El libro que permite abrir un diálogo interior

En un tiempo donde la salud mental ha dejado de ser un tema tabú para convertirse en parte de la conversación cotidiana, los libros que invitan a mirar hacia adentro ganan terreno entre lectores ávidos de algo más que entretenimiento. Querida yo: tenemos que hablar, de la psicóloga española Elizabeth Clapés, se inscribe en esa línea: no propone fórmulas mágicas ni recetas para la felicidad, sino un diálogo honesto con una misma. Y lo hace con una escritura clara, empática, atravesada por la experiencia clínica y, sobre todo, por una escucha paciente que muchas veces se encuentra más fácilmente en las páginas de un libro que en la vorágine de la vida cotidiana.

Clapés es psicóloga, sexóloga clínica y terapeuta de pareja, pero también es una figura de las redes sociales, donde se la conoce como @esmipsicologa. Con más de un millón de seguidores entre Instagram y TikTok, supo construir una comunidad que busca respuestas sencillas para emociones complejas. En Querida yo, su primer libro publicado en 2022 por la editorial Montena, Clapés canaliza esa búsqueda a través de una propuesta que mezcla herramientas terapéuticas, ejercicios de introspección y reflexiones sobre la autoestima, el amor propio y el miedo. El libro no se propone resolver el dolor, sino acompañarlo. No habla desde el lugar de quien sabe, sino desde el de quien también lo vivió.

La propuesta del libro es clara desde el título: la interlocutora es una misma. Pero no esa versión idealizada que uno proyecta en redes o construye a partir de expectativas ajenas. Es esa voz interna que a veces molesta, que incomoda, que exige explicaciones. En ese diálogo interno se cuelan preguntas como “¿por qué te cuesta tanto perdonarte?”, “¿por qué te exigís más de lo que podés dar?”, “¿por qué no te animás a soltar lo que ya no te sirve?”. Clapés no responde por el lector, pero lo empuja a hacerlo, incluso cuando lo que aparece no es lo que se espera. El tono del libro evita el tono de consigna y se aleja del estilo de manual de autoayuda. No hay mandamientos ni listas de pasos a seguir. Hay preguntas, algunas muy incómodas, y un acompañamiento amoroso para transitar las respuestas.

En una época donde se multiplican las fórmulas de productividad personal y los imperativos de la positividad, Querida yo toma un camino diferente: el de reconocer el derecho al dolor, al error, a la contradicción. El libro habilita la tristeza, la rabia, la culpa, y propone que solo desde ahí se puede empezar a construir una relación más saludable con una misma. No se trata de “ser feliz” como objetivo, sino de “caerse bien”, como escribió la propia autora en su segundo libro. En ese sentido, el texto de Clapés encuentra resonancia en una generación que ya no se conforma con el mandato de tenerlo todo bajo control y empieza a valorar la vulnerabilidad como una forma de fortaleza.