Sushi a los chicos, una moda que desaconsejan

Frente al avance de la comida chatarra y las dificultades para lograr que los chicos se alimenten bien, el hecho de que les guste el sushi parece una alternativa ideal. Después de todo “¿qué más sano que el pescado?”. Con este criterio, cada vez más padres alientan esta preferencia entre los hijos al punto de que hoy no es raro que los restaurantes de sushi tengan incluso un menú infantil. ¿Pero es realmente un plato aconsejable para ellos? Pediatras y nutricionistas dicen que “definitivamente no”.

Y es que más allá de que los chicos no están preparados para digerir carnes crudas, son además especialmente vulnerables a las bacterias presentes en los alimentos sin cocinar, señalan los médicos, quienes advierten que el sushi pueda generarles desde una gastroenteriris hasta cuadros de gravedad.

“En principio, comer sushi le implica a los chicos un esfuerzo digestivo porque al faltarles algunas enzimas no están preparados para digerir proteínas crudas. Pero el problema más grave es que tampoco su sistema inmunológico está suficientemente desarrollado para comer carnes sin la debida cocción”, explica la doctora Marita Marini, directora del Hospital Noel Sbarra y titular de la Cátedra de Pediatría de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP.

“Las carnes crudas, incluida la del pescado, tienen una gran cantidad de bacterias que se eliminan con la cocción. Entre ellas, la escherichia coli, que durante los primeros años de vida puede causar una insuficiencia renal severa, potencialmente fatal. Por eso hasta los dos o tres años de vida una comida como el sushi está absolutamente contraindicada; y pasada esa edad hay que manejarse con cuidado porque también puede generarles cuadros gastrointestinales”, explica la pediatra.

INGREDIENTE POLEMICO

Aunque las advertencias de los pediatras en torno al consumo de sushi por parte de niños podrían aplicarse a las carnes crudas en general, en el caso de este plato se le suma un ingrediente polémico: el salmón. En las últimas semanas fueron varios los chefs que reconocieron públicamente haber excluido este pescado de sus menús debido a su actual toxicidad.

El primero en arrojar la piedra fue el chef francés Christophe Krywonis, uno de los jurados en la versión argentina del programa Masterchef, al reconocer que hace años que no come salmón ni lo ofrece a sus clientes por la “gran cantidad de antibióticos y pesticidas que reciben en los criaderos para evitar la propagación de enfermedades” y “los colorantes” que suele administrarles los productores para lograr su característico color rosado.

Ocurre que en estado natural, los salmones adquieren su tonalidad a partir de la alimentación de crustáceos y recién a los tres años de edad, más del doble del tiempo con el que salen al mercado los que surgen de criaderos; o sea casi la totalidad de los que se consumen hoy en el país.

“El problema es que es lindo a la vista y es rico al paladar. Pero es muy graso, contiene niveles de Omega 3 más bajos que otros pescados y no es para nada sano. A mí me encantaba, lo comía siempre hasta que me empecé a informar y realmente es un veneno. Su cultivo supera en horror al pollo”, dijo el afamado chef francés, para quien el salmón es hoy “como el cigarrillo: si lo consumís, al menos sabé lo que es”.