Ordenan a Huberto Roviralta, el ex de Susana Giménez, a pagar una indemnización de US$210.000

Luego de la escandalosa separación con Susana Giménez, en 1998, Huberto Roviralta recibió un total de US$10,5 millones en concepto de la división de bienes de la pareja pese al reclamo de la Diva que en reiteradas ocasiones sostuvo que había afrontado el pago de una cifra abusiva.

Con sus US$10,5 millones, el expolista argentino se mudó a Carmelo, Uruguay y allí comenzó a dedicarse a las inversiones inmobiliarias. Tras comprar un campo, comenzó a llevar adelante una urbanización que bautizó como "Dos hermanas". 

Roviralta construyó su casa en el lugar y luego comenzó a vender los lotes que rodeaban su propiedad. Según una nota del diario El País de Uruguay, los terrenos se ofrecían en 2019 a unos US$ 100.000.

Fue en ese marco que apareció un cliente que efectuó la compra de un lote. Todo marchaba sobre ruedas hasta que en un momento, Roviralta reclamó al dueño del lote una indemnización por no cumplir con el contrato y exigió el cobro de una multa.

El tiro le salió por la culata al expolista ya que el comprador lo acusó de haber incumplido el acuerdo por no haberle dado el predio como había prometido y no haber avanzado en las mejoras de la urbanización, entre otros argumentos.

Estas diferencias derivaron en demandas civiles cruzadas entre ambos. En una primera instancia, la Justicia le dio la razón al comprador del terreno. Roviralta apeló. En una segunda instancia, el expolista también perdió la demanda.

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Sin margen para volver a apelar, Roviralta deberá pagar ahora una indemnización de unos US$207.000, según dijeron a El País los abogados del comprador del terreno, Nicolás Martinelli (asesor de Presidencia) y José Pedro Pollak.

La orden fue dada por el Tribunal de Apelaciones uruguayo que además expuso que en caso de no cancelar el monto "podrá sufrir un embargo y el remate de sus bienes".

La Justicia constató que el argentino incurrió en incumplimientos formales y documentales que revelan que ni siquiera el padrón que pretendía vender estaba en el listado de terrenos libres de gravámenes. Es decir, Roviralta no estaba en condiciones de firmar una escritura de compraventa de ese terreno.