El delito “nunca pierde el Norte” y los vecinos se muestran aterrados

Los vecinos de Barrio Norte están en alerta por la inseguridad. Pasan las horas, se repiten los episodios delictivos y la falta de respuestas a sus reclamos.

La situación, según advirtieron en contacto con este diario, “es crítica”.

Según advierten, tienen razones de sobra para fundamentar esa descripción. E incluso van un poco más allá. Hablan de “ola delictiva”, de “zona liberada”, “a la buena de Dios”, en un amplio radio comprendido entre las calles 32 a 38 y de 1 a 19.

La modalidad de los motochorros, como sucede en cada rincón de la Ciudad (ver pág. 14), es una de las más vistas, aunque también existen ataques en casas de familia, como ocurrió en las últimas horas en el domicilio de una jubilada. Pasó en 14 entre 34 y 35.

“Dónde está la Policía”, “dónde está el comisario”, se preguntan una y otra vez los frentistas. Pero sienten que son frases al aire, porque la realidad es la que viven cuando ponen un pie en la vía pública o cuando son sorprendidos por bandas armadas dentro de sus hogares.

“Da miedo salir a hacer un simple mandado”, relató un habitante de la zona.

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En horas de la mañana, cuando todo el mundo sale a trabajar o a llevar a sus hijos al colegio, entre otras actividades cotidianas, se siente el peligro en carne propia.

Por ejemplo, una banda de seis motochorros, que circulaba a bordo de tres motos de alta cilindrada, causó terror con violentos robos y disparos.

Durante su accionar, algunas cámaras de seguridad vecinales lograron captarlos, pero en otros sectores no pudieron ser registrados por la oscuridad y la falta de funcionamiento del alumbrado público.

Según pudo averiguar este medio, a las 06.20 de la mañana de ayer, los seis ladrones interceptaron a un motociclista en inmediaciones de la calle 18 entre 37 y 38.

Allí, interrumpieron su tránsito amenazándolo con un arma de fuego y terminaron apoderándose de sus objetos personales en tan solo un minuto.

Tras el embate delictivo, se escaparon por la calle 37 en contramano y dejaron desahuciada a la víctima, que debió juntar todas las pertenencias que habían sido descartadas.

Luego continuaron su accionar en el cruce de las calles 14 y 40, cuando intentaron robarle a un joven y a un hombre que estacionaba su vehículo sobre Plaza Belgrano.

Uno de los implicados cayó del rodado y otro de los cómplices disparó para intimidar a las víctimas.

La sustracción del tendido aéreo también representa un dolor de cabeza constante, ya que enfrente del Hospital Español, para citar un caso, sustrajeron todos los cables de cobre y mucha gente se quedó sin servicio eléctrico.

En ese sentido, sumado a las fallas permanentes del alumbrado público, el sector se convirtió en una “boca de lobo”.

Los vecinos señalaron que además acontecieron robos de picaportes y manijas de bronce.

Volviendo a los motochorros, en 3 y 35, anteanoche, un delivery fue apuntado con un revólver y perdió su rodado y el celular.

Por último, en 36 entre 16 y 17, también temprano, cuatro motocicletas persiguieron a dos empleados municipales, que iban en un rodado de similares características.

Según su denuncia, primero le exhibieron un arma de fuego y a uno de ellos le pegaron un culatazo en la nuca.

“Si nos miran a la cara le damos un tiro”, les advirtieron.

Así, inmóviles, nada pudieron hacer para evitar el robo de su vehículo, los celulares y otras pertenencias.

Para cerrar, en 14 entre 37 y 38, estuvieron muy cerca de levantar la moto de un empleado de comercio que estaba en la vereda.