“Una boda en Rusia”: arden las cocinas de Chéjov

Anton Chéjov, sus obras, son frecuentemente revisitadas en la cartelera platense pero no así sus cuentos. Cuentos, algunos, que inspiraron a la dramaturga y directora platense Paula Boero a la hora de escribir “Una boda en Rusia”, una obra con diez actores y actrices en escena con una historia de época sobre criados, lacayos y dilemas de clases sociales que se estrena el domingo en El Obrero.

Ambientada a finales del siglo XIX, la obra se desarrolla alrededor de la vida de la aristocrática familia Korolev. La Boda de la Señorita Dascheñka está por acontecer y la servidumbre marcha al ritmo de los últimos preparativos. En la cena de bodas una conversación sobre el progreso hace que las tensiones vayan en aumento.

Hace tiempo que el dramaturgo ruso venía siendo abordado por Boero en sus grupos de entrenamiento actoral. Durante la pandemia, lo transitaron en una virtualidad “nada deseable” pero que les sirvió como “sostén” para atravesar el momento. Luego lo retomaron, en el marco de su tradicional Seminario de Autor, en donde surgió la idea de trabajar en este proyecto para el que se sumaron actores y actrices al grupo. El elenco quedó conformado por Analía Andrade, Laura Cuevas, Adrián Di Pietro, Julián Dorati, Noella Durante, Lourdes Fernandez, Fabian Iglesias, Valeria Ramirez, Walter RodrIguez BusIlachI y Elsie Sotelo.

Traer un pedazo de Rusia a La Plata no fue complejo porque “el teatro te permite esto y mucho más sin problema”, aseguró Boero, en diálogo con EL DIA, y se refirió a qué posibilidades encontró en los relatos breves del autor: “Estamos quizás acostumbrados a las piezas teatrales del autor, sin embargo los cuentos ofrecen mucho humor, que, combinado con la profundidad habitual a la que nos tiene acostumbrados, se convierte en una posibilidad teatral de lo más disfrutable”.

Se trata de una producción de época que implicó un gran desafío “en términos de ser rigurosos con los vestuarios y objetos en escena”. Investigación profunda mediante, se creó “un ambiente visualmente muy atractivo que te transporta a esa boda de época”, en realidad, a la “cocina” donde, valga la redundancia, se cocina toda la historia que suena a clásico y se viste en penumbras.

A pesar de la distancia temporal, la historia resuena. “Es irónico irnos a una Rusia del siglo XIX para hablar de clases sociales y de una escasa educación que cercena, dada la realidad de nuestro país”, reflexionó la directora sobre una obra que aborda temas como la falta de educación y el temor al progreso. “Más profundamente aparecen las escasas aspiraciones de quienes viven a través de la familia a las sirven. Lo que se calla, lo que tememos preguntar”, agregó Boero.

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Haber llegado a este estreno, con un equipo de trece personas que se completa con Rocío Tosca en iluminación y Marcela Rizzi en asistencia de dirección, es toda una declaración de sentido cultural. “El teatro independiente se hace con esfuerzo, siempre. En este momento tan complejo, la red humana que enraíza el teatro se hace más presente que nunca”, manifestó la directora, abrazada desde siempre a la colectividad.

El estreno será este domingo a las 20.30 en El Viejo Almacén el Obrero, 13 y 71, y habrá una nueva función en junio el domingo 29. La obra se ofrecerá también los sábados 5, 12 y 19 de julio a las 21 en la misma sala. Las entradas se pueden reservar a través de Alternativa Teatral.