VIDEO. Kicillof presentó el Presupuesto con intendentes y le apuntó a Milei
VIDEO. Kicillof presentó el Presupuesto con intendentes y le apuntó a Milei
El Presupuesto local 2026: más fondos para obras y seguridad
La mujer quemada en Berisso: sentido reclamo en UNO por Yanet Rivero
El consumo, en caída libre: las familias se endeudan para lo básico
Llega el tren del rock: AC/DC vuelve al país tras 16 años de espera
Celular 5G, TV Led y un metegol: EL DIA premia a sus suscriptores con sorteos imperdibles
Peleas y ruidos, los dos flagelos que no dejan dormir a los platenses
El mercado y los cambios en el gabinete, con reacción dispar
El Presupuesto nacional, con una fuerte puja sobre cuándo tratarlo
Alarma por “epidemia” de Burnout entre profesionales de la salud
Sería inminente el fallo en Brasil sobre los hijos de Herman Krause
Por un embiste fatal, un joven inhabilitado para conducir hasta 2099
			
			
			Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
                                    
          Rosana Cecilia Grisolía  
 
Licenciada en Psicología
Cuando se transita esa etapa que se suele definir como la “mediana edad”, nos enfrentamos a desafíos: los que refieren a lo exclusivamente personal y los que están determinados por nuestros vínculos.
Si somos padres, debemos acompañar y también aceptar la autonomía que progresivamente van adquiriendo nuestros hijos. Simultáneamente, respecto de nuestros progenitores, advertimos el paso del tiempo y, en ocasiones, asumimos ser sostén de quienes fueron los nuestros en un pasado.
Estar “ocupado”, quizás pudiera ser una definición: ocupado en aquellos que son hijos y en aquellos que son padres; amén de estarlo en las exigencias que conlleva ir plasmando el propio proyecto vital.
Si en el transcurso de nuestra adolescencia habíamos advertido que nuestros padres ya no eran aquellos seres invencibles que supusimos en la infancia, ¿qué mirada descubrimos cuando -ya nosotros adultos- encontramos en ellos una merma en la actividad, un deterioro físico o psíquico -o ambos-, una muestra de la finitud de la vida misma?
¿Cómo poder pasar de ese “estado” en que éramos quienes demandábamos a ellos atención, consejo, seguridad, a este otro que la vida propone: ser quienes debemos atender sus demandas, buscar alternativas de solución a sus problemas, acompañar sus procesos de pérdidas (las que implica el término de la actividad laboral, las que se derivan de la ausencia de sus compañeros de vida o de sus pares)?
LE PUEDE INTERESAR
          Argentina: 225 muertos y 11.136 nuevos contagios de coronavirus
¿Cómo -al unísono- atender las responsabilidades que en tanto padres nos convocan: dar afecto, escucha, abrigo, consejo, manutención y acompañamiento a nuestros hijos, permitirles que, a medida que crecen, vayan gradualmente asumiendo autonomía, y aceptar los cuestionamientos y desafíos que implica que transiten su adolescencia?
Lo señalado supone un trabajo arduo: ser padre e hijo, y tratar de responderse acerca del propio deseo. Esa labor que implica decisiones, que determina acciones, que a veces conlleva confusión, que lleva a preguntas respecto de qué está bien y qué no y otras referidas al lugar que ocupa el deseo del/los otros y el propio, requiere tiempo.
Ese tiempo que es para sí y para otros, y que exige ser distribuido, entre las obligaciones diarias laborales y de la intimidad de un hogar, y aquellas que se derivan de velar, no solo por la progenie, sino por aquellos que nos preceden en el árbol genealógico.
Nos hacemos conscientes del tiempo y de los cambios que ello supone. Quizás, cuando envejecen quienes nos precedieron y crecen quienes nos continúan, no podemos desconocer el transcurrir de lo vivo, lo ya transitado y lo irremediable que supone aceptar la finitud de la vida.
Por ende, no solo se trata de discernir qué tiempo presente emplear en qué acción, sino también preguntarnos acerca de nuestro propio tránsito, qué sentimos, qué hacemos con lo que sentimos, cómo nos vinculamos con los otros significativos.
Ellos, al igual que nosotros, viven sus tiempos; tiempos disímiles –verdad- pero que simultáneamente, nos convocan a transformar y transformarnos en consonancia con los cambios que supone lo temporal y con las formas en que demostramos el afecto y nos relacionamos con nuestros padres y con nuestros hijos.
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
        Para disfrutar este artículo, análisis y más,
 por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
      
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Full Promocional mensual
$690/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6470
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Básico Promocional mensual
$530/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4190
Acceso ilimitado a www.eldia.com
			
			    
			    Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2025 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro DNDA Nº RL-2024-69526764-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
			Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
			Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
	    ¿Querés recibir notificaciones de alertas?
					
					
				
					
					
					
					
				
					
					
					
					
					
					
				
					
					
				
					
					
					
					
					
					
				
					
					
					
					
					
					
					
					
				
					
					
				
					
					
				
					
					
				
					
					
				
					
					
				
					
					
					
					
				
					
					
				
					
					
				
					
					
				
					
					
					
					
				
					
					
					
					
				
					
					
				
Para comentar suscribite haciendo click aquí