Con dos goles y un buen primer tiempo, River gritó campeón

River Plate se adjudicó anoche la Recopa Sudamericana de fútbol con una victoria en el estadio Monumental frente a Independiente Santa Fe, de Colombia, con quien había empatado sin goles en el partido de ida jugado la semana pasada en El Campín, de Bogotá.

El conjunto argentino, que llegó a la definición de este trofeo por ser el campeón de la Copa Libertadores 2015 justificó de entrada su favoritismo con un gol festejado a los 3 minutos de juego, y dominaba ampliamente a partir de una fuerte presión.

A Independiente Santa Fe, ganador de la Copa Sudamericana de la temporada 2015, le costó afirmarse, y recién entró en partido luego de un cuarto de hora muy adverso.

El equipo dirigido por Marcelo Gallardo, campeón defensor de la Recopa, pues en la edición anterior la aseguró frente a San Lorenzo, respondió al fervor de su público, que lo recibió con una verdadera fiesta en las tribunas.

Muy activo Ignacio Fernández, el que más y mejor movió la pelota; rápido Gonzalo Martínez, para ganar metros por afuera; insistente Jorge Luis Moreira, el paraguayo para ocupar el puesto de Gabriel Mercado, que no paró de escalar por el carril derecho; y aunque Andrés D’Alessandro se mantuvo a un lado, porque no encontró la pelota, el conjunto de Nuñez sacó ventaja en su primera llegada a fondo.

Se jugaban 3 minutos cuando la pelota se abrió a la izquierda para el Pity Martínez, quien se metió en el área y sacó un centro al medio que aprovechó Sebastián Driussi, tocando corto al gol.

El visitante, dirigido por Gustavo Costas, daba la sensación de estar conmovido, y no encontraba el modo de quitarle protagonismo a un rival que no paró de atacar, en particular por las puntas. Así había diagramado esta revancha Gallardo, y más allá de algunos matices que lo llevaron a cuestionar ciertos movimientos, lo trasladó a la cancha.

Omar Sebastián Pérez, el santiagueño que surgió en Boca Juniors durante la temporada 2002/2003 se llevó todos los silbidos posibles del público de River en el Monumental

Recién a los 24 minutos, cuando Yeisson Gordillo capturó la pelota afuera del área, para entrarle con fuerza y dirección, los colombianos experimentaron algún tipo de respuesta en una revancha que seguía lejos de los parámetros imaginados.

No se movió Omar Sebastián Pérez, el santiagueño surgido en Boca Juniors, quien es tan ídolo del Santa Fe que le ganó la pulseada a Gerardo Pelusso, cuando el entrenador dispuso marginarlo, y eso favoreció la presión de River, que volvió a sufrir tras un error de Augusto Batalla, que no pudo retener una pelota en principio sin complicaciones.

La referida impresión fue compartida por Costas, quien dejó al Pelado en el vestuario al final del primer tiempo y decidió el ingreso del juvenil Kevin Salazar, quien pasó a ser el encargado de manejar la pelota en función de ataque y verdaderamente le imprimió una mayor dinámica al juego de la escuadra colombiana.

Pero... A los 5 minutos, y desde un tiro de esquina desde la derecha, que D’Alessandro jugó corto con nacho Fernández, quien le devolvió la pelota apurado por un marcador, llegó un pelotazo alto que siguió con dos cabezazos dentro del área, el segundo de los cuales fue de Lucas Alario, quien de esta forma selló el 2 a 0 de River.

Otros dos cabezazos dentro del área, que desacomodó a todos los marcadores, se repitió pasado el cuarto de hora, pero en este caso a favor de Independiente Santa Fe, que por esta vía descontó y le pudo una cuota de suspenso a un partido que parecía estar liquidado.

El descuento le puso un freno al despliegue de River, que si bien saboreó el tercero con un zurdazo “a colocar” de Martínez, que devolvió el travesaño, pasó a reforzar su estructura defensiva, no con variantes, porque las que hizo Gallardo no estuvieron dirigidas a eso, sino con un mayor despliegue general. Como el de Martínez, que fue amonestado por cruzar fuerte a un rival con pelota en posición de marcador lateral.

Se quedó sin juego el conjunto Millonario, y muy lejos del nivel mostrado en la primera media hora, pero en definitiva la victoria de anoche resultó incuestionable porque en el balance final fue el mejor de los dos.