Es una muestra de la feminización de la pobreza

Abogada, presidenta de Las Mirabal

Los datos de este estudio nos hablan, en principio, de una gran exclusión del plano laboral y educativo de un montón de jóvenes. Y reflejan que las mujeres están peor que los varones. Lo que esto está demostrando es lo que llamamos la feminización de la pobreza.

La pobreza estructural tanto como las crisis económicas, afectan mucho más a las mujeres que a los varones y esto se debe a que estamos inmersos en un sistema patriarcal en donde la mujer es sistemáticamente excluida.

Desde Las Mirabal siempre implementamos programas para tratar de revertir esta situación y en este sentido creemos que es muy importante fomentar las relaciones sociales entre las mujeres, capacitarlas, tratar de revertir o tratar de poner en tensión esa creencia de que lo central en la vida de la mujer es dedicarse a los trabajos de cuidado.

Estos números nos demuestran que programas como estos hacen falta; todavía estamos muy estancadas.

Claramente los estereotipos de género están mas vivos que nunca.

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No falta avanzar un montón y creo que las políticas públicas deben redefinirse y poner más recursos en este tema para que las mujeres puedan ser incluidas en condiciones de igualdad en el mercado laboral y también en el ámbito educativo.

Por otro lado esto de hablar de los “ni ni”, que no estudian ni trabajan, no lo hacen en un plano formal, sino que en general se dedican al cuidado de otros miembros de la familia.

Y esto también se relaciona de alguna manera con la cantidad de embarazos no planificados. Hay mucho embarazo adolescente y eso hace que muchas jóvenes se dediquen plenamente al cuidado de sus hijos y sus hijas y no puedan desarrollar otros aspectos como el educativo y el laboral.

Es un problema complejo, pero la base es la vigencia del orden patriarcal.