Alquileres: el ajuste anual llegó al 127% en un mercado con poca oferta

El índice de actualización de alquileres sube y sube. Ese ajuste de los contratos de locación iniciados el 1º de diciembre 2021/2022 será en este diciembre de 127,6 por ciento, según lo determinó (todavía bajo la letra de la ley anterior) el Banco Central.

El indicador se ubica un poco más de ocho puntos por arriba del último antecedente, que marcó el 119,5 por ciento para los contratos que debían ajustarse durante este mes.

La actualización anual del alquiler fue uno de los puntos cuestionados a la Ley 27.551, que rigió la modalidad hasta el pasado mes de octubre, cuando se reformó la normativa.

Se mantiene otro de los puntos que genera rechazo entre los propietarios: la extensión de los acuerdos por tres años.

A partir de las nuevas condiciones, las actualizaciones de los contratos firmados desde este mes serán cada seis meses y calculadas en base al Coeficiente Casa Propia, que se utiliza desde 2021 para los créditos Procrear.

Los contratos que ya están firmados bajo la anterior ley -aprobada en 2020-, con plazo de vigencia de tres años y esquema de ajuste anual por ICL (índice de locación)- seguirán su curso hasta la finalización de los 36 meses de duración y se adecuarán a la nueva normativa al momento de la renovación. Así, durarán tres años y deberán ser estipulados en moneda nacional.

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Las regulaciones se aplican en un mercado como el de los alquileres, en el cual la demanda sobrepasa por mucho la oferta.

Ese estrechamiento de disponibilidad es aprovechado por algunos propietarios para exigir mayores requisitos en los contratos de locación, según admiten en las inmobiliarias.

propietarios más exigentes

Ese fenómeno se está dando cada vez con mayor frecuencia, por caso, en CABA, un distrito donde, de acuerdo con la estimación de las asociaciones de inquilinos, lleva entre tres y cuatro meses promedio encontrar una vivienda. A la vez que ocurre esa falta de oferta en la capital del país crece la prohibición de no admitir mascotas en los departamentos y hasta se está llegando al extremo de no aceptar niños porque así lo dispone el reglamento del consorcio. También se han conocido casos en los que se imponen restricciones horarias para la entrada y salida de los edificios.

Los contratos que se pactan en la Región no suman, por ahora, ese tipo de exigencias, y para las operaciones de alquiler se siguen contemplando las mismas exigencia de siempre, aseguraron en inmobiliarias de esta ciudad.

Sí puede ocurrir que debido a la escasez de viviendas que, se sabe, también afecta con fuerza al mercado inmobiliario local, haya propietarios que se vuelvan más exigentes y aprovechen la necesidad de alquilar de las personas para poner restricciones.

“Hay muy poco o casi nada de oferta, entonces lo habitual de algunos propietarios que quieren preservar de daños a sus inmuebles y se niegan a la presencia de mascotas se nota más, justamente porque es mucho menor la cantidad de departamentos para alquilar”, explicó la martillera Mirta Libera.

Mariana Valverde, por su parte, tampoco advierte nuevos requisitos en los contratos de alquiler que se celebran en La Plata y cree la martillera que esa diferencia con CABA ocurre porque “allá casi no hay oferta y la demanda es muchísima. Entonces, los propietarios se ponen más exigentes, pero en esta ciudad hay un poco más de disponibilidad”.

Pero más allá de los efectos que pueda producir la retracción del mercado, en líneas generales, aseguró Libera, “no hay condiciones nuevas para la firma de los contratos”.

En ese sentido aclaró la operadora inmobiliaria que en relación a la posesión de perros o gatos en los departamentos “pueden haber cuestiones puntuales que tienen que ver más con los convenios de convivencia de los edificios”.

El mercado de los alquileres sigue ofreciendo poco y nada, como afirman en el sector. “Es un momento muy difícil- señaló Libera-; siguen muchas viviendas respecto a la demanda; y los valores están altos, porque los precios iniciales, con esta inflación, están presionando para arriba”.

En ese sentido, opinó la martillera, “la modificación de la ley perjudicó todavía más el mercado”.

Ya desde hace décadas, por contrato, se exige: un mes de alquiler por adelantado, garantías propietarias, recibo de sueldo del titular de la locación, y el pago de la expensas ordinarias (todo lo que hace a los usos comunes). Todo eso independientemente de lo se debe abonar de entrada para habitar la vivienda.

seguro contra incendio

Como una novedad, de un tiempo a esta parte, en la Ciudad apareció la exigencia al algún inquilino hacerse cargo de un seguro contra incendios del departamento.

Según las organizaciones que nuclean a los inquilinos cada vez resulta más complicado alquilar. Además del “tiempo de espera” para conseguir una vivienda que reúna la expectativa del requerimiento y un precio que el bolsillo pueda afrontar.