Hay semáforos del centro que siguen “descolocados” por la furia del viento

Tan violento resultó el viento que corrió, por ráfagas, esos dos días de mediados de septiembre en la Ciudad, que dio vuelta, literalmente, numerosos semáforos, tanto de las zonas de la periferia platense como de los sectores céntricos. En concreto, las fuertes rachas modificaron la posición de los equipos colocados sobre los brazos de las columnas de los ordenadores y algunos de esos dispositivos quedan todavía sin acomodar.

Entre el 13 y el 14 de septiembre, la Región vivió un inusual temporal de viento. Fueron dos jornadas consecutivas en que en la vía pública voló casi todo y los semáforos dispuestos en el tramo colgante de las columnas no fueron la excepción: se movieron frenéticamente y terminaron descolocados de la posición que deben tener para ser vistos por los automovilistas.

Tales fueron los casos de los ordenadores lumínicos de 6 y diagonal 73, 12 y 50, y diagonal 80 y 4, todos cruces clave dentro del intenso tránsito de la Ciudad, por lo que, al “mirar” el trío de luces hacia otro lado se produce una situación confusa que a la hora de conducir puede ser peligrosa.

Además de los semáforos afectados en el casco céntrico, un gran número de los instalados en los accesos a la Ciudad sufrieron también el revés que provocó el viento varios del camino Centenario y de la avenida 520.

“Estamos trabajando, justamente, para enderezar todos los semáforos que fueron corridos de su lugar en esos días de viento tan fuerte”, explicó el director municipal de Electromecánica, Mariano Barco. “Afectó a muchos, por eso todavía quedan algunos en los barrios de la periferia y en el casco urbano que todavía hay que acomodar”, añadió el funcionario.

Ocurre que el mecanismo que se sitúa frente a la calle que se busca ordenar y que está dispuesto en altura, se adosa al brazo del poste con tornillos y, justamente por una cuestión de seguridad (para que no salga disparado como consecuencia de cualquier impacto), en lugar de caer, se dobla.

Faltante en 6 y 43

También, según calculan los vecinos de la zona, desde que se produjeron esos dos días de ráfagas se rompió el ordenador de la esquina de 6 y 43, un barrio complicado en la circulación vial por la cercanía de la Terminal de Ómnibus. “Desapareció el semáforo y solamente quedaron los cables, a la vista, lo que es un peligro”, denunció un vecino de la zona.