El Gobierno ayuda a Buenos Aires sin desfinanciar al resto de las provincias

La propuesta que hizo el gobierno nacional a las provincias el jueves, en la Casa Rosada, logró calmar las expectativas de los gobernadores, preocupados porque el apoyo a los reclamos presupuestarios de la provincia de Buenos Aires desfinanciaran al resto de los estados provinciales.

La Nación pudo satisfacer, al menos por ahora, el reclamo de los distintos actores con una fórmula simple: propuso aumentar la participación de las provincias en impuestos nacionales como ganancias; aceptó modificaciones a su propuesta tributaria que perjudicaba a las economías regionales (como el impuesto al vino); y, sin desfinanciar a los estados provinciales, aumentó el monto de los fondos que gira al territorio bonaerense con recursos propios que extraerá del ahorro de su propio presupuesto.

DARLE A BUENOS AIRES SIN SACARLE A LAS PROVINCIAS

El primer punto del acuerdo entre la Nación y las provincias, fue establecer un aumento de fondos coparticipables para la provincia de Buenos Aires, que el año próximo recibirá casi 20 mil millones de pesos más en concepto de coparticipación, y -posiblemente- otros 20 mil millones más como compensación por la desaparición del Fondo del Conurbano.

Sólo con los 20 mil millones de pesos más que recibirá por coparticipación, le permitirá alcanzar a Buenos Aires una participación del 20,4% en el total de recursos transferidos.

¿CÓMO SE LOGRARÁ ESTE ACUERDO?

Según un trabajo de la consultora Ieral de la Fundación Mediterránea, la Ciudad de Buenos Aires disminuirá su participación para quedar en igual situación que el resto, y el Tesoro Nacional obtendrá más de $50.000 millones extras. Anses perderá unos $58.000 millones y el fondo ATN caería en unos $11.000 millones.

Los recursos netos de Nación se reducirán en $8.000 millones, y contará con $11.000 millones menos para repartir discrecionalmente vía ATN a las provincias en 2018.

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Además, con el acuerdo, se repartirá la totalidad de lo recaudado por Ganancias que será distribuido entre Nación y provincias, derogando el articulo 104 que imponía una serie de descuentos nacionales al monto recaudado antes de distribuirse a las provincias.

La propuesta también incluye el reparto del 100% de la recaudación del impuesto al cheque para que sea destinado al financiamiento de Anses, diferente a la modalidad actual, en que el 70% tenía ese fin, y el 30% restante forma parte de la masa bruta de recursos coparticipables (de esta forma, el gobierno nacional recibe efectivamente más del 80% de la recaudación de ese tributo).

LA NEGOCIACIÓN CON LOS IMPUESTOS EN LAS ECONOMÍAS REGIONALES

Las tres provincias cuyanas (Mendoza, San Juan y La Rioja) se quejaban de que imponer una alícuota del 10% a los vinos -como lo preveía el borrador original de la reforma fiscal-, contra una recaudación anual de $6.000 millones, sería un golpe a las economías regionales y a pequeñas empresas en las que el 75% de los costos son salarios. Los argumentos funcionaron porque el impuesto se cayó también para los espumantes y al menos esa discusión llegó a su fin.

El Gobierno anunció que daría marcha atrás con los impuestos internos anunciados la semana pasada para el vino (iba a pasar de 0% a 10%), el champagne, los espumantes y la cerveza (que iba de 8% al 17%).

Pero dejó sin cambios las alzas previstas para las bebidas azucaradas (entre ellas las gaseosas) y las bebidas espirituosas como el whisky. Las gaseosas pasarán de tributar entre 4% y 8% a un 17 por ciento.

LA MOVILIDAD JUBILATORIA

Un aspecto clave de la propuesta hecha por Nación, es el cambio de la ecuación que mide el ajuste de haberes a los jubilados y que actualizaría por inflación. Para el Gobierno, con esta medida erario público ahorraría 100 mil millones de pesos anuales. Otros, no están de acuerdo.