANSeS con respecto a los trámites y hoy es al revés”, dice.

PANDEMIA Y COMPLICACIONES

Hay situaciones que tienen que ver con la lógica de funcionamiento de los trámites en el IPS durante la pandemia y las restricciones que impuso la cuarentena a la atención presencial y la realización de trámites complicados y largos.

Tras un primer parate que duró desde el arranque de la cuarentena hasta noviembre del año pasado, cuando se reabrieron las oficinas, la atención presencial se retomó en forma reducida.

En algún momento, según la oposición, llegó a haber apenas un tercio de los trabajadores cumpliendo tareas en forma presencial. En el IPS dicen que hoy ese porcentaje subió al cincuenta por ciento.

Como sea, los reclamos para que se mejore la capacidad de respuesta del organismo en este contexto son cada vez más.

“El IPS es uno de los pocos o el único organismo público de la provincia que no ha regresado a la actividad ‘normal’ y eso trae innumerables problemas para la gente, muchos en estado de necesidad extrema”, dice Matías Haded, abogado platense con mucha experiencia en el ámbito del derecho previsional.

“Es urgente que se resuelvan los trámites para que los beneficiarios puedan cubrir sus necesidades básicas. Muchos son de carácter alimentario: pensiones, jubilaciones, retiros por invalidez”, agrega.

Hoy, lo que ocurre en los hechos es que en el IPS se está dando prioridad a las pensiones derivadas, es decir a viudas y viudos, y eso hace que se retrasen más las jubilaciones.

La derivación lógica es el aumento en la cantidad de recursos de amparo por mora presentados por particulares, a los que la Justicia les hace lugar en casi todos los casos, con un perjuicio para el Estado provincial.

La gran preocupación está puesta en lo que ocurre en la Dirección General de Cultura y Educación, donde, según se informó, hay una demora en el envío de 45 mil expedientes al IPS para que avancen con las jubilaciones.

CAMBIOS

Desde el IPS, el presidente del organismo Eduardo Santín reconoce que hay una situación de demora en los expedientes, que atribuye al impacto de la pandemia y las restricciones, pero también a un cambio de sistema de origen de los trámites.

“Nosotros instrumentamos un mecanismo de presentación de expedientes a través de la web. Y cada uno de los que los inician los pueden presentar desde sus casas. Fue algo que cambiamos porque antes, los que iniciaban trámites tenían que ir a los centros de atención. Y con la pandemia lo pusimos en marcha”, explica.

Eso generó resistencias, dice Santín, sobre todo entre los abogados, que son los que están reclamando que el sistema nuevo genera más demoras.

“Antes, la gente usaba a los abogados para hacer las presentaciones de jubilaciones porque entendían que si contratan a un abogado de La Plata iba más rápido. Y ahora cada uno puede hacerlo desde su casa, vía web. Los abogados dicen que le cercenan el derecho laboral y no hay nada de eso”, lanza Santín.

En el IPS, aseguran que hay 94 bocas de atención: dos en La Plata y 92 CAPs repartidos entre el Conurbano y el interior. “Nosotros estamos atendiendo, todo está funcionando. En la sede de La Plata dejamos pasar de a cinco personas. En el resto de los CAPS, son por turnos”, explica.

“Como en cualquier otra actividad, tuvimos inconvenientes. No es lo mismo tener 900 trabajadores del IPS en forma presencial que la mitad”, afirma.

Santín reconoce que en 2020 la cantidad de altas de jubilaciones cayó en un porcentaje importante, pero asegura que eso, además de las demoras que derivaron del trabajo virtual de los agentes del IPS, también tuvo que ver con que se iniciaron menos trámites.

Además, dice, en pandemia se le dio “prioridad absoluta” a las pensiones, una decisión que, para muchos, ralentizó todavía más los trámites de jubilaciones.

Según legisladores de la oposición, la baja de jubilaciones es sensible y genera preocupación

Los reclamos para que se mejore la capacidad de respuesta son cada vez más